Por este motivo, la Fundación Abejas de Chile, organización sin fines de lucro que busca educar y realizar un censo de la población de estos insectos en Chile, inició su primera campaña de adopción de abejas, en la que a cambio de $1.000 mensuales ofrece apadrinar a ejemplares de la especie Caupolicana fulvicollis , más conocida como abeja grande.
Dana Ortega, directora ejecutiva de la fundación, explica que "esta campaña, además de levantar los recursos para nuestras investigaciones, permite que las personas conozcan a estas abejas, puedan entender su función y sepan qué comen para preservar la especie".
La adopción simbólica puede ser de una única abeja o de una nueva todos los meses, depende de la voluntad del padre o madre. Quien adopte a su hijabeja, recibirá por correo electrónico un reporte mensual y material sobre estas especies nativas. El próximo mes la campaña buscará padres adoptivos para abejorros.
Sobrevivencia de la especie
Pablo Vial, fundador de Abejas de Chile, plantea que a la fecha se han descrito más de 450 especies de abejas en el país. La mayoría (70%) endémicas, es decir, que se encuentran solo en Chile.Juan Pablo Gabella, co-fundador, dice que para ayudar a mantener a estas especies, es muy importante que se planten flores nativas, o sea, plantas originarias de la zona en la que se quiere plantar. Por ejemplo, la mal llamada maleza, la ortiga y el boldo atraen abejas nativas. De esta forma puede recuperarse -al menos en parte- la diversidad biológica presente con anterioridad. Si se plantan en el lugar adecuado, no necesitarán mayores cuidados, particularmente riego.