Priscilla Vargas define a su perro Apolo, un gran danés que pesa 48 kilos, como
"totalmente regalón". La lectora de "Ahora noticias", de Mega, le regaló el can a su
mamá, Patricia Abuhadba, luego de que muriera su poodle llamada Josefina que
vivió 20 años. "Mi mamá estaba muy triste. Sentía que estaba entrando a una
depresión importante. Estaba muy apagada. Fue la mejor decisión que he tomado. El
perro le cambió la vida", admite.
Apolo, de un año y medio, es fan de andar en auto. "Mi mamá lo saca dos veces al día. Él asoma la cabeza por la ventana y se le mueven sus orejas gigantes", detalla la periodista, que tiene dos perros: Romeo, un schnauzer que define como "el hijo hombre que nunca tuve" y un bulldog inglés.
El gran danés, que se come un saco de 15 kilos de pellet en tres semanas, incluso tiene su propia cuenta de Instagram (@apoloelgrande_), con casi mil seguidores y más de cien publicaciones. "Lo llevamos a la peluquería dos veces por semana para que se bañe y esté limpio porque hace mucho calor. Imagínate que mi mamá lo sube a su cama y le prende el aire acondicionado para que esté fresquito", dice la también locutora de radio Romántica.
-¿Por qué un gran danés?
-Supimos de una camada de perros de una amiga de mi marido. Los estaban regalando. Mi mamá siempre ha rallado con esa raza así que no lo pensamos dos veces. Hubo una coincidencia mágica porque Apolo es negro y tiene una manchita blanca en el pecho, y la poodle, Josefina, era igual. Cuando vio a Apolo, mi mamá se emocionó mucho. Pasó de una poodle a un gran danés.
-¿Cuánto tiempo dejó pasar antes de regalarle otro perro?
-Alrededor de seis meses.
-¿Es muy difícil tener un gran danés?
-Mi mamá le puso entrenador por cuatro meses para que aprendiera a hacer ciertas cosas, porque es muy grande y no mide su tamaño.
Apolo, de un año y medio, es fan de andar en auto. "Mi mamá lo saca dos veces al día. Él asoma la cabeza por la ventana y se le mueven sus orejas gigantes", detalla la periodista, que tiene dos perros: Romeo, un schnauzer que define como "el hijo hombre que nunca tuve" y un bulldog inglés.
El gran danés, que se come un saco de 15 kilos de pellet en tres semanas, incluso tiene su propia cuenta de Instagram (@apoloelgrande_), con casi mil seguidores y más de cien publicaciones. "Lo llevamos a la peluquería dos veces por semana para que se bañe y esté limpio porque hace mucho calor. Imagínate que mi mamá lo sube a su cama y le prende el aire acondicionado para que esté fresquito", dice la también locutora de radio Romántica.
-¿Por qué un gran danés?
-Supimos de una camada de perros de una amiga de mi marido. Los estaban regalando. Mi mamá siempre ha rallado con esa raza así que no lo pensamos dos veces. Hubo una coincidencia mágica porque Apolo es negro y tiene una manchita blanca en el pecho, y la poodle, Josefina, era igual. Cuando vio a Apolo, mi mamá se emocionó mucho. Pasó de una poodle a un gran danés.
-¿Cuánto tiempo dejó pasar antes de regalarle otro perro?
-Alrededor de seis meses.
-¿Es muy difícil tener un gran danés?
-Mi mamá le puso entrenador por cuatro meses para que aprendiera a hacer ciertas cosas, porque es muy grande y no mide su tamaño.