Ruth Gamarra (42) cuenta de entrada que "ser abuela es lo más maravilloso que me
pasó en la vida". La ex integrante del programa juvenil "Mekano" (Mega, 1997-2007)
revisa así el primer año de vida de su nieto Luciano, hijo de su única retoña Kiara
(22), con quienes se encuentra actualmente de vacaciones en Reñaca. Junto a ellos
figuran su hermana, su yerno y sus consuegros. "Cuando Kiara me dijo que estaba
embarazada se me abrió el mundo. Yo siempre pensé en tener otro hijo, pero con mi
trabajo, mis viajes, no tuve tiempo. Entonces ella hizo un poco la pega por mí, jajajá",
bromea la paraguaya quien hoy realiza animaciones de eventos y está dedicada a
sus negocios.
-¿Cómo tomó la noticia de que su hija sería mamá joven?
-Me la tomé bien y mal. Que la Kiara fuera madre tan temprano no estaba en los planes. Pero ella ya estaba de novia hace cinco años y en el baby shower de una de mis amigas me tiró la onda de que quería tener guagua pronto. A mí casi me dio un paro y no le creí. Pero cuando ya vino con la noticia, qué le iba a decir. Yo también fui mamá joven y sé que una mujer puede criar tranquilamente a un hijo sola.
-Claro, usted también dio a luz joven...
-Sí. Yo me casé a los 18 años y a los 20 tuve a Kiara. El papá de Kiara era mi pololo desde los 14 años. Entonces cuando terminamos el colegio altiro me pidió matrimonio. Fue algo natural que después quedara embarazada.
-¿Cómo reaccionaron a eso sus padres?
-Kiara nunca fue una complicación, yo siempre tuve el apoyo de mis padres. Incluso mientras yo trabajaba en "Mekano" ellos me la veían, porque tenía cuatro años. A veces yo tenía que viajar a Viña del Mar con ella y me venía con mis papás o mis hermanas. Mi hija nunca fue un impedimento para cumplir mis metas laborales. Y ahora pasa lo mismo, se repitió la historia y yo la ayudo cuando lo necesita. Además, mi nieto Luciano es un bebé tan feliz que da gusto cuidarlo.
-¿Se involucra en la crianza de su nieto?
-Mi rol es malcriarlo, pero Luciano es responsabilidad de Kiara y de Nicholas, mi yerno. Además, mucha gente me aconsejó, incluso mi mamá, que no trate de ser la mamá de mi nieto, porque ahí va a haber problemas. No quiero actuar como la mamá de mi nieto. Entonces yo trato de ayudar solamente, pero no me meto en la crianza, porque si uno lo hace se puede enojar mi hija o su novio.
-Igual a veces lo cuida...
-Sí. Incluso muchas veces soy yo la que les dice a sus papás que salgan, porque son jóvenes. Les digo: "Me traen un sushi nomás, pongo Netflix y me quedo regaloneando con mi bebé".
-¿Ayuda a Kiara económicamente?
-No. Yo no me meto en nada. Acá ambos papás trabajan y se hacen responsables totalmente de Luciano. Pagan su niñera, todo. Y eso me tiene absolutamente tranquila. Además, eso acordamos cuando quedaron embarazados. Les di una charla de que tenían que ser más responsables. Y entendieron súper bien. Tienen súper bien ordenado el tema de las cuentas, se ayudan. Y eso me tiene súper orgullosa.
-¿Es mejor ser abuela joven?
-No sé si mejor, pero sí creo que la ventaja de ser abuela joven es que uno tiene ganas y fuerza todavía. Ahora, por ejemplo, Luciano está empezando a caminar, entonces a mí todavía me da el cuero de correr detrás de él, caminar mucho. Imagínate que, como yo soy futbolera, hasta quiero llevarlo a ver fútbol conmigo y mi sueño máximo es hacer deporte junto a él. Todas esas cosas las puedo hacer porque soy abuela joven.
-¿Por qué cree que esto se repitió?
-Yo creo que en nuestra época uno se casaba más joven, entonces era más natural. Y creo que Kiara vio cómo ha sido mi vida y por eso se animó a ser mamá tan joven. Ella vio que a mí no me costó nada seguir trabajando y lograr mis objetivos. Pienso que se inspiró en eso y vio que no era tan difícil. Y no es tan difícil. Como que se repitió la historia.
-¿Qué le dice la gente por ser abuela a los 42 años?
-La gente no me cree que soy abuela. Casi tengo que andar con la foto del Luciano para mostrarla. Y en Instagram me piropean harto. Yo estoy orgullosa de ser abuela, es lo mejor del mundo. De hecho lo único que quiero es que el Luciano me diga abuela. Mis amigas me dicen que no, que me diga Ruth. Yo contesto que lo único que quiero es que me grite en la calle "abuela" porque es una bendición. Hay muchas minas que no quieren que les digan así, pero yo lo único que quiero es que Luciano me diga abuela Ruth.
-¿Cómo tomó la noticia de que su hija sería mamá joven?
-Me la tomé bien y mal. Que la Kiara fuera madre tan temprano no estaba en los planes. Pero ella ya estaba de novia hace cinco años y en el baby shower de una de mis amigas me tiró la onda de que quería tener guagua pronto. A mí casi me dio un paro y no le creí. Pero cuando ya vino con la noticia, qué le iba a decir. Yo también fui mamá joven y sé que una mujer puede criar tranquilamente a un hijo sola.
-Claro, usted también dio a luz joven...
-Sí. Yo me casé a los 18 años y a los 20 tuve a Kiara. El papá de Kiara era mi pololo desde los 14 años. Entonces cuando terminamos el colegio altiro me pidió matrimonio. Fue algo natural que después quedara embarazada.
-¿Cómo reaccionaron a eso sus padres?
-Kiara nunca fue una complicación, yo siempre tuve el apoyo de mis padres. Incluso mientras yo trabajaba en "Mekano" ellos me la veían, porque tenía cuatro años. A veces yo tenía que viajar a Viña del Mar con ella y me venía con mis papás o mis hermanas. Mi hija nunca fue un impedimento para cumplir mis metas laborales. Y ahora pasa lo mismo, se repitió la historia y yo la ayudo cuando lo necesita. Además, mi nieto Luciano es un bebé tan feliz que da gusto cuidarlo.
-¿Se involucra en la crianza de su nieto?
-Mi rol es malcriarlo, pero Luciano es responsabilidad de Kiara y de Nicholas, mi yerno. Además, mucha gente me aconsejó, incluso mi mamá, que no trate de ser la mamá de mi nieto, porque ahí va a haber problemas. No quiero actuar como la mamá de mi nieto. Entonces yo trato de ayudar solamente, pero no me meto en la crianza, porque si uno lo hace se puede enojar mi hija o su novio.
-Igual a veces lo cuida...
-Sí. Incluso muchas veces soy yo la que les dice a sus papás que salgan, porque son jóvenes. Les digo: "Me traen un sushi nomás, pongo Netflix y me quedo regaloneando con mi bebé".
-¿Ayuda a Kiara económicamente?
-No. Yo no me meto en nada. Acá ambos papás trabajan y se hacen responsables totalmente de Luciano. Pagan su niñera, todo. Y eso me tiene absolutamente tranquila. Además, eso acordamos cuando quedaron embarazados. Les di una charla de que tenían que ser más responsables. Y entendieron súper bien. Tienen súper bien ordenado el tema de las cuentas, se ayudan. Y eso me tiene súper orgullosa.
-¿Es mejor ser abuela joven?
-No sé si mejor, pero sí creo que la ventaja de ser abuela joven es que uno tiene ganas y fuerza todavía. Ahora, por ejemplo, Luciano está empezando a caminar, entonces a mí todavía me da el cuero de correr detrás de él, caminar mucho. Imagínate que, como yo soy futbolera, hasta quiero llevarlo a ver fútbol conmigo y mi sueño máximo es hacer deporte junto a él. Todas esas cosas las puedo hacer porque soy abuela joven.
"Se repitió la historia"
-¿Es cierto esto de que en su familia todas las mujeres han sido mamás jóvenes? -Sí. Mi mamá me tuvo a mí a los 21. Yo tuve a la Kiara a los 20. Una de mis hermanas fue mamá a los 18. Y ahora mi hija a los 21 también.-¿Por qué cree que esto se repitió?
-Yo creo que en nuestra época uno se casaba más joven, entonces era más natural. Y creo que Kiara vio cómo ha sido mi vida y por eso se animó a ser mamá tan joven. Ella vio que a mí no me costó nada seguir trabajando y lograr mis objetivos. Pienso que se inspiró en eso y vio que no era tan difícil. Y no es tan difícil. Como que se repitió la historia.
-¿Qué le dice la gente por ser abuela a los 42 años?
-La gente no me cree que soy abuela. Casi tengo que andar con la foto del Luciano para mostrarla. Y en Instagram me piropean harto. Yo estoy orgullosa de ser abuela, es lo mejor del mundo. De hecho lo único que quiero es que el Luciano me diga abuela. Mis amigas me dicen que no, que me diga Ruth. Yo contesto que lo único que quiero es que me grite en la calle "abuela" porque es una bendición. Hay muchas minas que no quieren que les digan así, pero yo lo único que quiero es que Luciano me diga abuela Ruth.