Un sequito de jóvenes investigadores acompaña a Alexis Kalergis al último piso de
un antiguo edificio de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.
En aquel lugar el director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia ha
trabajado durante todo el verano en la formulación de la vacuna contra el
coronavirus. "Me encantan los jóvenes porque tienen muchas ganas de entender
cómo actúan los virus y las bacterias", dice Kalergis.
-¿Cuál es el secreto de una buena vacuna, doctor?
-Sabemos que los virus mutan, pueden cambiar ciertas regiones a medida que pasan de persona a persona. El secreto de una buena vacuna es apuntar hacia las partes que no puede cambiar. Esa parte es la que protege el ADN del virus.
-Dígame un ejemplo fácil.
-Piense en un auto. Si le cambias el color, da lo mismo porque funcionará perfecto. Pero si le sacas una rueda, no funciona. Lo mismo pasa con los virus. Hay que atacar a las partes indispensables para su sobrevivencia.
-¿Cómo sabe que al coronavirus le pasa lo mismo que al resto?
-Porque es un virus respiratorio al igual que el sincicial y el metapneumovirus. Están envueltos y en esa envoltura tiene unas proteínas que van cambiando para que el sistema inmune no los reconozca. Esas proteínas son como el color del auto, que no importa tanto que cambien porque el virus igual sobrevive.
-¿Qué es lo importante?
-Lo que importa es la proteína que está dentro del virus, una que protege el ADN, que es lo que le permite replicarse. Esa proteína protege a los genes que definen al virus. Sin esa proteína es como que le faltara una rueda al auto. Entonces, la vacuna está enfocada en generar una respuesta inmune que logre distinguir ese elemento para que el cuerpo lo reconozca y lo ataque.
-¿Un prototipo, doctor?
-Sí, pero eso es lo que viene. Pensamos que el prototipo de la vacuna estará listo de aquí a dos o tres meses. Lo que hicimos en el verano fue realizar el diseño conceptual de la vacuna.
-Como el arte de la vacuna.
-Parecido, tenemos el plano de la vacuna, ahora hay que construirla. Identificamos todo lo que te comenté de las proteínas, identificamos las que cambian y no cambian en el coronavirus. Además, sabemos los elementos a los que podemos atacar. Eso requiere de un trabajo de lectura e investigación.
-¿En qué aportó el conocimiento que tiene del virus sincicial?
-En la estructura general de la vacuna. La formulación es equivalente a la del virus sincicial. Eso te traduce en generar una vacuna recombinante, que no tiene el coronavirus. Tiene secciones de su ADN. Lo mismo hicimos con el sincicial y el metapneurovirus. Sabemos que esa formulación es segura.
-¿Tiene un pedazo de virus aquí, doctor?
-No tenemos nada de virus y nunca lo vamos a tener, ni siquiera en la vacuna. Tenemos la secuencia del virus que es de conocimiento público. No tenemos el pedazo, lo que hicimos fue sintetizarlo, crearlo artificialmente sin capacidad infecciosa.
-¿Eso tiene la vacuna?
-Exactamente, es una parte del virus idéntica a la original, pero no es real. Eso basta para que el sistema inmune se entrene para atacar al virus cuando llegue de verdad.
-¿Qué va a pasar cuando tenga listo el prototipo, doctor Kalergis?
- Si esta buena formulación que tenemos termina en un prototipo de vacuna, vamos a tener que hacer estudios preclínicos (animales pequeños) y clínicos (humanos). Son costosos. También necesitamos recursos para la manufactura GMP (Good Manufacturing Practice) de la vacuna. Eso asegura que la vacuna cumpla con las normativas de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, institución que valida los medicamentos.
-¿Por qué Estados Unidos va tan avanzado en temas de vacunas?
-Porque en una situación como esta, del coronavirus, busca a sus científicos y les pregunta si tienen algo que pueda servir. Resulta que 10 pueden, entonces llega el Estado a través de una agencia llamada NIH (National Institutes of Health), ven los potenciales y les dan apoyo inmediato para formular el producto para uso humano. Eso que nosotros nos hemos demorado un montón con la vacuna contra el virus sincicial, ellos pueden hacerlo en un año.
Secreto de la vacuna
Kalergis, académico de la Universidad Católica, es el desarrollador de la vacuna contra el virus sincicial. Pese a que aún debe pasar varias etapas, fue el primer investigador que demostró la seguridad de una vacuna en Chile. Lo hizo en humanos y animales pequeños.-¿Cuál es el secreto de una buena vacuna, doctor?
-Sabemos que los virus mutan, pueden cambiar ciertas regiones a medida que pasan de persona a persona. El secreto de una buena vacuna es apuntar hacia las partes que no puede cambiar. Esa parte es la que protege el ADN del virus.
-Dígame un ejemplo fácil.
-Piense en un auto. Si le cambias el color, da lo mismo porque funcionará perfecto. Pero si le sacas una rueda, no funciona. Lo mismo pasa con los virus. Hay que atacar a las partes indispensables para su sobrevivencia.
-¿Cómo sabe que al coronavirus le pasa lo mismo que al resto?
-Porque es un virus respiratorio al igual que el sincicial y el metapneumovirus. Están envueltos y en esa envoltura tiene unas proteínas que van cambiando para que el sistema inmune no los reconozca. Esas proteínas son como el color del auto, que no importa tanto que cambien porque el virus igual sobrevive.
-¿Qué es lo importante?
-Lo que importa es la proteína que está dentro del virus, una que protege el ADN, que es lo que le permite replicarse. Esa proteína protege a los genes que definen al virus. Sin esa proteína es como que le faltara una rueda al auto. Entonces, la vacuna está enfocada en generar una respuesta inmune que logre distinguir ese elemento para que el cuerpo lo reconozca y lo ataque.
Un prototipo en tres meses
Entre enero y marzo el equipo del doctor Kalergis creó las bases de un prototipo de vacuna, algo que cumpla con todos los requisitos para comenzar con los estudios preclínicos en animales. Esa etapa, destaca, es la primera fase del desarrollo de una vacuna.-¿Un prototipo, doctor?
-Sí, pero eso es lo que viene. Pensamos que el prototipo de la vacuna estará listo de aquí a dos o tres meses. Lo que hicimos en el verano fue realizar el diseño conceptual de la vacuna.
-Como el arte de la vacuna.
-Parecido, tenemos el plano de la vacuna, ahora hay que construirla. Identificamos todo lo que te comenté de las proteínas, identificamos las que cambian y no cambian en el coronavirus. Además, sabemos los elementos a los que podemos atacar. Eso requiere de un trabajo de lectura e investigación.
-¿En qué aportó el conocimiento que tiene del virus sincicial?
-En la estructura general de la vacuna. La formulación es equivalente a la del virus sincicial. Eso te traduce en generar una vacuna recombinante, que no tiene el coronavirus. Tiene secciones de su ADN. Lo mismo hicimos con el sincicial y el metapneurovirus. Sabemos que esa formulación es segura.
-¿Tiene un pedazo de virus aquí, doctor?
-No tenemos nada de virus y nunca lo vamos a tener, ni siquiera en la vacuna. Tenemos la secuencia del virus que es de conocimiento público. No tenemos el pedazo, lo que hicimos fue sintetizarlo, crearlo artificialmente sin capacidad infecciosa.
-¿Eso tiene la vacuna?
-Exactamente, es una parte del virus idéntica a la original, pero no es real. Eso basta para que el sistema inmune se entrene para atacar al virus cuando llegue de verdad.
-¿Qué va a pasar cuando tenga listo el prototipo, doctor Kalergis?
- Si esta buena formulación que tenemos termina en un prototipo de vacuna, vamos a tener que hacer estudios preclínicos (animales pequeños) y clínicos (humanos). Son costosos. También necesitamos recursos para la manufactura GMP (Good Manufacturing Practice) de la vacuna. Eso asegura que la vacuna cumpla con las normativas de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, institución que valida los medicamentos.
-¿Por qué Estados Unidos va tan avanzado en temas de vacunas?
-Porque en una situación como esta, del coronavirus, busca a sus científicos y les pregunta si tienen algo que pueda servir. Resulta que 10 pueden, entonces llega el Estado a través de una agencia llamada NIH (National Institutes of Health), ven los potenciales y les dan apoyo inmediato para formular el producto para uso humano. Eso que nosotros nos hemos demorado un montón con la vacuna contra el virus sincicial, ellos pueden hacerlo en un año.