El calor no detuvo a las mujeres que llegaron a conmemorar el Día Internacional de la Mujer
El cemento ardiente de la Alameda fue cubierto por una infinidad de mujeres vestidas, preferentemente, con ropas color violeta. Juntas marcharon para conmemorar el Día Internacional de la Mujer bajo una temperatura que se mantuvo sobre los 30 grados Celsius entre el mediodía y las 18 horas. La máxima, fue de 32,3 grados registrados a las 15.42 horas cuando la columna femenina seguía firme bajo el sol.El ambiente estuvo candente incluso bajo la sombra creada por los edificios desde donde se veía pasar el la carnavalesca columna y aquel minuto de emoción que generaba un enorme lienzo rojo en el que estaban bordados los 582 nombre de las víctimas de femicidio entre el 2010 y febrero de 2020.
"¡Ahora que estamos todas, ahora sí nos ven!", coreaban mujeres y niñas mientras avanzaban por la avenida una al lado de otra con las gotas de sudor deslizándose por sus cuerpos. El calor, evidenciado en las caras rojas, fue paliado por momentos gracias a los residentes de los edificios de Alameda, quienes se organizaron para lanzar baldes de agua y manguerear al grupo desde los pisos superiores.
Las más creativas o con dotes manuales se habían preparado para marchar con paraguas y quitasoles diseñados por ellas. Quienes no tenían, trasformaron las pañoletas violetas en viseras. Otras mujeres más precavidas y preparadas para la temperatura veraniega incluyeron trajes de baño en su atuendo.
A la marcha, que partió en un indeterminado lugar entre Plaza Italia y el GAM, llegó un montón de gente. Carabineros se quedó corto con las 1 50 mil mujeres que, según ellos, convocó y que las organizadoras cifraron en casi dos millones. Aunque también se pasaron en la cuenta.
El final de la caminata era a la altura de calle Echaurren, al lado de la estación de metro República. Ahí la columna de mujeres se detuvo; y frente a un lienzo colgado bajo el paradero ubicado frente a la Ferretería O'Higgins, las miles de caminantes se unieron para escuchar a la arenga feminista: "¡No, no, no es no, qué parte no entendiste la ene o la o!".
No era una barricada: mujeres hicieron un sahumerio en la marcha
Recorrieron toda la Alameda quemando incienso
Una enorme cortina de humo blanco se elevó cerca de la Plaza Italia, lo que alertó a más de algún manifestante que pensó que eran parte de alguna incipiente barricada. Pero bastaba acercarse para darse cuenta que se trataba de un grupo de más de veinte mujeres que realizaban un sahumerio con incienso y distintas plantas medicinales."Amor, amor, medicina que no se agota, mientras más la gente ama, el amor más fuerte brota", entonaban al unísono, mientras sostenían copas de greda, flores, y plumas, y lucían coloridos atuendos ancestrales.
El grupo, liderado por la actriz chilena Roxana Campos, avanzó por toda la marcha con una solemne tranquilidad y paz, entre medio del festejo enérgico de la juventud, esparciendo el humo del incienso. "Yo soy de la Región de Coquimbo. Toda mi familia sahumaba. Los diaguitas sahumaban, los mapuches sahumaban. Estamos limpiando los espacios de esta zona, que ha estado con tanto dolor", comentó Angelina, parte del grupo que, tal como dijo, sahumaba.
Pilar Ahumada, otra participante, explicó que "en este grupo de mujeres nos encontramos sahumadoras de distintos linajes juntas. Hay varios linajes como los mexicanos y norteamericanos".
Brigada demoró dos horas en escribir "Históricas" en Plaza Italia
Armaron una cadena humana e introdujeron una máquina que pintaba a presión
11 AM de este domingo. Plaza Italia, aunque ya recibía a miles de alegres manifestantes, no era el hervidero de mujeres que copaban el sector una hora después.Aprovechando que aún quedaba espacio, un grupo de féminas se tomó de las manos e hizo una suerte de rectángulo humano de varios metros. En una acción coordinadísima, otras mujeres entraron al círculo con unas mangueras negras para comenzar a pintar el suelo con pintura blanca. "¿Qué escriben?", preguntaron algunas curiosas, mientras intentaban hacerse espacio entre el gentío. La palabra que fueron dibujando de a poco, visible solo desde el aire por drones, vecinos de los departamentos circundantes o el helicóptero de Carabineros, decía "Históricas".
La intervención estuvo a cargo de la Coordinadora Feminista 8M y la Brigada Laura Rodig, llamada así en honor a una artista y activista política chilena del Siglo XX. Una de las integrantes de este equipo fue Gabriela Vergara Toro, quien con un grupo de 30 mujeres pudieron realizar la perfomance en un poco más de dos horas.
"Sabíamos que en la marcha teníamos que hacer una acción que fuera muy visible y que pudiera reivindicar nuestro lugar en la historia, tanto de las mujeres como de las disidencias" explicó la integrante.
La obra la realizaron con una máquina que disparaba la pintura a presión mediante largas mangueras. Mientras unas dibujaban las letras, otras arreglaban los detalles y otras aplicaban un brillo reflectante para su mejor visualización. Tal como se pintan la demarcación vial.
"Ocupamos un tipo de pintura especial que se adhiere al cemento, es muy durable y es capaz de resistir el paso de la gente. Sabíamos que seríamos muchas las que marcharíamos" detalló Gabriela.
En cuanto a las dimensiones de la palabra pintada, no hubo un secreto para identificar el tamaño ideal de la intervención. Ellas fueron tanteando el porte ideal a medida que la iban pintando.
"Nosotros podíamos ver desde arriba, desde las galerías o desde departamentos si era realmente un tamaño visible o no. Además, antes también hemos hecho pañoletas en el suelo y sabemos cuándo se ven desde arriba o cuándo no", dijo.
A las 13 horas, con dos horas de trabajo en el cuerpo, la cadena humana no era fácil de mantener. Apenas se secó la pintura, las chicas guardaron todo y cortaron la barrera humana para dar paso a la marcha. Recién a eso de las 18 horas se empezaron a ver los primeros signos de desgaste en la pintura. "Por lo general, las intervenciones que realizamos son rápidas y de un momento a otro", cuenta Gabriela Vergara, quien agrega que no es su intención que la palabra quede escrita para siempre ahí. Eso, aun cuando las fotos y videos en que aparece la obra digan lo contrario.
El transporte público sudó con la altísima convocatoria del 8M
Mujeres solidarias compartieron su vehículo con otras manifestantes
Como si fuese un día de semana cualquiera en la hora punta más terrorífica que se pueda imaginar. Así se veían todas las líneas del Metro de Santiago que se acercaban hacia el sector de Plaza Italia la mañana de este domingo.Pero, en lugar de caras largas, cientos de felices mujeres que portaban pañoletas de colores verde y morado.
Eso sí, subirse a un carro era un verdadero desafío a la paciencia, pues mientras más cerca de Salvador, Universidad Católica o Bustamante, las estaciones desde donde confluían las mujeres hacia Plaza Italia, más lleno lucía. Muchas, incluso, optaban por bajar estaciones más lejanas, como República y caminar hacia el oriente.
Para lidiar con ello, poco antes del mediodía, a través de su cuenta de Twitter, el Metro comunicó que estaba reforzando la Línea 1 introduciendo más trenes en el sistema.
También hubo verdaderos atochamientos humanos en estaciones como Santa Lucía o Universidad Católica, cuyas algunas salidas que aún no se encuentran operativas desde el 18 de octubre o que las abren a medias. Sin embargo, la alta afluencia de público obligó a cerrar momentáneamente las estaciones de Universidad Católica y Moneda a las 13 y 14 horas, respectivamente.
Paraderos llenos
No solo el Metro fue la forma de llegar para las asistentes a la marcha de este domingo. Para los que utilizaron el Transantiago o Red, hubo desvíos para no interferir en la movilización que contempló desde Baquedano hasta Echaurren. Tal como las estaciones del subterráneo, los paraderos de avenidas como Vicuña Mackenna, Bilbao o Providencia lucían llenos a tope a contar desde las 10.30 AM.Lo bueno es que muchas de las asistentes que se acercaron al punto cero en vehículo, fueron recogiendo a las que estaban en los paraderos y cediendo espacios en sus automóviles para ayudar a otras mujeres a llegar a la plaza.
El regreso a las casas fue mucho más parcelado. De acuerdo a la información entregada por la coordinadora feminista en sus redes sociales, el término de la marcha como tal fue a las 15 horas en distintos puntos de la Alameda. De ahí en adelante, comenzó el lento retorno de las manifestantes. Porque, en rigor, gente en la zona hubo hasta cerca de las 19 horas. Algunas optaron por almorzar cerca del centro, mientras otro llegó en masa hasta el barrio Bellavista.
Hombres se cuadraron con la marcha y cocinaron un estofado
También abastecieron a cientos de mujeres con agua y frutas de temporada
Uno de los pocos lugares con sombra fue el que utilizó un grupo de hombres que preparó colaciones frías para las mujeres que rebosaron el centro de Santiago.Ubicados en calle Guayaquil, entre Lira y Diagonal Paraguay, un grupo de hombres aprovechó el viento suave que se formaba en el lugar e instaló en la vereda una zona de descanso. Pusieron unas cuantas mesas y abastecieron con agua a quienes se les acercaban con las botellas vacías o a medio llenar.
Aquellos hombres, pertenecientes a un grupo denominado Asamblea Territorial San Borja-San Isidro, además de contar con varios bidones de agua, entregaron frutillas y otras frutas de la temporada para que las marchantes pasaran el calor y no se desvanecieran por el camino.
Para el almuerzo, que estuvo listo a eso de las 15 horas, cocinaron una enorme olla común que contenía una especie de estofado recién hecho con mucho cariño, según dijeron.
La zona de las colaciones terminaba justo el la curva de calle Guayaquil, lugar en que se junta con Diagonal Paraguay. En ese sector las familias con niños aprovecharon de descansar bajo la sombra de los edificios.
Los hombres de Guayaquil no fueron los únicos cocineros. En el barrio Lastarria, específicamente en calle Rosal, otro grupo entregó agua y trozos de sandía. El dato de ambas zonas de descanso, Guayaquil y Rosal, de a poco fueron difundiéndose hasta transformarse en lugares de hidratación.
Performance con traje de novia fue de las más fotografiadas
La mujer, que marchaba con un cartel que decía "Hasta que la muerte nos separe. Ni una menos", no tuvo problema en tomarse cuanta foto le pidiesen. "Mamá la novia, mamá", exclamaban las niñas al verla pasar cerca del Barrio Universitario de Santiago.
Motoristas se lucieron al final de la marcha
"Los crío para que sean buenos hombres"
Letreros y esculturas hechas con materiales reciclados sirvieron para que las miles de personas plasmaran sus pensamientos. Además, cuando era imposible encontrar un lugar bajo la sombra, esos carteles sirvieron para cubrirse de sol. La temperatura superó los 32 grados pasadas las 15 horas y el asfalto claramente la potenció durante buena parte de la jornada..
Incidentes aislados en Santiago
Brigadas de enfermeras voluntarias se organizaron con walkie talkies
Caminaron con cascos y escudos pintados con el emblema de la Cruz Roja, siempre en el área cercana a las veredas. Su objetivo era proteger a quienes caminaban por Alameda.
Para organizarse, dijeron las mujeres de la brigada organizada en un local de la Galería Crowne Plaza, utilizaron walkie talkies. "Me cuesta conversar porque tengo un audífono en el oído. Me hablan todo el rato para reportar los acontecimientos de la marcha", contó una enfermera.
El gesto de Rubilar con su chaqueta morada
"Era importante, con este gesto, recordar qué es lo que tenemos hoy que conmemorar y cómo muchas mujeres han trazado el camino para que sigamos luchando".
Ximena Ossandón: "Creo que muchas mujeres de mi sector se autoexcluyen"
Diputada destaca que el 8M le pertenece a todas las mujeres sin excepción
La diputada de Renovación Nacional Ximena Ossandón tiene una profunda convicción: "El 8 de marzo es un día para todas las mujeres, ninguna debería estar excluída y ninguna debería restarse, porque uno de los objetivos originales de este movimiento es terminar con las injusticias contra las mujeres, ni una menos, los femicidios, el derecho a vivir libres de violencia, poder manifestarnos. La persona que dice que este es un movimiento de izquierda o de derecha, que lo trate de politizar, va en el camino incorrecto".-¿Cree que hay un sector que se quiere apropiar el 8M?
-En la marcha, a la que asistí, había de todo, pero en su mayoría eran mujeres marchando por las mujeres. De repente había un grito contra las carabineras o contra Piñera, y esas son las cosas que, para mí terminan debilitando el movimiento, pero en su gran mayoría había mucho respeto, muy buena onda y todas en el mismo carril de no más abusos, no más diferencia.
-¿Siente que hay mujeres que se autoexcluyen?
-Yo creo que sí, que muchas mujeres de mi sector se autoexcluyen, pero es de esperar que en los próximos años eso se vaya rompiendo y que sea una fiesta transversal de las mujeres, porque todo el espacio que se vaya ganando terminará siendo para la mujer en general, para nuestras hijas, nuestras nietas, y no para un grupo en particular.
-Chile fue uno de los países que tuvo las marchas más masivas, ¿cree que es ejemplo para la región en la demanda de igualdad?
-Claramente, el número fue importantísimo y eso es un ejemplo, y creo que tenemos también que ser un ejemplo con la nueva Constitución y, si la gente lo permite, con la paridad. Yo esto lo veo como una oportunidad, no le veo nada de malo.
La diputada comenzó la marcha en el sector de Manuel Montt, en Providencia, acompañada de Kika, una de sus hijas, con quien celebró las máscaras, los colores y los bailes que se exhibieron durante la marcha.
"La cantidad de gente que había era impresionante, muy entretenida, muy creativa. Solo me incomoda cuando se pone un poco fuerte con el tema político, porque creo que no es el día, este día es para todas las mujeres. Fui muy bien tratada, no tuve ningún problema, no sé si será porque no soy tan conocida, pero las que me reconocieron tuvieron un trato muy amable".