Ignacia Antonia (18) se cambió de casa hace dos meses. Se mudó desde una
propiedad en el camino al Cajón del Maipo a una casa que sigue en pleno proceso de
remodelación en La Florida.
"No me acordaba que fuera tan heavy una mudanza. Teníamos tantas cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos, así que nos costó mucho", cuenta la joven.
Por si no lo sabe, Ignacia es la principal figura de la red TikTok en Chile, esa que atrapa a los preadolescentes y donde ella tiene 9,9 millones de seguidores. Además, es la autora de dos libros: "Atrévete a soñar" y "El sueño continúa". El primero de enero sacó su primera canción, "Que me olvides", que a la fecha lleva más de tres millones de visualizaciones en Youtube. Y hasta hace dos meses vivía en un condominio cercano a Las Vizcachas, que alguna vez se llenó de seguidores porque ella no se percató que en un video se veía demasiado bien y era fácil encontrarlo. Ahora arma una nueva vida, en una casa en plena remodelación.
Antes de cambiarse, cuenta Ignacia, hubo unos enredos.
Mauricio Hernández, su padre, compró una casa en verde. Justo cuando se la iban a entregar, le avisaron que no podría mudarse a esa casa en específico.
"Lo llamaron y le dijeron que se le pasaba mucho el agua, que nos podrían dar otra a la que no se le pasaba tanto, pero nos llamó la atención que usaran la palabra tanto", relata la joven.
Mauricio se puso a averiguar sobre la casa y escuchó cosas desagradables. Así que logró revertir la compra.
Quedaba un problema más: la casa de Cajón del Maipo ya estaba vendida, tenían que irse sí o sí. Le pidieron un par de meses más a los compradores mientras buscaban un lugar, hasta llegar a la propiedad de hoy.
"Nos la entregaron y estaba bien. Menos mal", dice Ignacia.
Ahora la casa está experimentando varias modificaciones por decisión de sus nuevos habitantes: se agrandó el comedor y la cocina; el segundo piso, que originalmente traía tres piezas y una sala de estar, se remodeló por completo hasta quedar con dos habitaciones: una para Ignacia y otra para su hermano. También se está construyendo un quincho y una piscina.
"Al principio no me gustaba mucho la casa. Estaba acostumbrada a que todo fuera más pequeño, era extraño, pero ahora siento que todos los cambios son para mejon Creo que en mi familia nunca nos imaginamos que íbamos a poder tener una casa así", dice Ignacia.
"Es tan grande que al principio me sentía sola, me despertaba diez veces en la noche, sintiendo que podía haber alguien mirando. Fue horrible", recuerda.
Ella escogió todo en la habitación, quería que el respaldo de la cama fuera negro ("porque todo el mundo tiene blanco") y su papá se lo mandó a hacer.
"Lo más difícil fue encontrar sábanas negras. Es que no hay en ningún lado. Pero siento que se sale de lo típico, es como más dark", se ríe.
La pieza no está para nada sobrecargada: en los estantes están los dos libros de Ignacia junto a gigantografías de los mismos, algunos premios que ha ganado y el mismo tocador que tenía en su pieza antigua, donde se maquilla.
Está esperando que su clóset esté listo, lo que debería ocurrir en marzo. En el intertanto, tiene toda su ropa en bolsas de basura.
"El otro día ordené y saqué algunas cosas de verano para usar por mientras, pero todo lo demás está guardado", cuenta.
-En su pieza anterior tenía televisor, en esta no. ¿Por qué?
-Es que no lo usaba. Siento que es un gasto extra, además hay que pagarle hasta TV cable. ¿Para qué? Tengo un computador y celular para ver Netflix, con eso me basta y me sobra.
-¿Le ha gustado tener baño sola?
-La verdad es que todavía no vivo por completo esa experiencia, porque el de mi hermano no está completamente listo. Lo bueno es que si me dan ganas de ir al baño en la noche, puedo levantarme y estoy al lado.
-Cumplió 18 años, ¿le vinieron ganas de irse a vivir sola a un departamento?
-Con mi papá hablamos de enfocar mi futuro, me dijo que las cosas son muy momentáneas y vimos si comprarme un departamento. El año pasado cumplí 18 años y el día antes se puso a llorar muy mal, me dijo que le daba pena porque a esta edad tienes que soltar un poco a tus hijos y se van.
-Así es la vida.
-Yo me entusiasmé con irme a vivir sola, pero también me puse a pensar y soy muy chica. Todo lo que he logrado ha sido porque mi familia ha estado conmigo. Imagínate que me dio miedo estar una pieza sola. Así que me veo por lo menos unos dos o tres años más aquí, todavía no es el momento.
"No me acordaba que fuera tan heavy una mudanza. Teníamos tantas cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos, así que nos costó mucho", cuenta la joven.
Por si no lo sabe, Ignacia es la principal figura de la red TikTok en Chile, esa que atrapa a los preadolescentes y donde ella tiene 9,9 millones de seguidores. Además, es la autora de dos libros: "Atrévete a soñar" y "El sueño continúa". El primero de enero sacó su primera canción, "Que me olvides", que a la fecha lleva más de tres millones de visualizaciones en Youtube. Y hasta hace dos meses vivía en un condominio cercano a Las Vizcachas, que alguna vez se llenó de seguidores porque ella no se percató que en un video se veía demasiado bien y era fácil encontrarlo. Ahora arma una nueva vida, en una casa en plena remodelación.
Antes de cambiarse, cuenta Ignacia, hubo unos enredos.
Mauricio Hernández, su padre, compró una casa en verde. Justo cuando se la iban a entregar, le avisaron que no podría mudarse a esa casa en específico.
"Lo llamaron y le dijeron que se le pasaba mucho el agua, que nos podrían dar otra a la que no se le pasaba tanto, pero nos llamó la atención que usaran la palabra tanto", relata la joven.
Mauricio se puso a averiguar sobre la casa y escuchó cosas desagradables. Así que logró revertir la compra.
Quedaba un problema más: la casa de Cajón del Maipo ya estaba vendida, tenían que irse sí o sí. Le pidieron un par de meses más a los compradores mientras buscaban un lugar, hasta llegar a la propiedad de hoy.
"Nos la entregaron y estaba bien. Menos mal", dice Ignacia.
Ahora la casa está experimentando varias modificaciones por decisión de sus nuevos habitantes: se agrandó el comedor y la cocina; el segundo piso, que originalmente traía tres piezas y una sala de estar, se remodeló por completo hasta quedar con dos habitaciones: una para Ignacia y otra para su hermano. También se está construyendo un quincho y una piscina.
"Al principio no me gustaba mucho la casa. Estaba acostumbrada a que todo fuera más pequeño, era extraño, pero ahora siento que todos los cambios son para mejon Creo que en mi familia nunca nos imaginamos que íbamos a poder tener una casa así", dice Ignacia.
La pieza de Ignacia
Los primeros días en que Ignacia Antonia se quedó sola en su pieza nueva, que es unas cuatro veces más grande que la anterior, que medía unos 6 metros cuadrados, no podía ni dormir."Es tan grande que al principio me sentía sola, me despertaba diez veces en la noche, sintiendo que podía haber alguien mirando. Fue horrible", recuerda.
Ella escogió todo en la habitación, quería que el respaldo de la cama fuera negro ("porque todo el mundo tiene blanco") y su papá se lo mandó a hacer.
"Lo más difícil fue encontrar sábanas negras. Es que no hay en ningún lado. Pero siento que se sale de lo típico, es como más dark", se ríe.
La pieza no está para nada sobrecargada: en los estantes están los dos libros de Ignacia junto a gigantografías de los mismos, algunos premios que ha ganado y el mismo tocador que tenía en su pieza antigua, donde se maquilla.
Está esperando que su clóset esté listo, lo que debería ocurrir en marzo. En el intertanto, tiene toda su ropa en bolsas de basura.
"El otro día ordené y saqué algunas cosas de verano para usar por mientras, pero todo lo demás está guardado", cuenta.
-En su pieza anterior tenía televisor, en esta no. ¿Por qué?
-Es que no lo usaba. Siento que es un gasto extra, además hay que pagarle hasta TV cable. ¿Para qué? Tengo un computador y celular para ver Netflix, con eso me basta y me sobra.
-¿Le ha gustado tener baño sola?
-La verdad es que todavía no vivo por completo esa experiencia, porque el de mi hermano no está completamente listo. Lo bueno es que si me dan ganas de ir al baño en la noche, puedo levantarme y estoy al lado.
-Cumplió 18 años, ¿le vinieron ganas de irse a vivir sola a un departamento?
-Con mi papá hablamos de enfocar mi futuro, me dijo que las cosas son muy momentáneas y vimos si comprarme un departamento. El año pasado cumplí 18 años y el día antes se puso a llorar muy mal, me dijo que le daba pena porque a esta edad tienes que soltar un poco a tus hijos y se van.
-Así es la vida.
-Yo me entusiasmé con irme a vivir sola, pero también me puse a pensar y soy muy chica. Todo lo que he logrado ha sido porque mi familia ha estado conmigo. Imagínate que me dio miedo estar una pieza sola. Así que me veo por lo menos unos dos o tres años más aquí, todavía no es el momento.
1 comentarios:
Ignacia Antonia quiero conocerte algún día vivo en puente alto