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La historia de amor de Hernán Caputto y Soledad Di Leo
La semana pasada, en la habitual rueda de prensa que da antes de los partidos de la U en el Centro Deportivo Azul (CDA) a Hernán Caputto se le vio, quizás por primera vez, un poco molesto. Bastante, en realidad.

Claro, le preguntaron -una vez más- por Johnny Herrera y su partida del club azul a comienzos de año y, como Universidad de Chile jugaba al otro día contra Everton, con Herrera en la valla viñamarina, el DT creyó ver cierto deseo de polémica de los periodistas. Y no se equivocó, porque la barra le rindió un emocionante homenaje al Samurái azul, quien además se dio el gustito de pegarle a Azul Azul por haberlo sacado del club.

"Yo sé que todo esto es parte del juego y lo entiendo. De seguro a esta hora a Johnny ya le deben estar haciendo una pregunta sobre mí. Y para ser sincero, no me molestó la pregunta, pero siento que hace rato dije lo que tenía que decir sobre la partida de Johnny Herrera de la U", explicó Caputto, abriendo una puerta inmensa para otra temática más entretenida.

-Perfecto, mejor hablemos de otra cosa, Hernán. Algo más íntimo y no de Herrera o si la U ya se salvó del descenso o si va a ganar el Superclásico. Quiero saber de su familia.
-Ah, no pues. Yo de verdad nunca hablo de mi familia. Es algo que tengo como regla.

-¿Pero por qué?
-Porque trato de que mi familia esté alejada de lo que significa la exposición del fútbol.

-¿Esa es una postura suya o es un acuerdo de familia?
-Es algo que tenemos acordado como familia. Y no sólo ahora que soy entrenador de la U sino que desde que era jugador.

-Pero hoy la privacidad de las personas públicas es difícil de mantenerse. Las redes sociales abren puertas y exponen.
-Lo sé y por eso yo no tengo cuenta de Twitter ni de Instagram.

-¿Y sus hijos ?
-Ellos sí, pero saben que deben ser cuidadosos porque podrían ser expuestos.

-Bueno, deme algunos antecedentes básicos de su familia. Lo que quiera contar.
-Mi señora se llama Soledad, es de mi pueblo natal y tengo cuatro hijos que están estudiando.

-¿Cuántos hombres y cuantas mujeres?
-Tres hombres y una mujer.

-¿Cuyos nombres son...?
-Ja, pero ya está metiéndose en un tema del que dije que no me gusta hablar. Pero bueno, ellos son Pilar, Lucas, Franco y Arturo, en ese orden. Y no le daré más información.

-Okey. Pero me llamó la atención de algo que dijo de su señora, Soledad. Que era de su pueblo. Es decir, la conoce hace muchísimo tiempo.
-De hecho nos conocemos desde que teníamos tres o cuatro años. Estuvimos en el mismo jardín infantil.

-Vaya. ¿Y qué pueblo era ese ?
-San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires, cerca de Luján donde está la Virgen por la ruta 7.

-¿Pueblo chico el suyo?
-Es ciudad, pues. La norma dice que sobre 10.000 habitantes es ciudad. Y contando los gatos y los caballos, San Andrés de Giles llega casi a los 11.000, je.

-Bien. Ciudad entonces. Siga contándome de su encuentro infantil con Soledad. ¿Cuándo comenzaron a pololear?
-Después de estar en el jardín, cada uno hizo su primaria -o Educación Básica, como dicen en Chile- en colegios distintos pero en la Secundaria -es decir, en la Media- nos volvimos a juntar.

-Cuente, cuente. ¿Le pidió pololeo como se hacía antes en Chile o sólo se hicieron novios?
-Yo tenía como 13 años y empezamos a ser novios, no más. El 5 de agosto de 1988 formalizamos y empezamos a salir juntos, a estar en la casa de cada uno, a tener los mismos amigos. Cumplimos 32 años juntos.

-¿Y cuándo se casaron?
-En 1 997, cuando me vine a Chile a jugar en Provincial Osorno. Fuimos novios mucho tiempo porque éramos chicos. Pero cuando me vine, ya teníamos la edad para casarnos y nos casamos.

-¿A Soledad le gusta el fútbol?
-No, ella es seguidora mía y no del fútbol, jajajá. Cuando ella iba a verme jugar, no veía el partido, me miraba a mí. Y ahora, cuando va al estadio, también va a verme a mí.

-Bonito, pero un poco fuera de los tiempos que se viven. ¿No hace más que seguirlo?
-No, soy un defensor de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Soledad estudió Diseño y no ejerció. Pero hoy trabaja en otras cosas, le va bien y está contenta y eso me llena de orgullo. Decir que Soledad me ha seguido a todas partes es para retratar que ella es espectacular. Es el baluarte de esta familia.

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