"Quiero mandarle un saludo a mi familia. A mi esposa, tengo separación de bienes.
No sé cómo funciona en este caso. Estoy feliz, estoy nervioso", bromeó por redes
sociales el locutor Víctor Aranda antes de subirse al vehículo sin motor que condujo
junto a su colega Gustavo Solorza, representando a radio Carolina, en el Redbull
Soapbox Race, también conocida como "la carrera de autos locos", que se realizó
este sábado en una pendiente del cerro San Cristóbal. El hombre tenía algo de miedo
y, a la luz del resultado, era justificado.
Pocos metros después del punto de partida de la carrera y cuando el vehículo ya había tomado velocidad, en la primera curva (con peralte), los locutores del programa "Pegao en el taco" volcaron el carro con forma de chinita (es la imagen de la radio) que usaron. Solorza incluso salió por un costado del vehículo. Esto desató más risas que preocupación en el público. Tras eso, los ayudaron a enrielar el auto y siguieron cerro abajo hasta terminar la carrera, aunque algo aporreados.
Aún con carcajadas por lo sucedido, Aranda y Solorza hablaron sobre su accidentada participación.
-¿Ensayaron en el carro antes de participar?
-Aranda: ¿La sacada de mugre?, jajajá. Los tramoyas de Mega durante semanas hicieron el carrito y eran los más entusiasmados. Con el Osvaldo durante dos semanas hicimos un par de pruebas manejándolo en la radio, en los estacionamientos de Mega (donde se ubica). Hicimos una bajada entre niveles del estacionamiento, y ahí notamos que nos íbamos para el lado manejando, así que quisimos compensar el peso. En un principio iba Osvaldo al lado derecho y yo al izquierdo, después nos dimos vuelta.
-¿Sabían que la carrera tenía obstáculos como una curva y un pequeño salto?
-Solorza: Durante la semana algunos amigos nos informaron de esta curva, el primer obstáculo, así que le tuvimos miedo por tres días. Llegamos a soñar con ella, y bueno, pasó que nos dimos vuelta. Vimos que el Pollo Castillo se tiró primero y la hizo tan fácil que nosotros pensamos que sería así y eso fue lo peor. Y los ensayos no nos sirvieron para nada porque nos dimos vuelta igual.
-¿Recibieron algún consejo?
-Aranda: (El piloto) Ignacio Casale (que estaba presente como jurado) nos dijo que debíamos subirle el volumen a los neumáticos, inflarlos hasta que quedaran muy duros y que no frenáramos.
-Solorza: Y así chocamos. Así que... gracias, Ignacio Casale, jajajá.
-¿Quién manejó?
-Aranda: En teoría, estábamos los dos a cargo del manubrio porque era grande pero yo estaba a cargo del freno. Cuando vi que Osvaldo se estaba cerrando mucho en la curva apreté los ojos y pensé que nos íbamos a sacar la mugre.
-¿Y qué pasó cuando se volcaron?
-Solorza: Nos abrazamos y nos matamos de la risa. Pasamos del silencio absoluto a mucha risa. Esperábamos esto de la carrera, tener una gran caída, con estilo. Apenas nos volcamos escuché que la gente en el público hizo "uuuh". Yo, claramente, logré romper el carro y quedé afuera de él mirando el cielo y pensé"wow, la caída fue fuerte".
-Aranda: Como había que terminar la carrera, de nuestro equipo nos ayudaron a poner el carro de nuevo derecho, agarrar velocidad y seguir el recorrido. De hecho al final chocamos contra unos fardos.
-¿Repetiría la experiencia, Osvaldo?
-Sí, totalmente. Ahora conociéndola mejor, de todas maneras. No estábamos participando (hubo una competencia oficial), lo hicimos por la buena onda, por la radio, y bueno, porque nuestro jefe nos obligó, jajajá. La experiencia fue muy buena y estamos contentos, fue volver a la infancia.
Pocos metros después del punto de partida de la carrera y cuando el vehículo ya había tomado velocidad, en la primera curva (con peralte), los locutores del programa "Pegao en el taco" volcaron el carro con forma de chinita (es la imagen de la radio) que usaron. Solorza incluso salió por un costado del vehículo. Esto desató más risas que preocupación en el público. Tras eso, los ayudaron a enrielar el auto y siguieron cerro abajo hasta terminar la carrera, aunque algo aporreados.
Aún con carcajadas por lo sucedido, Aranda y Solorza hablaron sobre su accidentada participación.
-¿Ensayaron en el carro antes de participar?
-Aranda: ¿La sacada de mugre?, jajajá. Los tramoyas de Mega durante semanas hicieron el carrito y eran los más entusiasmados. Con el Osvaldo durante dos semanas hicimos un par de pruebas manejándolo en la radio, en los estacionamientos de Mega (donde se ubica). Hicimos una bajada entre niveles del estacionamiento, y ahí notamos que nos íbamos para el lado manejando, así que quisimos compensar el peso. En un principio iba Osvaldo al lado derecho y yo al izquierdo, después nos dimos vuelta.
-¿Sabían que la carrera tenía obstáculos como una curva y un pequeño salto?
-Solorza: Durante la semana algunos amigos nos informaron de esta curva, el primer obstáculo, así que le tuvimos miedo por tres días. Llegamos a soñar con ella, y bueno, pasó que nos dimos vuelta. Vimos que el Pollo Castillo se tiró primero y la hizo tan fácil que nosotros pensamos que sería así y eso fue lo peor. Y los ensayos no nos sirvieron para nada porque nos dimos vuelta igual.
-¿Recibieron algún consejo?
-Aranda: (El piloto) Ignacio Casale (que estaba presente como jurado) nos dijo que debíamos subirle el volumen a los neumáticos, inflarlos hasta que quedaran muy duros y que no frenáramos.
-Solorza: Y así chocamos. Así que... gracias, Ignacio Casale, jajajá.
-¿Quién manejó?
-Aranda: En teoría, estábamos los dos a cargo del manubrio porque era grande pero yo estaba a cargo del freno. Cuando vi que Osvaldo se estaba cerrando mucho en la curva apreté los ojos y pensé que nos íbamos a sacar la mugre.
-¿Y qué pasó cuando se volcaron?
-Solorza: Nos abrazamos y nos matamos de la risa. Pasamos del silencio absoluto a mucha risa. Esperábamos esto de la carrera, tener una gran caída, con estilo. Apenas nos volcamos escuché que la gente en el público hizo "uuuh". Yo, claramente, logré romper el carro y quedé afuera de él mirando el cielo y pensé"wow, la caída fue fuerte".
-Aranda: Como había que terminar la carrera, de nuestro equipo nos ayudaron a poner el carro de nuevo derecho, agarrar velocidad y seguir el recorrido. De hecho al final chocamos contra unos fardos.
-¿Repetiría la experiencia, Osvaldo?
-Sí, totalmente. Ahora conociéndola mejor, de todas maneras. No estábamos participando (hubo una competencia oficial), lo hicimos por la buena onda, por la radio, y bueno, porque nuestro jefe nos obligó, jajajá. La experiencia fue muy buena y estamos contentos, fue volver a la infancia.