En 201 6, Matías Jadue (27), delantero formado en la Universidad Católica, inició su
peregrinaje por el fútbol asiático. Jugó en Malasia, Tailandia y hace tres temporadas
lo hace en el Ho Chi Minh City de Vietnam donde todo era paradisiaco hasta que
llegó la alarma del coronavirus, aparecieron las medidas preventivas y tuvo que estar
en cuarentena y sin saber cuándo partirá el torneo local.
"Estoy en la frontera con China y está difícil la cosa. El plantel estuvo en cuarentena un mes, encerrados en un hotel y sin salir. Era todo como un pueblo fantasma. Las clases no existen y la liga no ha empezado. Acá exigen tomar todas las medidas preventivas. El club nos llevó a un hotel en otra ciudad y lo arrendó solo para nosotros. No salíamos a ningún lado y no teníamos contacto con nadie, pero ya regresamos a Ho Chi Minh", cuenta.
El chileno está radicado en la ciudad con mayor población de Vietnam, donde su club mantiene a sus jugadores bajo estrictas regulaciones sanitarias. Las autoridades han cerrado aeropuertos, universidad y colegios, entre otras instituciones, mientras no se logre un control total de la emergencia.
Jadue sostiene que los directivos actuaron rápido e incluso le dieron la chance a los extranjeros de dejar el país. "Nos dijeron que si nos queremos ir era entendible y podíamos abandonar el equipo sin problemas. Hay compañeros que se fueron. Cuando nos tuvieron en un hotel solo compartíamos entre nosotros. No podían ni ver a sus familias. Ya nos estamos acostumbrando a este modelo de vida en el mes y medio que llevamos así", sostiene.
"Cuando salgo, que es muy poco, debo andar siempre con mascarilla y lavarme las manos a cada rato. En cada puesto público o recepción de hoteles o casas nos dejan pequeños jabones antes de entrar a un lugar. No puedo estornudar en público, debo hacerlo solo y a las personas que salen del país y regresan deben quedar 14 días en cuarentena y después los siguen monitoreando. Los que provienen de Corea o Japón no pueden llegar y entrar a Vietnam", agrega el delantero.
La liga de Vietnam o V.League1 se juega en dos ruedas y participan 14 equipos. Su inicio estaba programado para la primera semana de febrero, luego se reprogramó para la primera semana de marzo y en los últimos días se volvió a suspender y podría partir a fin de mes.
"Acá en Ho Chi Minh estoy solo y hablo con mi familia que está en Chile todos los días. Soy deportista, de salud estoy bien y el grupo de riesgo es más para la gente de mayor edad o con defensas bajas. No es cualquier tema. Pienso todos los días en la posibilidad de irme. En enero fuimos a Tailandia, regresamos y se desató todo esto. Ahora vivo en mi departamento, me muevo poco, solo si me falta algo, lo compro y regreso. Salgo con mascarilla, trato de no tocar muchas cosas y evito tener contacto con mucha gente".
-¿Te has puesto un plazo para seguir en Vietnam con esto del coronavirus?
-Es algo que pienso todos los días, y como la liga la aplazan, uno no sabe si se va a jugan El torneo de Tailandia e Indonesia se está jugando, pero ellos no son frontera con China.
-¿Cómo te mantienes físicamente para el ritmo de competencia?
-Tengo un gimnasio en mi casa y voy a entrenar porque el club me queda cerca. Uno va, entrena y regresa de inmediato a la casa. Antes iba a nadar, salía al club a hacerme masajes, pasaba por mi departamento, almorzaba, entrenaba, me tomaba un café por ahí, veía las noticias de Chile, salía a comer e iba a algún bar con mis compañeros. Tenía una vida maravillosa. Si tenía un fin de semana libre me iba a alguna isla a la playa.
-¿Qué conversan en el plantel con los compañeros?
-Están todos bien complicados. Yo hablo en inglés, algo de vietnamita y el resto a señas. Hay un sueco que quiere mandar la familia a su país, pero sabe que allá le van a poner problemas, los van a revisar y prefiere mantenerla en Vietnam tranquila y que no salgan de la casa. El ayudante técnico se trajo a su familia de Corea y la tuvieron 14 días encerrada en un hospital. Lo grave es que uno no sabe cuando va a parar esta cuestión.
"Estoy en la frontera con China y está difícil la cosa. El plantel estuvo en cuarentena un mes, encerrados en un hotel y sin salir. Era todo como un pueblo fantasma. Las clases no existen y la liga no ha empezado. Acá exigen tomar todas las medidas preventivas. El club nos llevó a un hotel en otra ciudad y lo arrendó solo para nosotros. No salíamos a ningún lado y no teníamos contacto con nadie, pero ya regresamos a Ho Chi Minh", cuenta.
El chileno está radicado en la ciudad con mayor población de Vietnam, donde su club mantiene a sus jugadores bajo estrictas regulaciones sanitarias. Las autoridades han cerrado aeropuertos, universidad y colegios, entre otras instituciones, mientras no se logre un control total de la emergencia.
Jadue sostiene que los directivos actuaron rápido e incluso le dieron la chance a los extranjeros de dejar el país. "Nos dijeron que si nos queremos ir era entendible y podíamos abandonar el equipo sin problemas. Hay compañeros que se fueron. Cuando nos tuvieron en un hotel solo compartíamos entre nosotros. No podían ni ver a sus familias. Ya nos estamos acostumbrando a este modelo de vida en el mes y medio que llevamos así", sostiene.
"Cuando salgo, que es muy poco, debo andar siempre con mascarilla y lavarme las manos a cada rato. En cada puesto público o recepción de hoteles o casas nos dejan pequeños jabones antes de entrar a un lugar. No puedo estornudar en público, debo hacerlo solo y a las personas que salen del país y regresan deben quedar 14 días en cuarentena y después los siguen monitoreando. Los que provienen de Corea o Japón no pueden llegar y entrar a Vietnam", agrega el delantero.
La liga de Vietnam o V.League1 se juega en dos ruedas y participan 14 equipos. Su inicio estaba programado para la primera semana de febrero, luego se reprogramó para la primera semana de marzo y en los últimos días se volvió a suspender y podría partir a fin de mes.
"Acá en Ho Chi Minh estoy solo y hablo con mi familia que está en Chile todos los días. Soy deportista, de salud estoy bien y el grupo de riesgo es más para la gente de mayor edad o con defensas bajas. No es cualquier tema. Pienso todos los días en la posibilidad de irme. En enero fuimos a Tailandia, regresamos y se desató todo esto. Ahora vivo en mi departamento, me muevo poco, solo si me falta algo, lo compro y regreso. Salgo con mascarilla, trato de no tocar muchas cosas y evito tener contacto con mucha gente".
-¿Te has puesto un plazo para seguir en Vietnam con esto del coronavirus?
-Es algo que pienso todos los días, y como la liga la aplazan, uno no sabe si se va a jugan El torneo de Tailandia e Indonesia se está jugando, pero ellos no son frontera con China.
-¿Cómo te mantienes físicamente para el ritmo de competencia?
-Tengo un gimnasio en mi casa y voy a entrenar porque el club me queda cerca. Uno va, entrena y regresa de inmediato a la casa. Antes iba a nadar, salía al club a hacerme masajes, pasaba por mi departamento, almorzaba, entrenaba, me tomaba un café por ahí, veía las noticias de Chile, salía a comer e iba a algún bar con mis compañeros. Tenía una vida maravillosa. Si tenía un fin de semana libre me iba a alguna isla a la playa.
-¿Qué conversan en el plantel con los compañeros?
-Están todos bien complicados. Yo hablo en inglés, algo de vietnamita y el resto a señas. Hay un sueco que quiere mandar la familia a su país, pero sabe que allá le van a poner problemas, los van a revisar y prefiere mantenerla en Vietnam tranquila y que no salgan de la casa. El ayudante técnico se trajo a su familia de Corea y la tuvieron 14 días encerrada en un hospital. Lo grave es que uno no sabe cuando va a parar esta cuestión.