"Disculpen... no sé qué tratamiento es éste, ni lo recomiendo", escribió ella junto a foto, usando el hashtag "usodeimagen" para comunicar que no está involucrada en el asunto.
-¿Cómo se enteró de esta situación?
-Personas me empezaron a mandar imágenes. Quise dejar en claro que es uso de mi imagen no autorizada.
¿Y qué dice Aldunate? "No tengo relación con el producto ni con la página web que lo publicita", asegura desde Twitter.
Como sea, el caso no es nuevo para Alegría. Hace meses otra imagen suya, esta vez junto al doctor Ricardo Soto, promocionaba productos de belleza. A diferencia de Sigrid, el médico se lo tomó más en serio. "Aquello corresponde a una suplantación de identidad, no avalo ninguno de esos productos", dice de entrada él, comunicando que realizó una denuncia al ministerio público "hace tres meses".
Eduardo Albornoz, comisario de la brigada del Cibercrimen de la PDI, comunica que durante 2019 realizaron 118 investigaciones por el delito de "usurpación de nombre", que es la figura penal que se adecua a este tipo de casos. "Los culpables de este delito se exponen a penas de cárcel de entre 61 y 540 días. Las víctimas también pueden querellarse contra quienes resulten responsables por daño a su imagen", sigue.
"El consejo que se puede dar es que los usuarios corroboren la información de este tipo de publicidad. En eso Google es un aliado para determinar la fuente de la información o si la imagen de la foto está manipulada", sostiene Miguel Ángel Mendoza, especialista en seguridad informática del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.