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Steffi Scholtbach volvió a trabajar en  la UCI
Un aviso que le llegó por WhatsApp, despertó en Steffi Scholtbach la insuperable sensación de hacer lo que siempre le ha apasionado. "Se necesita enfermera con manejo de ventilación mecánica", decía el anuncio. Steffi no lo pensó dos veces: amononó el archivo de Word que no actualizaba hace tiempo y apretó"enviar". Un par de días después, y desde la misma clínica de Viña del Mar donde pasó cuatro años de su vida, la llamó su ex jefe. "Vente altiro, te necesitamos".

Steffi Scholtbach, de 31 años, es enfermera titulada de la Universidad de Valparaíso, también es la pareja del futbolista de Everton, Johnny Herrera, y después de tres años, volvió a trabajar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un recinto de la Quinta Región. En esa área, el sitio donde llegan los pacientes en riesgo vital, se puso a disposición del personal de salud. El mismo que ha trabajado al límite alrededor del mundo por el explosivo brote de coronavirus.

"Obviamente que da susto irse a los leones, pero aunque sea riesgoso no me podía quedar en casa. Tenía que volver y ser parte de esto. Estaba nerviosa al principio, pero después me di cuenta que es como andar en bicicleta. Hay cosas que nunca se olvidan", cuenta la enfermera.

Por estos días de contingencia, Steffi está haciendo turnos de 24 horas y yendo algunos días porque recién está integrada. Todo indica que la carga laboral se intensificará con el correr de las semanas, pero afirma que ya está relativamente organizada.

"Por algo pasan las cosas. Mi hijo Bruno está más grande (tiene 3 años), Johnny está sin entrenar así que se puede quedar con él en la casa y yo salgo a trabajar. Ahora se invierten los papeles. Mi familia me apoyó a que volviera a trabajar y Johnny estaba un poco aprensivo por el hecho de que es riesgoso. Pero nada, tengo que tomar todas las medidas posibles para evitar el contagio, y en el caso que me llegara a contagiar o me pasara cualquier cosa, tendría que pensar en un aislamiento sola. Nosotros tenemos un departamento en Viña y me tendría que ir para allá las dos semanas", detalla.

-¿Cómo ha sido el regreso a la UCI en medio de la pandemia?
-Estamos bien, hasta ahora no tenemos ningún caso donde estoy yo, pero es cosa de esperar y luego van a empezar a llegar. Es difícil, hay mucha incertidumbre y una piensa que no estamos preparados. Ahí uno se da cuenta de las falencias que tienen los servicios de salud, porque faltan protocolos, materiales como mascarillas y se necesitan muchas cosas. Y estamos contra el tiempo. Por ahora, no tenemos casos y ya se están haciendo capacitaciones en el caso que aparezca. En la UCI llegan los casos más graves, pero por ahora, afortunadamente, nos llegó solo una sospecha de coronavirus y se descartó. Sí he escuchado que a urgencias han llegado muchas sospechas. Y acá estamos tomando exámenes, radiografías y todo lo que se tenga que hacer para descartar o confirmar los casos. A la gente que no tiene síntomas no se le hace ningún tipo de examen.

Steffi reconoce que volver a trabajar en su profesión ha sido "reencontrarme con mi vocación" y que ha podido ver en vivo y en directo el despliegue de la gente que se dedica al cuidado de la salud.

"Aquí estamos en la primera línea, y es muy gratificante. Así que un saludo a todas las chiquillas y chiquillos de esa primera línea: los que están al pie del cañón y se exponen, cuando a veces no están los recursos y medios para protegerse. Un aplauso para ellos, porque, de verdad, es una actividad que requiere ser valorada. Y un mensaje para la gente: por favor que se queden en casa. Y que lo hagan. Porque se viene muy fuerte y no hay forma de estar preparados. Se van a tener que tomar decisiones difíciles y eso es lo que nadie quiere. Tenemos que evitar que esto se siga propagando más. Lo de la señora en el mall por Covid-19 positivo no puede pasar. Capaz que esto nos pille desprevenidos y entre todos vamos a hacer lo que se pueda", sentencia.

Para María Angélica Baeza, presidenta nacional del Colegio de Enfemeras, el área clínica en la que retornó Steffi, "es una de las áreas de mayor complejidad para las profesionales".

"En la UCI el paciente requiere un 100% de cuidado y la encargada debe reconocer dichas necesidades a través de manejo de equipos y procedimientos médicos. Además, la profesional tiene que atender necesidades de alimentación, respiración, hidratación y seguridad. Desde lo humano se desarrolla el altruismo en otro nivel porque es un contexto crítico", finaliza.

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