A mediados de enero científicos chinos anunciaron que habían descifrado la
secuencia genética del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la compartieron con todo el
mundo. Lo más relevante del nuevo genoma secuenciado fue que la proteína de la
membrana del virus, también llamada Spike y que lo dota de su característica de
corona, es muy similar a la del SARS-CoV-1, un virus conocido el año 2002. Con esa
información se desencadenó la carrera para crear una vacuna.
Basada en datos de la Organización Mundial de la Salud y de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), la revista "Nature" publicó un artículo con el panorama global del desarrollo de las vacunas contra el Covid-19. "El mapa incluye 115 vacunas candidatas, de las cuales 78 están confirmadas como activas y 37 no están confirmadas, es decir, el estado del desarrollo no puede determinarse a partir de fuentes de información. De los 78 proyectos activos confirmados, 73 se encuentran en etapas exploratorias o preclínicas. Sólo cinco son los candidatos más avanzados porque ya están en la fase 1", dice la publicación.
"Es el primer testeo en humanos para probar que la vacuna sea inmunogénica, es decir, que active el sistema inmune del paciente y que no tenga daños colaterales", dice María Isabel Oliver, doctora en Ciencias Biológicas, quien agrega que estas cinco vacunas no son como las tradicionales en las que el virus se trataba de inactivar y se inyectaba completo. "Ocupan biotecnología de punta dirigida hacia la proteína Spike, pero con distintas estrategias tecnológicas. La tecnología que ocupan para codificar esa proteína es la distinta. Unos sintetizan la proteína y la llevan al paciente, y otros mandan la información para que el cuerpo la cree", señala Oliver, también directora de la carrera de Ingeniería en Biotecnología de la Universidad Andrés Bello.
La primera vacuna que se empezó a probar en personas fue la mRNA-1273, desarrollada por la compañía de biotecnología Moderna Inc, en Massachusetts, Estados Unidos, en conjunto con National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID). Se trata de una vacuna basada en el ARNm (ácido ribonucleico mensajero), que es la molécula que las células utilizan para traducir los genes a proteínas. Este fragmento de ARN induciría a las células del huésped a sintetizar la proteína Spike, para que el cuerpo despierte la producción de anticuerpos. Para solventar la inestabilidad del ARN en el organismo, la molécula va envuelta en una cápsula de lípidos."La idea es facilitar las instrucciones. Ocupan la información genética para que el cuerpo del paciente sintetice la proteína del virus y se produzca la activación del sistema inmune", explica Oliven El ensayo se está realizando en 45 personas y se espera que esté listo en diciembre de 2020.
La segunda es la vacuna recombinante Ad5-nCoV creada por la firma china CanSino Biologicslnc. y el Instituto de Biotecnología de Beijing. Se emplea como plataforma o vector una versión inocua del adenovirus 5, un virus clásico de los resfriados, en cuyo ADN se ha insertado el gen de la proteína Spike que el SARS-CoV-2 emplea para invadir las células humanas. De este modo, se trata de que este virus recombinante, sin capacidad de replicarse, infecte las células para que estas produzcan su propia vacuna. El estudio se realiza en 108 personas y se estima que el primer estudio también finalizará en diciembre de 2020.
La tercera es la INO-4800 creada por la estadounidense Inovio Pharmaceuticals, financiada por Bill Gates. A diferencia de la de Moderna que utiliza ARN, la INO-4800 usa un fragmento circular de ADN llamado plásmido, de origen bacteriano.Se realiza en 40 personas y se espera que la etapa concluya en noviembre de 2020.
La cuarta vacuna es la LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen, China. Este ensayo propone desarrollar minigenes de covid-19 diseñados con base en múltiples genes virales, utilizando un sistema de vectores lentivirales (que son virus modificados que hacen de vehículo para introducir material genético en el núcleo de una célula) para expresar la proteína del virus y genes inmunomoduladores para modificar células dendríticas (DC) y activar los linfocitos T del cuerpo. "Lo que le agregan al pacientes son células DC preparadas para activar el sistema inmunológico con minigenes virales y además le agregan células linfocitos T previamente activados contra lo mismo", explica la doctora en Ciencias Biologicas. Se está aplicando a 1 00 pacientes y se espera que concluya en julio de 2023.
Por último está la aAPC, también del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen. Ocupa el modelo anterior, pero con el objetivo de modificar las células artificiales presentadoras de antígeno (aAPC). Se realiza en 100 pacientes y se espera que concluya en julio de 2023.
Alexis Kalergis, desarrollador de la vacuna contra el virus sincicial en Chile, explica que estos cinco equipos de investigación han avanzado rápido porque su diseño se basa en el ADN. "En USA y China existen capacidades instaladas de generación de ADN sintético en condiciones cGMP (buenas prácticas de fabricación) a gran escala. Y se debe considerar que dada la emergencia, las agencias regulatorias aceleraron la aprobación de estos prototipos. Sin embargo, es importante indicar que actualmente no existen vacunas licenciadas para humanos basadas en ADN y posiblemente se debe a que su capacidad de inducir una respuesta inmune potente es limitada. Por eso es importante trabajar en paralelo en otras formulaciones, pues no se sabe si efectivamente estas vacunas serán efectivas contra covid-1 9", dice Kalergis, director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, quien se encuentra avanzando en la formulación de prototipos de una vacuna candidata contra el coronavirus.
-¿Tendremos pronto alguna de estas vacunas listas?
-En el mejor de los casos, si una de estas vacunas supera cada una de las fases clínicas con éxito, podría estar lista para ser producida a gran escala para su uso en humanos el próximo año o el subsiguiente. En ese momento viene un desafío más: la capacidad de producción de la vacuna en altas cantidades y su distribución a nivel mundial.
Basada en datos de la Organización Mundial de la Salud y de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), la revista "Nature" publicó un artículo con el panorama global del desarrollo de las vacunas contra el Covid-19. "El mapa incluye 115 vacunas candidatas, de las cuales 78 están confirmadas como activas y 37 no están confirmadas, es decir, el estado del desarrollo no puede determinarse a partir de fuentes de información. De los 78 proyectos activos confirmados, 73 se encuentran en etapas exploratorias o preclínicas. Sólo cinco son los candidatos más avanzados porque ya están en la fase 1", dice la publicación.
"Es el primer testeo en humanos para probar que la vacuna sea inmunogénica, es decir, que active el sistema inmune del paciente y que no tenga daños colaterales", dice María Isabel Oliver, doctora en Ciencias Biológicas, quien agrega que estas cinco vacunas no son como las tradicionales en las que el virus se trataba de inactivar y se inyectaba completo. "Ocupan biotecnología de punta dirigida hacia la proteína Spike, pero con distintas estrategias tecnológicas. La tecnología que ocupan para codificar esa proteína es la distinta. Unos sintetizan la proteína y la llevan al paciente, y otros mandan la información para que el cuerpo la cree", señala Oliver, también directora de la carrera de Ingeniería en Biotecnología de la Universidad Andrés Bello.
La primera vacuna que se empezó a probar en personas fue la mRNA-1273, desarrollada por la compañía de biotecnología Moderna Inc, en Massachusetts, Estados Unidos, en conjunto con National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID). Se trata de una vacuna basada en el ARNm (ácido ribonucleico mensajero), que es la molécula que las células utilizan para traducir los genes a proteínas. Este fragmento de ARN induciría a las células del huésped a sintetizar la proteína Spike, para que el cuerpo despierte la producción de anticuerpos. Para solventar la inestabilidad del ARN en el organismo, la molécula va envuelta en una cápsula de lípidos."La idea es facilitar las instrucciones. Ocupan la información genética para que el cuerpo del paciente sintetice la proteína del virus y se produzca la activación del sistema inmune", explica Oliven El ensayo se está realizando en 45 personas y se espera que esté listo en diciembre de 2020.
La segunda es la vacuna recombinante Ad5-nCoV creada por la firma china CanSino Biologicslnc. y el Instituto de Biotecnología de Beijing. Se emplea como plataforma o vector una versión inocua del adenovirus 5, un virus clásico de los resfriados, en cuyo ADN se ha insertado el gen de la proteína Spike que el SARS-CoV-2 emplea para invadir las células humanas. De este modo, se trata de que este virus recombinante, sin capacidad de replicarse, infecte las células para que estas produzcan su propia vacuna. El estudio se realiza en 108 personas y se estima que el primer estudio también finalizará en diciembre de 2020.
La tercera es la INO-4800 creada por la estadounidense Inovio Pharmaceuticals, financiada por Bill Gates. A diferencia de la de Moderna que utiliza ARN, la INO-4800 usa un fragmento circular de ADN llamado plásmido, de origen bacteriano.Se realiza en 40 personas y se espera que la etapa concluya en noviembre de 2020.
La cuarta vacuna es la LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen, China. Este ensayo propone desarrollar minigenes de covid-19 diseñados con base en múltiples genes virales, utilizando un sistema de vectores lentivirales (que son virus modificados que hacen de vehículo para introducir material genético en el núcleo de una célula) para expresar la proteína del virus y genes inmunomoduladores para modificar células dendríticas (DC) y activar los linfocitos T del cuerpo. "Lo que le agregan al pacientes son células DC preparadas para activar el sistema inmunológico con minigenes virales y además le agregan células linfocitos T previamente activados contra lo mismo", explica la doctora en Ciencias Biologicas. Se está aplicando a 1 00 pacientes y se espera que concluya en julio de 2023.
Por último está la aAPC, también del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen. Ocupa el modelo anterior, pero con el objetivo de modificar las células artificiales presentadoras de antígeno (aAPC). Se realiza en 100 pacientes y se espera que concluya en julio de 2023.
Alexis Kalergis, desarrollador de la vacuna contra el virus sincicial en Chile, explica que estos cinco equipos de investigación han avanzado rápido porque su diseño se basa en el ADN. "En USA y China existen capacidades instaladas de generación de ADN sintético en condiciones cGMP (buenas prácticas de fabricación) a gran escala. Y se debe considerar que dada la emergencia, las agencias regulatorias aceleraron la aprobación de estos prototipos. Sin embargo, es importante indicar que actualmente no existen vacunas licenciadas para humanos basadas en ADN y posiblemente se debe a que su capacidad de inducir una respuesta inmune potente es limitada. Por eso es importante trabajar en paralelo en otras formulaciones, pues no se sabe si efectivamente estas vacunas serán efectivas contra covid-1 9", dice Kalergis, director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, quien se encuentra avanzando en la formulación de prototipos de una vacuna candidata contra el coronavirus.
-¿Tendremos pronto alguna de estas vacunas listas?
-En el mejor de los casos, si una de estas vacunas supera cada una de las fases clínicas con éxito, podría estar lista para ser producida a gran escala para su uso en humanos el próximo año o el subsiguiente. En ese momento viene un desafío más: la capacidad de producción de la vacuna en altas cantidades y su distribución a nivel mundial.