Típica duda que surge en los hogares. Unos lo tiran al tacho de la basura para no
obstruir las cañerías, pero ese es un grave error desde el punto de vista sanitario.
Según el constructor civil Javier Hernández, docente del ramo Ingeniería Sanitaria de
la Universidad de Valparaíso, el papel higiénico debe ir directamente al inodoro por
un principio higiénico.
"Los eventuales contenidos patógenos que se eliminan por las heces no deben quedar en el basurero por la posible atracción de vectores (moscas, mosquitos, ratas) y por los olores. También se opone a las disposiciones de manejo de la basura domiciliaria, que no contemplan la recolección, traslado ni disposición de este tipo de desechos", precisa.
La naturaleza del papel y el contenido luego de su uso son coincidentes con los arrastres que deben ser capaces succionar los inodoros, según la normativa de construcción.
Claudia Santibáñez, especialista en conservación de suelos y aguas y directora de la Escuela de Ingeniera en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, señala que en los edificios modernos el papel higiénico se puede desechar sin problemas en el inodoro.
"Los sistemas de desagüe más modernos están diseñados para permitir desechar el papel higiénico sin problemas, ya que tienen un tiraje suficiente", asegura. Lo que sale del inodoro se denomina aguas servidas, relata, y no pueden desecharse directamente al ambiente, por la contaminación que generan.
"Por ello existen los sistemas de tratamientos, en los cuales las aguas del inodoro se llevan a grandes reactores (contenedores cerrados), donde se aplican diferentes procesos para remover todo lo que contienen. El agua resultante, ya tratada, se puede liberar al ambiente sin generar problemas de contaminación", fundamenta la especialista.
Santibáñez menciona que en todo este proceso también participan microorganismos.
"Las bacterias descomponen todo lo orgánico que se encuentra en las aguas servidas. Si agregamos papel higiénico al inodoro, ese papel higiénico (de origen vegetal) llegará a la planta de tratamiento, por lo tanto, las bacterias lo procesan junto con el resto de la materia orgánica", describe.
Hernández no recomienda descargar el papel higiénico por los inodoros de edificios con más de 30 años de antigüedad, ya que se generan obstrucciones.
Coincide Santibáñez y reconoce que cuando ello ocurre, muchas personas optan por usar productos químicos para destapar tuberías, tales como soda cáustica o ácido muriático.
"Estos productos van a llegar junto con las aguas servidas a las plantas de tratamiento y son tóxicos para las bacterias, llegando incluso a matarlas. Esos productos hacen que el proceso sea menos eficiente y más costoso", explica.
"Se acumula y pega en las redes domiciliarias de alcantarillado, generando obstrucciones. Influye en la velocidad de descarga de las aguas servidas a la red de alcantarillado, con la probabilidad de generación de olores. Mientras más obstáculos tenga el agua en su recorrido, más tiempo permanece en el sistema", expone.
Por lo mismo, sugiere desecharlos en basureros, recubiertos cada cual con su respectiva bolsa, que debe ser desechada diariamente.
"Obstruyen fácilmente las tuberías y no se desintegran o degradan. Aunque sean biodegradables, deben ir al basurero", advierte.
La taza del baño tampoco es lugar para telas y fármacos.
"Los medicamentos se disuelven y una parte importante de ellos no son degradados por las bacterias, por lo cual terminan contaminando los ríos y océanos", informa.
Javier Hernández añade que los sistemas de alcantarillado son diseñados y construidos para transportar sólidos que sean desmenuzables con el propio movimiento del arrastre de agua.
"Todo lo que observemos que no se desmenuza con el contacto con agua no es candidato a ser descargado por el inodoro y debe ser eliminado con la basura sólida domiciliaria", recomienda.
"Los eventuales contenidos patógenos que se eliminan por las heces no deben quedar en el basurero por la posible atracción de vectores (moscas, mosquitos, ratas) y por los olores. También se opone a las disposiciones de manejo de la basura domiciliaria, que no contemplan la recolección, traslado ni disposición de este tipo de desechos", precisa.
La naturaleza del papel y el contenido luego de su uso son coincidentes con los arrastres que deben ser capaces succionar los inodoros, según la normativa de construcción.
Claudia Santibáñez, especialista en conservación de suelos y aguas y directora de la Escuela de Ingeniera en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, señala que en los edificios modernos el papel higiénico se puede desechar sin problemas en el inodoro.
"Los sistemas de desagüe más modernos están diseñados para permitir desechar el papel higiénico sin problemas, ya que tienen un tiraje suficiente", asegura. Lo que sale del inodoro se denomina aguas servidas, relata, y no pueden desecharse directamente al ambiente, por la contaminación que generan.
"Por ello existen los sistemas de tratamientos, en los cuales las aguas del inodoro se llevan a grandes reactores (contenedores cerrados), donde se aplican diferentes procesos para remover todo lo que contienen. El agua resultante, ya tratada, se puede liberar al ambiente sin generar problemas de contaminación", fundamenta la especialista.
Santibáñez menciona que en todo este proceso también participan microorganismos.
"Las bacterias descomponen todo lo orgánico que se encuentra en las aguas servidas. Si agregamos papel higiénico al inodoro, ese papel higiénico (de origen vegetal) llegará a la planta de tratamiento, por lo tanto, las bacterias lo procesan junto con el resto de la materia orgánica", describe.
Cañerías antiguas
¿Qué pasa con los edificios con más años de antigüedad, con el antiguo sistema de cañerías?Hernández no recomienda descargar el papel higiénico por los inodoros de edificios con más de 30 años de antigüedad, ya que se generan obstrucciones.
Coincide Santibáñez y reconoce que cuando ello ocurre, muchas personas optan por usar productos químicos para destapar tuberías, tales como soda cáustica o ácido muriático.
"Estos productos van a llegar junto con las aguas servidas a las plantas de tratamiento y son tóxicos para las bacterias, llegando incluso a matarlas. Esos productos hacen que el proceso sea menos eficiente y más costoso", explica.
Opinión discrepante
Para el magíster en Ingeniería en Tratamiento de Residuos y académico en Universidad Tecnológica Metropolitana, Felipe Meza, todo residuo sólido debe ser desechado al basurero. Y eso incluye al papel higiénico. Lo dice así porque las redes de evacuación no son lineales, tienen codos y desviaciones donde el papel se acumula."Se acumula y pega en las redes domiciliarias de alcantarillado, generando obstrucciones. Influye en la velocidad de descarga de las aguas servidas a la red de alcantarillado, con la probabilidad de generación de olores. Mientras más obstáculos tenga el agua en su recorrido, más tiempo permanece en el sistema", expone.
Por lo mismo, sugiere desecharlos en basureros, recubiertos cada cual con su respectiva bolsa, que debe ser desechada diariamente.
Por ningún motivo
Claudia Santibáñez hace hincapié en que hay otros elementos distintos del papel higiénico que sí pueden generar problemas importantes, como las toallas higiénicas y los pañales desechables."Obstruyen fácilmente las tuberías y no se desintegran o degradan. Aunque sean biodegradables, deben ir al basurero", advierte.
La taza del baño tampoco es lugar para telas y fármacos.
"Los medicamentos se disuelven y una parte importante de ellos no son degradados por las bacterias, por lo cual terminan contaminando los ríos y océanos", informa.
Javier Hernández añade que los sistemas de alcantarillado son diseñados y construidos para transportar sólidos que sean desmenuzables con el propio movimiento del arrastre de agua.
"Todo lo que observemos que no se desmenuza con el contacto con agua no es candidato a ser descargado por el inodoro y debe ser eliminado con la basura sólida domiciliaria", recomienda.