"Lo que ha pasado acá ha sido terrorífico", resume desde Madrid la periodista
chilena Carolina Zúñiga (43), afincada hace 15 años en la capital de España, uno de
los países más afectados por el ya odiadísimo coronavirus: sólo ahí la pandemia
registra 177.633 casos confirmados y 18.579 fallecidos (según datos de
ElPais.com). "Muchos conocidos mayores han muerto y lo peor es que ni siquiera
pueden ser despedidos por sus familiares, es desolador", sigue ella.
Recordada en nuestro país como ex candidata a Miss Chile y antiguo rostro televisivo (participó del programa juvenil "Mekano"), Carolina se convirtió en fotógrafa en España, donde creó familia. Está casada con el economista español Javier Rubio (47) con quien tiene dos hijos de 11 y 9 años. Es precisamente con ellos, en su casa ubicada en el barrio de La Moraleja, donde enfrenta la cuarentena.
"Esta emergencia pilló a España desprevenida. Nadie estaba preparado para lo que vendría, y los médicos y todo el personal de emergencia están luchando contra la enfermedad con una falta de recursos que causa vergüenza e indignación. Por eso mismo, con algunas personas nos pusimos en campaña".
Carolina explica que hace cuatro semanas, gracias a una petición de ayuda vía WhatsApp, comenzó junto a un puñado de mujeres su cruzada ciudadana. "Una amiga me avisó que estaba juntando insumos para los bomberos porque no tenían ni guantes ni mascarillas, y ahí se inició todo. Fundamos un grupo llamado Material Bomberos y empezamos a recolectar y comprar todo lo que podíamos", relata.
Hace 21 días hicieron efectiva la primera entrega a bomberos, situación que se ha repetido cada semana. Hasta el momento han recolectado, entre otras cosas, mil pares de guantes, mil mascarillas, 10 mil litros de alcohol gel, 80 litros de cloro y 1 50 rollos de bolsas de basura.
Pedro Cifuentes (50) trabaja como bombero en el ayuntamiento de Madrid. Por estos días levanta hospitales de campaña en la ciudad y acude a las llamadas de emergencia de pacientes con Covid-19. Él ha recibido parte de los insumos que el grupo de Carolina ha recolectado. "El sistema sanitario ha colapsado, y uno de los problemas más grandes que hemos tenido acá es la falta de mascarillas, guantes y todo tipo de protección", confiesa.
-¿Qué lee pasa con estas ayudas de la gente común?
-Mucha gente se ha juntado para resolver problemas de la primera línea contra el virus: personal médico, bomberos y policía. Esta gente se está organizando y poniendo lo que pueden. Es maravilloso ver la ayuda, muy conmovedor.
Carolina retoma: "No sólo estamos coordinando ayudas para bomberos. También hemos donado delantales a un hospital, delantales de plástico para los médicos y tanto guantes como mascarillas a una dotación de la Policía Nacional. Además, con otro grupo estamos gestionando batas para pacientes de hospital y estoy coordinando camisones y pijamas para residencias de ancianos. Las mujeres que ayudan cosen con máquina, costurean, se la juegan. Son impresionantes. España es muy solidaria, es como Chile en ese sentido y muchos grupos como éste han surgido en todo el país".
-Harta pega, Carolina.
-Sí, pero no me podía quedar de brazos cruzados. Hay que ayudar. Nosotros estamos en cuarentena, mientras mucha gente, que son los verdaderos héroes, luchan contra el virus. Ha sido un poco estresante, pero hay que hacerlo.
Javier Rubio, su esposo, hincha el pecho: "He sentido mucho orgullo por la labor que Carolina está realizando. El desbordamiento ha sido total y ella ha liderado un grupo de personas que se ha dedicado a cubrir falencias con sus propios medios. Me quito el sombrero con mi mujer".
"Pero esto no se acaba, hay que seguir", recalca Carolina, incansable. "Todos estos elementos son desechables y hay que continuar gestionando material, hay personas que realmente arriesgan sus vidas por nosotros y hay que devolverles la mano", cierra ella, quien lo entendió absolutamente todo.
Recordada en nuestro país como ex candidata a Miss Chile y antiguo rostro televisivo (participó del programa juvenil "Mekano"), Carolina se convirtió en fotógrafa en España, donde creó familia. Está casada con el economista español Javier Rubio (47) con quien tiene dos hijos de 11 y 9 años. Es precisamente con ellos, en su casa ubicada en el barrio de La Moraleja, donde enfrenta la cuarentena.
"Esta emergencia pilló a España desprevenida. Nadie estaba preparado para lo que vendría, y los médicos y todo el personal de emergencia están luchando contra la enfermedad con una falta de recursos que causa vergüenza e indignación. Por eso mismo, con algunas personas nos pusimos en campaña".
Carolina explica que hace cuatro semanas, gracias a una petición de ayuda vía WhatsApp, comenzó junto a un puñado de mujeres su cruzada ciudadana. "Una amiga me avisó que estaba juntando insumos para los bomberos porque no tenían ni guantes ni mascarillas, y ahí se inició todo. Fundamos un grupo llamado Material Bomberos y empezamos a recolectar y comprar todo lo que podíamos", relata.
Hace 21 días hicieron efectiva la primera entrega a bomberos, situación que se ha repetido cada semana. Hasta el momento han recolectado, entre otras cosas, mil pares de guantes, mil mascarillas, 10 mil litros de alcohol gel, 80 litros de cloro y 1 50 rollos de bolsas de basura.
Pedro Cifuentes (50) trabaja como bombero en el ayuntamiento de Madrid. Por estos días levanta hospitales de campaña en la ciudad y acude a las llamadas de emergencia de pacientes con Covid-19. Él ha recibido parte de los insumos que el grupo de Carolina ha recolectado. "El sistema sanitario ha colapsado, y uno de los problemas más grandes que hemos tenido acá es la falta de mascarillas, guantes y todo tipo de protección", confiesa.
-¿Qué lee pasa con estas ayudas de la gente común?
-Mucha gente se ha juntado para resolver problemas de la primera línea contra el virus: personal médico, bomberos y policía. Esta gente se está organizando y poniendo lo que pueden. Es maravilloso ver la ayuda, muy conmovedor.
Carolina retoma: "No sólo estamos coordinando ayudas para bomberos. También hemos donado delantales a un hospital, delantales de plástico para los médicos y tanto guantes como mascarillas a una dotación de la Policía Nacional. Además, con otro grupo estamos gestionando batas para pacientes de hospital y estoy coordinando camisones y pijamas para residencias de ancianos. Las mujeres que ayudan cosen con máquina, costurean, se la juegan. Son impresionantes. España es muy solidaria, es como Chile en ese sentido y muchos grupos como éste han surgido en todo el país".
-Harta pega, Carolina.
-Sí, pero no me podía quedar de brazos cruzados. Hay que ayudar. Nosotros estamos en cuarentena, mientras mucha gente, que son los verdaderos héroes, luchan contra el virus. Ha sido un poco estresante, pero hay que hacerlo.
Javier Rubio, su esposo, hincha el pecho: "He sentido mucho orgullo por la labor que Carolina está realizando. El desbordamiento ha sido total y ella ha liderado un grupo de personas que se ha dedicado a cubrir falencias con sus propios medios. Me quito el sombrero con mi mujer".
"Pero esto no se acaba, hay que seguir", recalca Carolina, incansable. "Todos estos elementos son desechables y hay que continuar gestionando material, hay personas que realmente arriesgan sus vidas por nosotros y hay que devolverles la mano", cierra ella, quien lo entendió absolutamente todo.