"Al principio me miraban escépticos cuando llegué con la idea de cultivar en agua, pero con el tiempo fue posible y logré la independencia alimentaria", relata.
Enrique partió en su patio y con el tiempo pasó a ser un experto autodidacta.
"Ahora administro varias páginas en Facebook, como Hidroponía Talca, que es donde vivo, y ahí entrego consejos y vendo nutrientes para que las personas cultiven en sus casas", asegura.
Jorge Arenas lleva 14 años en el rubro y es dueño de la empresa Hidroponía Chile, que se dedica al diseño, construcción y capacitación en sistemas hidropónicos.
"Este tipo de cultivo es un sistema estupendo que busca la forma más económica y simple para poder crear un área de cultivo", asegura.
Según el especialista, la hidroponía casera se divide en dos grandes grupos: cultivo hidropónico puro, que es el que se realiza solo en agua y a través de tubos de pvc, conocido también como Sistema NFT; y cultivo en sustrato, utilizado para vegetales que necesitan crecer bajo tierra, pero en vez de usar este tradicional elemento se reemplaza con sustratos orgánicos o inorgánicos, como piedra pómez molida o arena.
Rodrigo Acuña, ingeniero agrónomo, doctor en horticultura y académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Universidad Austral, detalla que para realizar el cultivo en sistema NFT, lo primero que se debe hacer es crear almácigos.
"Se puede sembrar lechuga, rúcula o albahaca y utilizar almacigueras de plumavit que son muy baratas. Se pone la semilla en sustrato vegetal y se mantiene húmedo. Por lo general esta etapa dura 30 días. En el caso de las lechugas, por ejemplo, uno sabrá que está lista cuando ya tenga tres hojitas", explica.
"En el caso de los departamentos, un buen lugar es el balcón porque es donde más llega luz natural durante el día. La cocina no es recomendable porque la temperatura es muy variable", asegura.
Para montar este sistema NFT, se necesitan tubos de pvc, un contenedor de plástico, canastillas para posar las raíces de las plantas y una bomba aireadora de peceras.
"La idea es generar un sistema en que el tubo tenga varios agujeros donde se introducen las plantas después de que han sido germinadas. Por ese tubo pasa agua con nutrientes que se va bombeando desde el contenedor con agua, gracias a la bomba aireadora", explica Acuña.
"Como en las viviendas los espacios son pequeños se pueden usar bombas aireadoras de peceras porque lo que se necesita es un caudal muy pequeño. La bomba se programa con un timer para que se oxigene el agua y las raíces de las plantas tres veces al día", detalla Arenas.
Según Enrique, una lechuga se demora máximo 60 días en estar lista para consumo con este sistema.
"En la agricultura tradicional se pierde la mayor parte del agua en el riego porque no está diseñado de manera eficiente. En cambio con la hidroponía se aprovecha la mayor parte del agua, no hay desperdicios", asegura.
Arenas explica que para cultivar con la técnica del sustrato hay alternativas económicas y de fácil acceso.
"Este sistema se utiliza para las plantas que necesitan crecer bajo tierra, como zanahorias o betarragas, pero en vez de usar tierra, usamos arena, piedrecillas o piedra pómez molida", explica.
"Para implementarlo se puede utilizar un cajón de tomates, forrarlo por dentro con plástico y poner el sustrato. Es la misma idea que una maceta tradicional, pero en vez de tierra, sustrato. Las semillas se siembran directamente en el sustrato y el agua se aplica por arriba para que se mantenga húmedo, pero no mojado, es decir, cuando uno toque el sustrato no debe escurrir agua, solo se debe sentir húmedo para que la planta no se ahogue. Además, se puede crear un drenaje en un costado inferior y así acumular en un pequeño recipiente el agua que vaya cayendo para volver a utilizarla", detalla Arenas.
Acuña explica que el periodo de crecimiento dependerá de cada hortaliza, pero por lo general demora 60 días.
"Es importante considerar que todos los vegetales necesitan luz natural para poder crecer. Por eso es recomendable sembrar plantas que den frutos durante la época de primavera-verano, mientras que las plantas que solo son de hojas se pueden cultivar durante todo el año porque no necesitan tanta energía como lo requiere un fruto", asegura.