-Emiliano, estamos impresionados con su foto.
-Cuando llegué a Brasil, ahí ya como que me concienticé en la alimentación, cambié las harinas sin gluten, saqué el azúcar. Comencé a entrenar fuerte. Cuando uno va siendo más grande, el cuerpo va cambiando y yo busco mantenerme bien y extender mi carrera lo más posible. Hoy, a los 31 años, físicamente estoy en mi mejor momento y sobre todo de la cabeza me encuentro muy bien.
Emiliano Gabriel Vecchio habla desde Argentina, hasta donde llegó el 1 de abril de regreso tras cincuenta días en La Paz porque es jugador de Bolívar. Parece otro hombre. Él asegura que sí, que cambió. Que sigue siendo el mismo bueno para la pelota que era en Unión Española (2012) y Colo Colo (2013-15), pero que su vida dio un vuelco. Se considera un hombre sano, que si no hace su hora y media al día de ejercicios en la mañana no se siente bien. Así está hoy el ex Gordo Vecchio.
-¿Qué chip modificó?
-Primero, empecé a cambiar mucho con el nacimiento de mi hija, Emilia, la Chilenita, como le digo. También empecé a disfrutar más el fútbol, a sacarme la presión. Y ahora con el nacimiento de Gianluca, que va a cumplir 2 años, disfruto más lo que hago, cada entrenamiento, cada partido.
-Le cayeron bien los 31 años.
-Sí, vos sabés que me imaginaba muchas cosas de cómo iban a ser los 31 y pensaba "voy a estar un poco arruinado ya para el fútbol", pero no, estoy muy feliz con la edad que tengo.
Emiliano Vecchio comenzó mejorar su alimentación en Unión un poco, pero dio el golpe fuerte en Colo Colo cuando bajó diez kilos por la nutrición del doctor Luis Maya. De ahí no paró más.
-¿Al desayuno?
-Me levanto, tomo mate, me hago tres huevos con una tostada con distintas harinas, de garbanzo, mandioca, que no contengan gluten. Beber mucha agua es importante, unos tres litros. Nada de gaseosas con azúcan.
-¿Qué almuerza?
-Carnes rojas casi no como, sí pescados, pollos, ensaladas, nada de arroz ni pastas, salvo que sean hechas de huevo. Como quinoa que es el súper alimento, porque es un cereal que te da energía y no te hace sentir pesado, a diferencia de los espaguetis, que te dejan para dormir la siesta. Nada de azúcan Muchas verduras, frutas no tanto, por el azúcar. Cuando quiero endulzar algo le pongo los dátiles.
-¿Y las onces de Chile con la marraqueta con mantequilla?
-Eeeeh, eeeeh, sí recuerdo. Ahora tomo mate y Anabela hace bizcochuelos libres de gluten y están muy buenos. Si como un chocolate, debe tener ochenta por ciento de cacao.
-De noche no come.
-Poco. Anoche comimos pizza con harina de garbanzo, se le pone un poco de tomate, queso.
-Tiene todo bajo control, nada que ver a como comía antes.
-No, antes era un puerco.
-¿Cuál fue su máximo momento puerco? ¿Cinco completos al hilo?
-Mira, en la época en que estaba gordo me comía siete milanesas sin problemas, con pan, y le metía todos los chiches, hasta con cocacola, no me guardaba nada, jajá.
-Hoy su cuerpo hasta una milanesa rechazaría.
-Hoy no. Es que cuando como cosas así me caen re mal. Desde el 2012, hace siete años, que vengo cambiando la alimentación, pero en esa época le metía todos los chiches, no me faltaba nada. Llegué a Unión con 94 kilos, bajé diez en Colo Colo y ahora me mantengo entre 83 y 84.
-¿Cómo es su rutina de ejercicios?
-El trabajo de entrenamiento es de una hora y media. Primero hago piernas con las bandas elásticas, fortalecimiento de abductor y cuádriceps. Luego hago unas 150 sentadillas sin peso todos los días.
-¿Y los abdominales para las calugas?
-Son bastantes, hago entre 300 y 400 abdominales diarios por entrenamiento. Son fijos y en plancha, diez series de veinte segundos frontales y diez series de cada lado. Y después paso a tren superior, bíceps, tríceps en máquina y termino corriendo veinte minutos en cinta, siempre. Con esa hora y media me quedo tranquilo para todo el día, si no la hago me siento mal, siento que me falta algo.
-Cuando llegué a Brasil, ahí ya como que me concienticé en la alimentación, cambié las harinas sin gluten, saqué el azúcar. Comencé a entrenar fuerte. Cuando uno va siendo más grande, el cuerpo va cambiando y yo busco mantenerme bien y extender mi carrera lo más posible. Hoy, a los 31 años, físicamente estoy en mi mejor momento y sobre todo de la cabeza me encuentro muy bien.
Emiliano Gabriel Vecchio habla desde Argentina, hasta donde llegó el 1 de abril de regreso tras cincuenta días en La Paz porque es jugador de Bolívar. Parece otro hombre. Él asegura que sí, que cambió. Que sigue siendo el mismo bueno para la pelota que era en Unión Española (2012) y Colo Colo (2013-15), pero que su vida dio un vuelco. Se considera un hombre sano, que si no hace su hora y media al día de ejercicios en la mañana no se siente bien. Así está hoy el ex Gordo Vecchio.
-¿Qué chip modificó?
-Primero, empecé a cambiar mucho con el nacimiento de mi hija, Emilia, la Chilenita, como le digo. También empecé a disfrutar más el fútbol, a sacarme la presión. Y ahora con el nacimiento de Gianluca, que va a cumplir 2 años, disfruto más lo que hago, cada entrenamiento, cada partido.
-Le cayeron bien los 31 años.
-Sí, vos sabés que me imaginaba muchas cosas de cómo iban a ser los 31 y pensaba "voy a estar un poco arruinado ya para el fútbol", pero no, estoy muy feliz con la edad que tengo.
Emiliano Vecchio comenzó mejorar su alimentación en Unión un poco, pero dio el golpe fuerte en Colo Colo cuando bajó diez kilos por la nutrición del doctor Luis Maya. De ahí no paró más.
-¿Al desayuno?
-Me levanto, tomo mate, me hago tres huevos con una tostada con distintas harinas, de garbanzo, mandioca, que no contengan gluten. Beber mucha agua es importante, unos tres litros. Nada de gaseosas con azúcan.
-¿Qué almuerza?
-Carnes rojas casi no como, sí pescados, pollos, ensaladas, nada de arroz ni pastas, salvo que sean hechas de huevo. Como quinoa que es el súper alimento, porque es un cereal que te da energía y no te hace sentir pesado, a diferencia de los espaguetis, que te dejan para dormir la siesta. Nada de azúcan Muchas verduras, frutas no tanto, por el azúcar. Cuando quiero endulzar algo le pongo los dátiles.
-¿Y las onces de Chile con la marraqueta con mantequilla?
-Eeeeh, eeeeh, sí recuerdo. Ahora tomo mate y Anabela hace bizcochuelos libres de gluten y están muy buenos. Si como un chocolate, debe tener ochenta por ciento de cacao.
-De noche no come.
-Poco. Anoche comimos pizza con harina de garbanzo, se le pone un poco de tomate, queso.
-Tiene todo bajo control, nada que ver a como comía antes.
-No, antes era un puerco.
-¿Cuál fue su máximo momento puerco? ¿Cinco completos al hilo?
-Mira, en la época en que estaba gordo me comía siete milanesas sin problemas, con pan, y le metía todos los chiches, hasta con cocacola, no me guardaba nada, jajá.
-Hoy su cuerpo hasta una milanesa rechazaría.
-Hoy no. Es que cuando como cosas así me caen re mal. Desde el 2012, hace siete años, que vengo cambiando la alimentación, pero en esa época le metía todos los chiches, no me faltaba nada. Llegué a Unión con 94 kilos, bajé diez en Colo Colo y ahora me mantengo entre 83 y 84.
-¿Cómo es su rutina de ejercicios?
-El trabajo de entrenamiento es de una hora y media. Primero hago piernas con las bandas elásticas, fortalecimiento de abductor y cuádriceps. Luego hago unas 150 sentadillas sin peso todos los días.
-¿Y los abdominales para las calugas?
-Son bastantes, hago entre 300 y 400 abdominales diarios por entrenamiento. Son fijos y en plancha, diez series de veinte segundos frontales y diez series de cada lado. Y después paso a tren superior, bíceps, tríceps en máquina y termino corriendo veinte minutos en cinta, siempre. Con esa hora y media me quedo tranquilo para todo el día, si no la hago me siento mal, siento que me falta algo.