Según cifras entregadas por el Ministerio de Salud de Ecuador este viernes, en la provincia de Guayas hay 2.388 contagiados con covid-19 -1.615 de ellos están concentrados en Guayaquil, su capital-, mientras que el número de muertos es de 52 personas de un total de 145 en todo el país.
Tres mujeres explican por qué Ecuador con sus 17,3 millones de habitantes se ha convertido en el segundo país de Latinoamérica con mayor número de contagiados. El primero es Brasil.
Fernanda Gallardo (31 años), ex ganadora del programa "Calle 7", de TVN, vive hace siete años en Guayaquil, donde conduce un programa para el Canal Uno. Está casada con el empresario ecuatoriano Ricardo Blanco y tiene dos hijos. Ella resume así la situación: "Todas esas imágenes que han circulado en las redes son reales. Yo trato de ser mesurada en mi instagram porque tengo muchos niños que me siguen. Tengo cuatro compañeros de trabajo del canal, entre ellos el jefe de prensa y un abogado, que fallecieron por el coronavirus y hay varios contagiados más. Afortunadamente yo estoy con post natal porque mi bebé nació hace dos meses. ¿Qué pasó en Guayaquil? La mayoría subestimó al virus, pensó que sólo le daba a los abuelitos. Al principio había mucha ignorancia sobre cómo se contagia. El 25 de febrero yo animé el último día del Carnaval de Babahoyo, que es un evento muy masivo. Después me enteré que la primera persona contagiada con covid-19 estuvo en ese evento con toda su familia. Cuando ya ordenaron hacer cuarentena (el 12 de marzo) siguieron realizándose bodas con muchos invitados".
-¿Cómo están ustedes?
-Encerrados hace varias semanas, no salimos ni siquiera a comprar. La clínica odontóloga de mi suegra, donde trabaja mi esposo, está cerrada, y ella se encarga de hacernos las compras que después nos manda a dejar con un repartidor. Es muy triste lo que está pasando acá.
Jacqueline Gaete (32 años), modelo y ex figura del programa "Calle 7" y del reality "Año 0". Está casada con Andrés Garcerant, funcionario del Ministerio de Deporte de Ecuador y viven en Guayaquil con su hijo. "Hay imágenes que han sido exageradas, pero la situación en el país y especialmente en Guayaquil, es complicada. El virus se propagó muy rápido. El gobierno primero puso cuarentena voluntaria y suspendió las clases (12 de marzo), pero la gente no hizo caso. Desde el 17 de marzo estamos con toque de queda. Sólo puedo salir una persona del hogar dos veces por semana a comprar alimentos y medicinas. Pero hay sectores donde siguen funcionando mercados y se llenan de gente. Muchos habitantes de Guayaquil viven el día. Yo no culpo a nadie. Este es el momento de unirse y actuar en conjunto, de dejar las críticas de lado y confiar en las autoridades".
Doctora María Elena Ceballos , infectóloga de la Red de Salud UC Christus y académica del departamento de enfermedades infecciosas de la Universidad Católica. "En Ecuador se ha dado una suma de factores. Tiene una de las comunidades de migrantes más grandes de España, que está viajando frecuentemente entre ambos países. El 29 de febrero se diagnosticó el primer caso: una mujer que viajó desde España a Guayaquil y asistió a varios eventos familiares y sociales, provocando un brote muy fuerte. Pese a que se dictó el toque de queda muchos habitantes no han respetado la cuarentena. Las razones son variadas: es un lugar con recursos limitados, sus casas son pequeñas y con techos de zinc que no logran aislarse del calor, por lo que la gente no soporta estar encerrada. Muchos han enfermado y no han logrado llegar hasta los centros de salud y han muerto en sus casas y hasta en las calles. Pero no se trata sólo de un problema social. Hay gente que tiene más recursos y tampoco ha respetado la cuarentena".
-¿Qué ha pasado con los exámenes, doctora?
-En Ecuador han hecho menos de 10 mil test PCR desde que empezó el brote, mientras que en Chile estamos cuatro veces arriba en número de test. La cantidad de exámenes es de 500 por cada millón de habitantes en Ecuador, mientras que acá el promedio es de dos mil por cada millón. Por otra parte, al principio el personal de salud no contaba con los adecuados elementos de protección personal (EPP) para evitar los contagios y eso se ha traducido en que hay mucho personal de salud contaminado.