En la calle le gritan "mala, mala", pero siempre le piden fotos para atesorar el encuentro con la antagonista de la telenovela de la hora de almuerzo que en julio cumple 3 años al aire.
-¿Qué le imprimió de usted a Eliana?
-En mi vida normal soy una mujer súper intensa, lloro y me río un montón. No sé si será por mi condición de actriz, pero vivo muy intensamente. Me gusta mucho vivir.
-¿Es catártico hacer de mala?
-Me pasan muchas cosas al preparar las escenas, pero la catarsis la vivo actuando. Claro que cuando me toca grabar con Beltrán (Izquierdo/Cristóbal), que es un niño y lo tengo que tratar tan mal, le pido perdón.
-¿Cómo fue pasar de hacer Violeta Parra a esta villana nefasta?
-Es muy entretenido, un desafío porque uno como actriz tiene que estar preparada para enfrentar los diversos personajes. De hecho, Eliana se empezó a construir de a poco con el director (Felipe Arratia) y nos dimos cuenta que era muy interesante que fuera una chica atormentada medio punketa (look que ella propuso, pero que mutó a una elegante nueva rica con prendas hechas a medida) y enamorada de su hermano (Leonardo/Carlos Díaz). Empecé a leer (el guión) y descubrí que tenía que hablar mucho sola y me preguntaba ¿cómo voy a hacer esto? Qué difícil, qué pudor. Pero ya le tomé el ritmo y me encanta Eliana, es sabroso hacerla, lo paso bien, aunque lloro un montón también.
-Pero es odiable.
-No la odio. Es duro justificarla, pero me pasaba lo mismo con Violeta al preguntarme por qué se pegó el tiro, por qué se suicidó. Pero hay que estar en los zapatos de alguien para saberlo. Después de leer muchas cartas de Violeta llegué a decir sí, poh. Acá es distinto porque es ficción y otro tipo de actuación porque esta teleserie es como de culto. Todo es al chancho. La mala es muy mala y el bueno muy bueno.
-¿Le desgasta?
-Claro, sí, poh, a veces me agoto. La escena de la muerte de Marco (Camilo Carmona, emitida el lunes 6) fue ruda. Además que yo también estaba en una época súper dura de mi vida, entonces me tocó en paralelo eso. Me pasaron cosas familiares, como la muerte de mi hermana y yo haciendo de mala. Era del canal a la casa y en todos lados despidiéndome en el fondo. Fue fuerte.
-Su personaje mató a Marco de taco alto y peluca en El Arrayán, ¿le da risa cuando se tiene que caracterizar así?
-Gracioso. Me da mucha risa. Nos morimos de la risa grabando. Con Camila Hirane y Carmen Zabala (las protagonistas) a veces tenemos que parar las escenas para poder seguir. Nos reímos de nosotras y nos hacemos bullying pero desde el cariño porque llevamos mucho tiempo juntas. Tenemos un chat grupal de todo el equipo y nos escribimos todos los días. Nos mandamos monitos y lo que estamos cocinando o leyendo.
-¿Qué le parecen los memes en torno a Eliana?
-Le han dado como caja, yo me río. La verdad es que no los miro mucho pero me llegan o me etiquetan. Es bonito, son divertidos.
-¿Su villana marca el regreso de la mala clásica a las teleseries?
-Es una súper villana a la que le pasan muchas cosas porque tiene mucha intensidad, sufre de verdad por amor. Se equivoca porque, además, está medio loca.
-¿Cómo fue el giro actoral para transformarla en desequilibrada mental?
-Es bonito porque en un momento era mala, mala. Es un respiro para mí que sea más frágil. Se siente menoscabada por las cosas que hace mal.
-¿Cuál es su malvada histórica favorita?
-Nice (Carolina Arregui) de "Ángel malo". Era súper mala, pero a la vez un ángel. Me hubiera encantado hacerla.