El doctor lan Lipkin fue asesor científico de la película "Contagio" (201 1), que
adelantó proféticamente la situación mundial del coronavirus. Nacido en Chicago
hace 67 años, es una eminencia mundial en epidemiología: enseña en la Escuela de
Salud Pública de la U. de Columbia y se le apoda "el maestro cazador de virus", por
su rapidez y métodos innovadores para su descubrimiento. Ha entrenado a más de
30 científicos en el área de virología; además, ha colaborado con la Universidad Sun
Yat Sen en China, con el gobierno chino y la OMS.
Como resultado de sus investigaciones, se ha contagiado tanto de SARS como de Covid-19. Conversamos con él virtualmente desde su oficina en Nueva York. "Los países que han tenido éxito en el control de la pandemia son Alemania, Singapur y China, que han usado con éxito los tests, pero en Estados Unidos nos hemos quedado atrás".
-¿Qué opina acerca de las actuales técnicas de contención?
-Estamos usando métodos muy antiguos para controlar la plaga: el aislamiento, lo mismo que en la Edad Media. Hasta que no tengamos una vacuna o un medicamento accesible y barato, estamos limitados. En muchos países ocurre lo mismo: la falta de epidemiología, de buenas pruebas, la poca ayuda económica para personas en nivel de pobreza para aislarlas seguramente. El virus es una amenaza internacional.
-¿Qué opina de China?
-Tratar de culpar a China no ayuda. Han sido mucho más transparentes con nosotros que en el 2003, cuando estuve activamente involucrado en el SARS. Ya dieron a conocer el informe de secuencia, el número de fallecidos... Algunos dicen que no son números reales, pero quizás ni ellos mismos lo saben, es un país enorme con 1.600 millones de personas. Por otro lado, EE.UU. tampoco tiene registros exactos; tenemos más de 4.000 sistemas separados de salud - municipal, estatal, por ciudad- que no usan la misma terminología para describir cómo se enferman las personas, por lo que no me sorprende que realmente no sepamos lo que está ocurriendo. Cuando en el 2010 el Subcomité de Investigación Biológica publicó un informe refiriéndose a este tema, nadie se interesó en publicarlo. Solo después de que se estrenó la película "Contagio" me contactaron del "New York Times" para preguntarme cómo había sido mi experiencia trabajando en la cinta; les contesté que si publicaban el informe conversaría con ellos y aceptaron. Vi esta película como una forma de mitigar el riesgo en EE.UU. y alrededor del mundo, y no como un filme de ciencia ficción.
-¿Cuánto tardaremos en disponer de una vacuna?
-Existen tres etapas para la creación de una vacuna: pruebas de seguridad, de eficacia y luego pruebas de seguridad y eficacia para un gran número de personas. Después de pasar por estas tres etapas se llega al momento de invertir en la creación y distribución. Ahora estamos en el proceso de colaboración a través del mundo que nos permitirá invertir en un reducido número de vacunas una vez que se descubran buenas candidatas, sabiendo que no todas funcionarán. Para lograrlo, se requiere asociaciones con el mundo de los académicos y gobiernos de todo el mundo. Podemos tratar de acortar la tercera etapa, adivinando y especulando basados en los resultados de las dos primeras fases. Contestando su pregunta, creo que llegaremos a la meta antes de fin de año, aunque eso es bastante optimista.
-¿Qué opina acerca de la terapia de plasma?
-La he estado empujando con mucha fuerza. Cuando viajé a China, el gobierno chino hizo la primera prueba de plasma. Justamente hoy comencé una prueba importante en el Hospital Presbiteriano de Nueva York con 450 pacientes. Puedo anticipar que dentro de 3 0 4 semanas sabremos si esta terapia tiene efecto en los pacientes que están muy enfermos y, además, si puede prevenir la enfermedad en médicos y enfermeras quienes tienen contacto directo con enfermos.
-¿Cuándo vislumbra el regreso a la normalidad?
-De cierta manera, somos los maestros de nuestro propio destino. Pronto comenzaremos a movernos hacia experiencias como los bares, restaurantes, cines o teatros; frecuentarlos será más complicado que antes. Además, identificaremos a personas que han sido expuestas al virus, quienes probablemente sean inmunes y que ahora podrán estar en primera línea como equipos de trabajadores de la salud, médicos, bomberos, policías o trabajando en otras actividades donde exista contacto con gran numero de personas. Pero no volveremos donde estábamos hace un año atrás, hasta que tengamos una vacuna que ya se haya usado ampliamente.
-¿Cree que las pandemias seguirán ocurriendo?
-Bueno, esta no es la primera pandemia. La primera que yo enfrenté fue la del SIDA; además, tuvimos una pandemia de influenza en el 2010. Esta no es la primera ni la última y no estoy seguro de que será la peor. Hace tiempo que estamos propiciando crear un Sistema Internacional de Inmunidad que nos permitirá identificar a estos agentes infecciosos antes de que se trasladen a la comunidad humana. Si tenemos éxito en controlar un brote como el que ocurrió en Sudáfrica con un virus llamado Lujo -de que casi nadie supo, aunque fue el más letal que ha existido- el público no tendrá que preocuparse y solo será un problema de salud pública. Además, espero que las personas aprendan las lecciones de los mercados de animales salvajes y de la necesidad de compartir datos en el desarrollo de vacunas, para que cuando llegue el nuevo virus estemos mejor preparados.
-Supimos que usted sufrió de coronavirus: ¿cómo lo describiría?
-Es una enfermedad muy desagradable, con fiebre alta y tos que continúa durante dos semanas. Tuve la peor jaqueca de mi vida; me sentía letárgico, fatigado y un día me faltó el aire, lo que me preocupó bastante. Al comienzo uno se siente enfermo, luego un poco mejor y después peor cuando el sistema inmunológico actúa produciendo una exageración de las moléculas que nos hacen sentirnos muy enfermos. Es en esta etapa -aproximadamente entre el día 8 la 10- cuando más enfermos terminan en la UTI al tener dificultad para respirar. Por suerte lo toleré y en teoría ahora soy inmune.
-¿Por qué cree que hay personas asintomáticas?, ¿es común en otro tipo de pandemias?
-No, es muy inusual que tantas personas sean asintomáticas. Y como el contagio ocurre antes de que desarrollen síntomas, es el periodo cuando son más contagiosos. Esta es una de las características mas extrañas de este virus. ¿Por qué? Aún no lo sabemos.
-¿Cómo fue su experiencia durante su ultimo viaje a China?
-No fui a Wuhan, sino a Guangzhou y Pekín. Los chinos tomaron este virus muy seriamente desde su aparición, usando mascarillas, guantes y distancia social, lo que actualmente se recomienda. Deberíamos haber sido proactivos como ellos. No estoy familiarizado con la situación en Chile, pero espero que su gobierno enfatice el distanciamiento social y los tests para controlar.
-¿Qué opina de la gente que asegura que este virus es una farsa?
-No existe ningún científico legítimo que crea que no se trate de un virus de origen animal. Existen siete Coronavirus que afectan a los seres humanos: cuatro de ellos son el resfriado común; el SARS, que es mortal; el MERS, que aún está activo en Medio Oriente, y este. Creo que no es bueno creer en teorías conspirativas que nos impiden enfocarnos en lo que afirman los grupos científicos como la OMS. Existen muy buenos datos en el tablero del hospital John Hopkins y en el sitio web Covidly.org.
Como resultado de sus investigaciones, se ha contagiado tanto de SARS como de Covid-19. Conversamos con él virtualmente desde su oficina en Nueva York. "Los países que han tenido éxito en el control de la pandemia son Alemania, Singapur y China, que han usado con éxito los tests, pero en Estados Unidos nos hemos quedado atrás".
-¿Qué opina acerca de las actuales técnicas de contención?
-Estamos usando métodos muy antiguos para controlar la plaga: el aislamiento, lo mismo que en la Edad Media. Hasta que no tengamos una vacuna o un medicamento accesible y barato, estamos limitados. En muchos países ocurre lo mismo: la falta de epidemiología, de buenas pruebas, la poca ayuda económica para personas en nivel de pobreza para aislarlas seguramente. El virus es una amenaza internacional.
-¿Qué opina de China?
-Tratar de culpar a China no ayuda. Han sido mucho más transparentes con nosotros que en el 2003, cuando estuve activamente involucrado en el SARS. Ya dieron a conocer el informe de secuencia, el número de fallecidos... Algunos dicen que no son números reales, pero quizás ni ellos mismos lo saben, es un país enorme con 1.600 millones de personas. Por otro lado, EE.UU. tampoco tiene registros exactos; tenemos más de 4.000 sistemas separados de salud - municipal, estatal, por ciudad- que no usan la misma terminología para describir cómo se enferman las personas, por lo que no me sorprende que realmente no sepamos lo que está ocurriendo. Cuando en el 2010 el Subcomité de Investigación Biológica publicó un informe refiriéndose a este tema, nadie se interesó en publicarlo. Solo después de que se estrenó la película "Contagio" me contactaron del "New York Times" para preguntarme cómo había sido mi experiencia trabajando en la cinta; les contesté que si publicaban el informe conversaría con ellos y aceptaron. Vi esta película como una forma de mitigar el riesgo en EE.UU. y alrededor del mundo, y no como un filme de ciencia ficción.
-¿Cuánto tardaremos en disponer de una vacuna?
-Existen tres etapas para la creación de una vacuna: pruebas de seguridad, de eficacia y luego pruebas de seguridad y eficacia para un gran número de personas. Después de pasar por estas tres etapas se llega al momento de invertir en la creación y distribución. Ahora estamos en el proceso de colaboración a través del mundo que nos permitirá invertir en un reducido número de vacunas una vez que se descubran buenas candidatas, sabiendo que no todas funcionarán. Para lograrlo, se requiere asociaciones con el mundo de los académicos y gobiernos de todo el mundo. Podemos tratar de acortar la tercera etapa, adivinando y especulando basados en los resultados de las dos primeras fases. Contestando su pregunta, creo que llegaremos a la meta antes de fin de año, aunque eso es bastante optimista.
-¿Qué opina acerca de la terapia de plasma?
-La he estado empujando con mucha fuerza. Cuando viajé a China, el gobierno chino hizo la primera prueba de plasma. Justamente hoy comencé una prueba importante en el Hospital Presbiteriano de Nueva York con 450 pacientes. Puedo anticipar que dentro de 3 0 4 semanas sabremos si esta terapia tiene efecto en los pacientes que están muy enfermos y, además, si puede prevenir la enfermedad en médicos y enfermeras quienes tienen contacto directo con enfermos.
-¿Cuándo vislumbra el regreso a la normalidad?
-De cierta manera, somos los maestros de nuestro propio destino. Pronto comenzaremos a movernos hacia experiencias como los bares, restaurantes, cines o teatros; frecuentarlos será más complicado que antes. Además, identificaremos a personas que han sido expuestas al virus, quienes probablemente sean inmunes y que ahora podrán estar en primera línea como equipos de trabajadores de la salud, médicos, bomberos, policías o trabajando en otras actividades donde exista contacto con gran numero de personas. Pero no volveremos donde estábamos hace un año atrás, hasta que tengamos una vacuna que ya se haya usado ampliamente.
-¿Cree que las pandemias seguirán ocurriendo?
-Bueno, esta no es la primera pandemia. La primera que yo enfrenté fue la del SIDA; además, tuvimos una pandemia de influenza en el 2010. Esta no es la primera ni la última y no estoy seguro de que será la peor. Hace tiempo que estamos propiciando crear un Sistema Internacional de Inmunidad que nos permitirá identificar a estos agentes infecciosos antes de que se trasladen a la comunidad humana. Si tenemos éxito en controlar un brote como el que ocurrió en Sudáfrica con un virus llamado Lujo -de que casi nadie supo, aunque fue el más letal que ha existido- el público no tendrá que preocuparse y solo será un problema de salud pública. Además, espero que las personas aprendan las lecciones de los mercados de animales salvajes y de la necesidad de compartir datos en el desarrollo de vacunas, para que cuando llegue el nuevo virus estemos mejor preparados.
-Supimos que usted sufrió de coronavirus: ¿cómo lo describiría?
-Es una enfermedad muy desagradable, con fiebre alta y tos que continúa durante dos semanas. Tuve la peor jaqueca de mi vida; me sentía letárgico, fatigado y un día me faltó el aire, lo que me preocupó bastante. Al comienzo uno se siente enfermo, luego un poco mejor y después peor cuando el sistema inmunológico actúa produciendo una exageración de las moléculas que nos hacen sentirnos muy enfermos. Es en esta etapa -aproximadamente entre el día 8 la 10- cuando más enfermos terminan en la UTI al tener dificultad para respirar. Por suerte lo toleré y en teoría ahora soy inmune.
-¿Por qué cree que hay personas asintomáticas?, ¿es común en otro tipo de pandemias?
-No, es muy inusual que tantas personas sean asintomáticas. Y como el contagio ocurre antes de que desarrollen síntomas, es el periodo cuando son más contagiosos. Esta es una de las características mas extrañas de este virus. ¿Por qué? Aún no lo sabemos.
-¿Cómo fue su experiencia durante su ultimo viaje a China?
-No fui a Wuhan, sino a Guangzhou y Pekín. Los chinos tomaron este virus muy seriamente desde su aparición, usando mascarillas, guantes y distancia social, lo que actualmente se recomienda. Deberíamos haber sido proactivos como ellos. No estoy familiarizado con la situación en Chile, pero espero que su gobierno enfatice el distanciamiento social y los tests para controlar.
-¿Qué opina de la gente que asegura que este virus es una farsa?
-No existe ningún científico legítimo que crea que no se trate de un virus de origen animal. Existen siete Coronavirus que afectan a los seres humanos: cuatro de ellos son el resfriado común; el SARS, que es mortal; el MERS, que aún está activo en Medio Oriente, y este. Creo que no es bueno creer en teorías conspirativas que nos impiden enfocarnos en lo que afirman los grupos científicos como la OMS. Existen muy buenos datos en el tablero del hospital John Hopkins y en el sitio web Covidly.org.