El miércoles pasado, cuando Mirko Jozic cumplió 80 años, la celebración no fue lo
que Lana, su hija, quería. "Mi marido Tonci y yo somos de celebrar, de hacer fiestas y
queríamos hacer algo grande para celebrar a mi papá. Pero no pudimos. Estamos
fuera de Zagreb, en Zadar, en la costa dálmata, por la cuarentena. Así que el
cumpleaños fue muy íntimo. Como le gusta a mi papá, que no es dado a las fiestas",
cuenta.
-¿Cómo fue ese cumpleaños?
-Estuvimos Tonci, yo, mis hijos Mateo e Ivano, y mi papá. Nadie más. Mi papá celebró comiendo torta de crema tiramisú, con bizcocho y nueces, que yo le hice, y con una copa de vino tinto con agua, como se toma el vino aquí en Croacia. Sé que esto es una aberración para los chilenos, jajajá, pero así es acá.
-¿Qué le regalaron?
-Le compramos una linda chaqueta, de esas livianas, porque aquí empezamos la primavera. A mi papá le encantó.
-¿Por qué Mirko no habla con la prensa?
-Es una decisión que tomó hace años, no sé la razón. Él, de hecho, en estos momentos está al lado mío y pide que salude a todo el pueblo colocolino y chileno. Ah, y dice por favor que le diga lo siguiente: "Entre Colo Colo y yo este mes cumplimos 175 años de vida". Él sabe que el 19 de abril el club celebrará sus 95 años y sumó las dos cifras.
-¿Cuándo decidió Mirko alejarse del fútbol?
-Exactamente hace doce años, en 2008, cuando nació Mateo, su primer nieto. Fue como un golpe de emoción para él. Desde ese momento dijo que quería dedicarle el tiempo a su nieto. Y fue en serio, porque hasta le cambiaba pañales, le daba comida, jugaba con él. Luego nació Ivano y fue lo mismo.
-¿Es un abuelo consentidor?
-Sí, pero también es bien estricto y los disciplina. Como era conmigo y con sus jugadores (ríe). En especial con las tareas del colegio. Pero es cierto que los consiente harto y juega con ellos. Les cocina. Hasta se ha subido a motos de jet sky con ellos, lo que es un logro.
-¿Juega fútbol o ve partidos con ellos?
-Con Mateo no, porque no le gusta el fútbol. No es muy deportista, aunque ahora, como creció y está alto, está jugando algo de básquetbol. Ivano sí es más futbolero y, según mi papá, tiene condiciones. Por ahí podría prolongarse la dinastía Jozic (ríe). Además, ven los partidos y ahí se suma mi marido, que también fue futbolista.
-¿Lo dirigió su papá y ahí se conocieron?
-Jajajá... Fue muy divertido porque mi papá dirigió a Tonci en Hajduk Split. Él era sub 16 y mi papá lo llamó al primer equipo. Pero ahí no lo conocí. íbamos al mismo colegio, éramos vecinos en el barrio, y tampoco lo conocí. Nos vimos por primera vez cuando yo trabajé en la Federación croata con su hermano, que es entrenador y nos presentó.
-¿Usted sigue en la Federación?
-No, hoy me dedico más a la casa. Yo soy actriz de profesión, pero no hay muchas opciones de trabajo porque me gusta más el teatro. En 2012 viajé a Chile con la idea de trabajar allá, en las teleseries, que son muy populares en Croacia. Pero como no tenía contactos, no tuve opciones y me devolví a los tres meses.
-¿Por qué no han vuelto a Chile?
-Tenemos muchas ganas, pero queremos hacerlo en familia y no se ha podido. Tenemos muchos amigos allá. Con la familia Menichetti mantenemos contacto. Con Marcelo Oyarzún también. Y yo tengo amigas de la época en que estudié allá, en el colegio Compañía de María.
-¿Mirko habla con sus ex jugadores?
-Poco, pero a cada rato habla de ellos por cualquier cosa que se acuerda.
-Siempre decían que el Pato Yáñez era su regalón.
-Mi papá se acuerda mucho del Pato y también del Coca Mendoza. Pero habla de Barti, de Vilches, de Margas, de Pizarro. A todos los considera sus hijos.
-¿Sigue los partidos de Colo Colo?
-Sí, por internet, aunque no todos porque, de repente, son en la madrugada. Pero está muy al tanto. Sufre harto cuando le va mal, pero no lo manifiesta. Es muy para adentro.
-¿Cómo fue ese cumpleaños?
-Estuvimos Tonci, yo, mis hijos Mateo e Ivano, y mi papá. Nadie más. Mi papá celebró comiendo torta de crema tiramisú, con bizcocho y nueces, que yo le hice, y con una copa de vino tinto con agua, como se toma el vino aquí en Croacia. Sé que esto es una aberración para los chilenos, jajajá, pero así es acá.
-¿Qué le regalaron?
-Le compramos una linda chaqueta, de esas livianas, porque aquí empezamos la primavera. A mi papá le encantó.
-¿Por qué Mirko no habla con la prensa?
-Es una decisión que tomó hace años, no sé la razón. Él, de hecho, en estos momentos está al lado mío y pide que salude a todo el pueblo colocolino y chileno. Ah, y dice por favor que le diga lo siguiente: "Entre Colo Colo y yo este mes cumplimos 175 años de vida". Él sabe que el 19 de abril el club celebrará sus 95 años y sumó las dos cifras.
-¿Cuándo decidió Mirko alejarse del fútbol?
-Exactamente hace doce años, en 2008, cuando nació Mateo, su primer nieto. Fue como un golpe de emoción para él. Desde ese momento dijo que quería dedicarle el tiempo a su nieto. Y fue en serio, porque hasta le cambiaba pañales, le daba comida, jugaba con él. Luego nació Ivano y fue lo mismo.
-¿Es un abuelo consentidor?
-Sí, pero también es bien estricto y los disciplina. Como era conmigo y con sus jugadores (ríe). En especial con las tareas del colegio. Pero es cierto que los consiente harto y juega con ellos. Les cocina. Hasta se ha subido a motos de jet sky con ellos, lo que es un logro.
-¿Juega fútbol o ve partidos con ellos?
-Con Mateo no, porque no le gusta el fútbol. No es muy deportista, aunque ahora, como creció y está alto, está jugando algo de básquetbol. Ivano sí es más futbolero y, según mi papá, tiene condiciones. Por ahí podría prolongarse la dinastía Jozic (ríe). Además, ven los partidos y ahí se suma mi marido, que también fue futbolista.
-¿Lo dirigió su papá y ahí se conocieron?
-Jajajá... Fue muy divertido porque mi papá dirigió a Tonci en Hajduk Split. Él era sub 16 y mi papá lo llamó al primer equipo. Pero ahí no lo conocí. íbamos al mismo colegio, éramos vecinos en el barrio, y tampoco lo conocí. Nos vimos por primera vez cuando yo trabajé en la Federación croata con su hermano, que es entrenador y nos presentó.
-¿Usted sigue en la Federación?
-No, hoy me dedico más a la casa. Yo soy actriz de profesión, pero no hay muchas opciones de trabajo porque me gusta más el teatro. En 2012 viajé a Chile con la idea de trabajar allá, en las teleseries, que son muy populares en Croacia. Pero como no tenía contactos, no tuve opciones y me devolví a los tres meses.
-¿Por qué no han vuelto a Chile?
-Tenemos muchas ganas, pero queremos hacerlo en familia y no se ha podido. Tenemos muchos amigos allá. Con la familia Menichetti mantenemos contacto. Con Marcelo Oyarzún también. Y yo tengo amigas de la época en que estudié allá, en el colegio Compañía de María.
-¿Mirko habla con sus ex jugadores?
-Poco, pero a cada rato habla de ellos por cualquier cosa que se acuerda.
-Siempre decían que el Pato Yáñez era su regalón.
-Mi papá se acuerda mucho del Pato y también del Coca Mendoza. Pero habla de Barti, de Vilches, de Margas, de Pizarro. A todos los considera sus hijos.
-¿Sigue los partidos de Colo Colo?
-Sí, por internet, aunque no todos porque, de repente, son en la madrugada. Pero está muy al tanto. Sufre harto cuando le va mal, pero no lo manifiesta. Es muy para adentro.