El Ministerio de Salud comunicó que a partir del próximo viernes se aplicará el test
de la inmunoglobulina g (IGG) a pacientes contagiados de Covid-19 que ya no
presenten síntomas de la enfermedad para determinar si son capaces de transmitir
eventualmente la infección a terceros.
La decisión se tomó a sugerencia del consejo de inmunólogos que asesora a esta cartera, tras concluir que dicho examen es más eficiente que la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para definir los plazos. El ministro Jaime Mañalich indicó este lunes que si bien los contagiados por coronavirus desarrollan anticuerpos "no sabemos cuánto dura esa inmunidad" y destacó que el test de IGG "permite asegurar que no son infectantes y que están recuperados, al menos por los próximos tres a cuatro meses".
El consejo asesor de inmunólogos estableció varios criterios al respecto. Por ejemplo, si una persona presentó contagio leve, en su hogar o en el hospital y sin síntomas, se usará la fecha del diagnóstico para ser declarada como "no infectante". Asimismo, los pacientes dados de alta y que mantienen síntomas residuales serán considerados "no infectantes" desde la fecha del alta. Y en el caso de los inmunodeprimidos, como los portadores de VIH, además de quienes tienen enfermedades de base, serán considerados "no infectantes" 28 días después del inicio de los síntomas o el diagnóstico.
El doctor Claudio Figueroa, microbiólogo y académico de la Universidad San Sebastián, plantea que "el test de inmunoglobulina indica qué tan activo está el sistema inmune frente a una enfermedad". Agrega que en una muestra de sangre se puede medir la cantidad de anticuerpos contra el estado inmunológico de la persona.
"Lo que detecta el PCR es si está la partícula del material genético del virus en la persona, pero eso no implica necesariamente que ella esté infecciosa. La inmunoglobulina g te dice algo que el test del PCR no te dice, que es cómo la persona ha respondido frente al virus", destaca Figueroa.
El doctor Jaime de Calisto, académico de la Escuela de Biotecnología de la Universidad Mayor, dice que nuestro cuerpo produce una respuesta primario frente a virus y bacterias del tipo inmunoglobulina m y que luego se cambia a una más específica que se denomina inmunoglobulina g. "Esa respuesta tarda un poco más en desarrollarse, por lo tanto cuando detectamos IGG es una respuesta inmune ya consolidada", sostiene De Calisto, quien en todo caso es partidario de combinar el PCR con el IGG y con "ambos resultados ir descartando los falsos positivos y los falsos negativos". Agrega que el IGG "va a detectar si la persona realizó efectivamente una respuesta inmune al virus y, si ya no tiene síntomas, lo más probable es que esa persona, entre comillas, se haya sanado".
La decisión se tomó a sugerencia del consejo de inmunólogos que asesora a esta cartera, tras concluir que dicho examen es más eficiente que la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para definir los plazos. El ministro Jaime Mañalich indicó este lunes que si bien los contagiados por coronavirus desarrollan anticuerpos "no sabemos cuánto dura esa inmunidad" y destacó que el test de IGG "permite asegurar que no son infectantes y que están recuperados, al menos por los próximos tres a cuatro meses".
El consejo asesor de inmunólogos estableció varios criterios al respecto. Por ejemplo, si una persona presentó contagio leve, en su hogar o en el hospital y sin síntomas, se usará la fecha del diagnóstico para ser declarada como "no infectante". Asimismo, los pacientes dados de alta y que mantienen síntomas residuales serán considerados "no infectantes" desde la fecha del alta. Y en el caso de los inmunodeprimidos, como los portadores de VIH, además de quienes tienen enfermedades de base, serán considerados "no infectantes" 28 días después del inicio de los síntomas o el diagnóstico.
El doctor Claudio Figueroa, microbiólogo y académico de la Universidad San Sebastián, plantea que "el test de inmunoglobulina indica qué tan activo está el sistema inmune frente a una enfermedad". Agrega que en una muestra de sangre se puede medir la cantidad de anticuerpos contra el estado inmunológico de la persona.
"Lo que detecta el PCR es si está la partícula del material genético del virus en la persona, pero eso no implica necesariamente que ella esté infecciosa. La inmunoglobulina g te dice algo que el test del PCR no te dice, que es cómo la persona ha respondido frente al virus", destaca Figueroa.
El doctor Jaime de Calisto, académico de la Escuela de Biotecnología de la Universidad Mayor, dice que nuestro cuerpo produce una respuesta primario frente a virus y bacterias del tipo inmunoglobulina m y que luego se cambia a una más específica que se denomina inmunoglobulina g. "Esa respuesta tarda un poco más en desarrollarse, por lo tanto cuando detectamos IGG es una respuesta inmune ya consolidada", sostiene De Calisto, quien en todo caso es partidario de combinar el PCR con el IGG y con "ambos resultados ir descartando los falsos positivos y los falsos negativos". Agrega que el IGG "va a detectar si la persona realizó efectivamente una respuesta inmune al virus y, si ya no tiene síntomas, lo más probable es que esa persona, entre comillas, se haya sanado".