Los síntomas más comunes del covid-19 son, a estas alturas de la pandemia,
archiconocidos por todos: fiebre sobre 37,8 grados, tos, dolor de garganta, cefalea y,
en los casos más graves, dificultades respiratorias. Pero existen otras señales
menos frecuentes que se han ido reportando a medida que se sabe más de la
enfermedad, como es, por ejemplo, la pérdida del olfato o anosmia.
El último de los síntomas que se han sumado a esta lista secundaria lo entregó la Academia Americana de Oftalmología (AAO), que dio cuenta de una serie de estudios que demostraban que algunos de los contagiados tuvieron conjuntivitis, la mayoría de ellos después de la aparición de otros síntomas, aunque en algunos casos se presentó como el primer síntoma de todos.
O como explica el oftalmólogo Arturo Grau, académico de la Universidad Católica, "puede darse el caso de que una persona contagiada tenga conjuntivitis y no tener ningún síntoma respiratorio, y que después de diez días le aparezcan la fiebre y la tos".
Por lo mismo, la AAO emitió una alerta a los oftalmólogos norteamericanos para que, en caso de toparse con un paciente con conjuntivitis y tos, lo hagan protegiéndose la nariz, boca y ojos.
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, una delgada membrana que recubre el área blanca de los ojos y la parte interna del párpado. Su sintomatología varía dependiendo del agente que lo provoca. En la conjuntivitis bacteriana, por ejemplo, se produce una secreción amarillenta y pegajosa que se concentra en el ángulo interno del ojo y que algunas veces, por su abundancia, provoca que los párpados se peguen al despertar. La conjuntivitis viral, como la que produce el coronavirus, produce ojos rojos, ardor, lagrimeo y picazón.
Claro que hay que actuar con cautela y no asociar una conjuntivistis necesariamente con el covid-19. "Cualquier infección viral puede dar conjuntivitis", advierte Grau. "El adenovirus, por ejemplo, es muy contagioso en niños y son verdaderas epidemias las que se producen todos los años de conjuntivitis por adenovirus".
Síntomas asociados a la conjuntivitis, y que se han reportado en pacientes con covid-19, son la visión borrosa ("si está todo inflamado, es lógico que afecte la visión"), y los ojos rojos. El oftalmólogo de la UC cita un caso algo anecdótico, pero muy gráfico: "Una enfermera norteamericana comentó en una publicación que muchos de los pacientes que atendía tenían los ojos rojos, como si estuviesen alérgicos".
Grau agrega que otro estudio logró demostrar que el virus puede estar presente en la lágrima, lo que lo convierte en una insospechada fuente de contagio.
"Cuando vemos pacientes con conjuntivitis viral, se pueden dar dos escenarios: si la conjuntivitis viene asociada con síntomas respiratorios o de resfrío o si se presenta sola. Si el paciente está resfriado, es más fácil, porque uno le explica que si tose o estornuda, va a contagiar a otros. Pero cuando uno tiene conjuntivitis viral y no está resfriado, tiene que tener cuidado de no tocarse los ojos, porque el virus va a quedar en las manos y lo va a traspasar al resto depositándolo en las superficies".
Maurizio Ruiz, médico broncopulmonar, académico de la Universidad de Chile y que atiende a pacientes con covid-19, aclara que la aparición de la conjuntivitis como síntoma puede resultar útil para orientar un diagnóstico por coronavirus, pero que la última palabra siempre la tendrá la prueba de laboratorio. "El covid-19 no se puede diagnosticar en base a los síntomas, porque sus síntomas son muy comunes a las enfermedades virales. La única manera de comprobarlo es, por ejemplo, una imagen radiológica bastante sugerente de coronavirus. Los síntomas son orientativos, no suficientes por sí mismos".
El último de los síntomas que se han sumado a esta lista secundaria lo entregó la Academia Americana de Oftalmología (AAO), que dio cuenta de una serie de estudios que demostraban que algunos de los contagiados tuvieron conjuntivitis, la mayoría de ellos después de la aparición de otros síntomas, aunque en algunos casos se presentó como el primer síntoma de todos.
O como explica el oftalmólogo Arturo Grau, académico de la Universidad Católica, "puede darse el caso de que una persona contagiada tenga conjuntivitis y no tener ningún síntoma respiratorio, y que después de diez días le aparezcan la fiebre y la tos".
Por lo mismo, la AAO emitió una alerta a los oftalmólogos norteamericanos para que, en caso de toparse con un paciente con conjuntivitis y tos, lo hagan protegiéndose la nariz, boca y ojos.
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, una delgada membrana que recubre el área blanca de los ojos y la parte interna del párpado. Su sintomatología varía dependiendo del agente que lo provoca. En la conjuntivitis bacteriana, por ejemplo, se produce una secreción amarillenta y pegajosa que se concentra en el ángulo interno del ojo y que algunas veces, por su abundancia, provoca que los párpados se peguen al despertar. La conjuntivitis viral, como la que produce el coronavirus, produce ojos rojos, ardor, lagrimeo y picazón.
Claro que hay que actuar con cautela y no asociar una conjuntivistis necesariamente con el covid-19. "Cualquier infección viral puede dar conjuntivitis", advierte Grau. "El adenovirus, por ejemplo, es muy contagioso en niños y son verdaderas epidemias las que se producen todos los años de conjuntivitis por adenovirus".
Síntomas asociados a la conjuntivitis, y que se han reportado en pacientes con covid-19, son la visión borrosa ("si está todo inflamado, es lógico que afecte la visión"), y los ojos rojos. El oftalmólogo de la UC cita un caso algo anecdótico, pero muy gráfico: "Una enfermera norteamericana comentó en una publicación que muchos de los pacientes que atendía tenían los ojos rojos, como si estuviesen alérgicos".
Grau agrega que otro estudio logró demostrar que el virus puede estar presente en la lágrima, lo que lo convierte en una insospechada fuente de contagio.
"Cuando vemos pacientes con conjuntivitis viral, se pueden dar dos escenarios: si la conjuntivitis viene asociada con síntomas respiratorios o de resfrío o si se presenta sola. Si el paciente está resfriado, es más fácil, porque uno le explica que si tose o estornuda, va a contagiar a otros. Pero cuando uno tiene conjuntivitis viral y no está resfriado, tiene que tener cuidado de no tocarse los ojos, porque el virus va a quedar en las manos y lo va a traspasar al resto depositándolo en las superficies".
Maurizio Ruiz, médico broncopulmonar, académico de la Universidad de Chile y que atiende a pacientes con covid-19, aclara que la aparición de la conjuntivitis como síntoma puede resultar útil para orientar un diagnóstico por coronavirus, pero que la última palabra siempre la tendrá la prueba de laboratorio. "El covid-19 no se puede diagnosticar en base a los síntomas, porque sus síntomas son muy comunes a las enfermedades virales. La única manera de comprobarlo es, por ejemplo, una imagen radiológica bastante sugerente de coronavirus. Los síntomas son orientativos, no suficientes por sí mismos".