Al otro lado del teléfono está la célebre voz de Pato Frez. Locutor y presentador de
radio, pastor evangélico y bailarín excelso del hit "La mayonesa". Pero
lamentablemente, también, enfermo de cáncer de hígado y actual interno en la
clínica San Carlos de Apoquindo por dar positivo -hace dos semanas- en el
diagnóstico de Covid-19.
-Buenos días, Patooo.
-Buenos díaaas.
-¿Cómo va todo en la clínica?
-He estado bastante bien. Con harto porcentaje de posibilidades de que mañana (viernes) me den de alta porque ya no tengo el coronavirus. Así que mañana regresaré a mi casa, en cuarentena obviamente, durante catorce días.
-Está con tos eso sí...
-No, no. Es una carraspera, de viejo nomás. Estoy muy bien, estoy bastante bien. Ya me hicieron todos los exámenes del tórax y de todas las otras cuestiones. Y mañana, al mediodía, me estarían dando de alta.
-¿Qué ha hecho para distraerse estas semanas?
-Pensar, reflexionar, orar. También ver televisión, ver algunas películas repetidas.
-¿Cuáles ha visto?
"La momia (1999)", jajajá; "Avión presidencial" (1997). Pero ya las había visto muchas veces.
-¿Y no tiene Netfiix?
-Sí, pero en casa. Acá solo tv cable. Veo HBO y Fox. También veo y leo hartas noticias: me informo de lo que está pasando en el mundo.
-¿Y cómo ve el panorama?
-Necesitamos unirnos más que nunca, que dejemos nuestras diferencias a un lado y nos unamos en un solo propósito, en un solo objetivo, que es la salud de todos. Pucha que nos cuesta entender eso. Así como a un grupo de gente que le cuesta entender que no hay que reunirse, agruparse, salir. Por favor bajen sus espadas, sus cañones, sus balas, y por favor jueguen a favor de todas las personas. El caso mío era bastante complicado. Yo tengo cáncer hepático, hipertensión, un montón de cosas.
-¿Qué ha aprendido de todo este proceso?
-Que lo único que tenemos seguro en la vida es la muerte... Tanta cuestión por lograr el éxito, por lograr la fama, lograr aquí, lograr allá. Yo siempre fui un trabajador en las comunicaciones. Nunca me creí el cuento de la estrellita.
-De hecho, usted estuvo mucho tiempo detrás de cámara, se mantuvo en el anonimato por veinte años.
-Claro, era locutor en off. Por lo tanto creo que la reflexión que viene es valorar a las personas, a la familia, a las verdaderas amistades. Tantas cosas que las pasamos por alto.
-¿Qué planes tiene para la cuarentena?
-A esta edad uno no necesita entretenerse mucho. Descansar, leer, ver películas, conversar con los amigos a través de esta tecnología que tenemos ahora.
-¿Qué aplicación ocupa en la clínica para comunicarse?
-Tengo FaceTime, WhatsApp y Skype.
-¿Tiene buena conexión allá?
-Lo que permite mi portador nomás. De repente, cuando está muy mala, me meto al wi-fi de la clínica, que es libre. La verdad es que he estado solo, pero a veces es bueno también estar solo para reflexionar.
-¿Qué ha reflexionado?
-Que lo mayor que tengo en la vida es el don de la fe... Mi padre fue misionero, fue pastor, por lo tanto siempre he estado ligado a esto. Pero ahora lo descubrí en carne propia. Y estoy muy agradecido.
-¿Por qué tanto?
-Yo soy Fonasa. Estoy acá por un estudio clínico de mi cáncer. Me ofrecí para poder ser estudiado, para que me prueben drogas nuevas, que mandan de Alemania, de Estados Unidos. Y por eso me vine para acá, porque tuve una descompensación al hígado. Y al tomarme la temperatura me encontraron que tenía coronavirus. El médico me decía que era muy difícil salvarme. Pero no me pasó nada. Y no digo que sea un privilegiado. Estoy preparado para morir.
-Buenos días, Patooo.
-Buenos díaaas.
-¿Cómo va todo en la clínica?
-He estado bastante bien. Con harto porcentaje de posibilidades de que mañana (viernes) me den de alta porque ya no tengo el coronavirus. Así que mañana regresaré a mi casa, en cuarentena obviamente, durante catorce días.
-Está con tos eso sí...
-No, no. Es una carraspera, de viejo nomás. Estoy muy bien, estoy bastante bien. Ya me hicieron todos los exámenes del tórax y de todas las otras cuestiones. Y mañana, al mediodía, me estarían dando de alta.
-¿Qué ha hecho para distraerse estas semanas?
-Pensar, reflexionar, orar. También ver televisión, ver algunas películas repetidas.
-¿Cuáles ha visto?
"La momia (1999)", jajajá; "Avión presidencial" (1997). Pero ya las había visto muchas veces.
-¿Y no tiene Netfiix?
-Sí, pero en casa. Acá solo tv cable. Veo HBO y Fox. También veo y leo hartas noticias: me informo de lo que está pasando en el mundo.
-¿Y cómo ve el panorama?
-Necesitamos unirnos más que nunca, que dejemos nuestras diferencias a un lado y nos unamos en un solo propósito, en un solo objetivo, que es la salud de todos. Pucha que nos cuesta entender eso. Así como a un grupo de gente que le cuesta entender que no hay que reunirse, agruparse, salir. Por favor bajen sus espadas, sus cañones, sus balas, y por favor jueguen a favor de todas las personas. El caso mío era bastante complicado. Yo tengo cáncer hepático, hipertensión, un montón de cosas.
-¿Qué ha aprendido de todo este proceso?
-Que lo único que tenemos seguro en la vida es la muerte... Tanta cuestión por lograr el éxito, por lograr la fama, lograr aquí, lograr allá. Yo siempre fui un trabajador en las comunicaciones. Nunca me creí el cuento de la estrellita.
-De hecho, usted estuvo mucho tiempo detrás de cámara, se mantuvo en el anonimato por veinte años.
-Claro, era locutor en off. Por lo tanto creo que la reflexión que viene es valorar a las personas, a la familia, a las verdaderas amistades. Tantas cosas que las pasamos por alto.
-¿Qué planes tiene para la cuarentena?
-A esta edad uno no necesita entretenerse mucho. Descansar, leer, ver películas, conversar con los amigos a través de esta tecnología que tenemos ahora.
-¿Qué aplicación ocupa en la clínica para comunicarse?
-Tengo FaceTime, WhatsApp y Skype.
-¿Tiene buena conexión allá?
-Lo que permite mi portador nomás. De repente, cuando está muy mala, me meto al wi-fi de la clínica, que es libre. La verdad es que he estado solo, pero a veces es bueno también estar solo para reflexionar.
-¿Qué ha reflexionado?
-Que lo mayor que tengo en la vida es el don de la fe... Mi padre fue misionero, fue pastor, por lo tanto siempre he estado ligado a esto. Pero ahora lo descubrí en carne propia. Y estoy muy agradecido.
-¿Por qué tanto?
-Yo soy Fonasa. Estoy acá por un estudio clínico de mi cáncer. Me ofrecí para poder ser estudiado, para que me prueben drogas nuevas, que mandan de Alemania, de Estados Unidos. Y por eso me vine para acá, porque tuve una descompensación al hígado. Y al tomarme la temperatura me encontraron que tenía coronavirus. El médico me decía que era muy difícil salvarme. Pero no me pasó nada. Y no digo que sea un privilegiado. Estoy preparado para morir.