Considerando que la conciencia ecológica alteró las prioridades industriales de
buena parte del mundo, la mayoría de los aparatos electrónicos que tenemos vienen
con varios trucos para disminuir el consumo energético.
Eso incluye a los refrigeradores, que pese a los esfuerzos siguen liderando todos los rankings de electrodomésticos que más energía consumen. ¿Por qué? Pues a diferencia de planchas, computadores y sandwicheras, es el único que está todo el día funcionando.
Y funcionando mal, porque además del tiempo que la puerta pasa abierta mientras vemos "qué hay para comer", muchas personas tienen la mala costumbre de meter recipientes calientes en el interior, algo que es mucho peor que la tontera de la puerta.
¿Por qué tan estricto?
"La energía calorífica de esa olla caliente es muy superior al aire a temperatura ambiente que entra brevemente", explica.
Esto incide directamente en cuánta energía tendrá que consumir el compresor para retomar la temperatura de cuatro grados Celsius que requieren los refrigeradores. ¿Qué es el compresor, dice usted? Siga leyendo.
Los dos primeros funcionan extrayendo la temperatura de la zona fría -el interior del refrigerador- mediante un sistema de tuberías, mientras el condensador controla la temperatura y la saca al ambiente.
"El calor que sale por el condensador, que está ubicado en la zona posterior del refrigerador, es la suma del calor que le quita a los alimentos más la energía que consume el compresor", explica Díaz.
Entonces, cuando se abre la puerta del refrigerador sube la temperatura en la zona fría. Eso activa al compresor, que ordena al condensador y al evaporador sacar ese calor extra para mantener el equipo a la temperatura correcta.
"Cuando abres las puertas, el refrigerador detecta que pierde energía y este compresor se activa automáticamente", agrega Leonardo Miranda, master trainer de línea blanca de Samsung Electronics Chile.
Esta diferencia es infinitamente mayor con una olla que los míseros diez segundos en que estuvo la puerta abierta.
"El ambiente está a 20 a 25 grados Celsius en la tarde, pero una olla está sobre los 40 grados por lo menos. Entonces el evaporador tiene que remover mucho calor. Como trabajan por diferencias de temperatura, el compresor mide otra diferencia de temperatura, entonces el sistema entero trabaja en condiciones para las que no está diseñado", agrega Díaz.
"La temperatura del lugar interviene mucho. Si al abrir la puerta 'entra' aire más caliente, luego le cuesta más sacar ese calor", explica.
Por eso, a la hora de instalar el refrigerador, es clave ubicarlo lejos de fuentes de calor, como pueden ser la lavadora o el horno en la cocina.
Eso incluye a los refrigeradores, que pese a los esfuerzos siguen liderando todos los rankings de electrodomésticos que más energía consumen. ¿Por qué? Pues a diferencia de planchas, computadores y sandwicheras, es el único que está todo el día funcionando.
Y funcionando mal, porque además del tiempo que la puerta pasa abierta mientras vemos "qué hay para comer", muchas personas tienen la mala costumbre de meter recipientes calientes en el interior, algo que es mucho peor que la tontera de la puerta.
La olla y la puerta
"Si hubiera que elegir, abre la nevera lo que quieras, pero no metas cosas calientes nunca", dice categóricamente Miquel Corbí, director editorial del portal especializado en tecnología de consumo Webedia España, que hace un tiempo investigó cuánta energía extra gasta el refrigerador por abrir la puerta como desaforados.¿Por qué tan estricto?
"La energía calorífica de esa olla caliente es muy superior al aire a temperatura ambiente que entra brevemente", explica.
Esto incide directamente en cuánta energía tendrá que consumir el compresor para retomar la temperatura de cuatro grados Celsius que requieren los refrigeradores. ¿Qué es el compresor, dice usted? Siga leyendo.
El sistema
"En el refrigerador hay tres componentes clave en su funcionamiento: el condensador, el evaporador y el compresor", explica Andrés Díaz, doctor en Ingeniería Mecánica y director de escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales.Los dos primeros funcionan extrayendo la temperatura de la zona fría -el interior del refrigerador- mediante un sistema de tuberías, mientras el condensador controla la temperatura y la saca al ambiente.
"El calor que sale por el condensador, que está ubicado en la zona posterior del refrigerador, es la suma del calor que le quita a los alimentos más la energía que consume el compresor", explica Díaz.
Entonces, cuando se abre la puerta del refrigerador sube la temperatura en la zona fría. Eso activa al compresor, que ordena al condensador y al evaporador sacar ese calor extra para mantener el equipo a la temperatura correcta.
"Cuando abres las puertas, el refrigerador detecta que pierde energía y este compresor se activa automáticamente", agrega Leonardo Miranda, master trainer de línea blanca de Samsung Electronics Chile.
Esta diferencia es infinitamente mayor con una olla que los míseros diez segundos en que estuvo la puerta abierta.
"El ambiente está a 20 a 25 grados Celsius en la tarde, pero una olla está sobre los 40 grados por lo menos. Entonces el evaporador tiene que remover mucho calor. Como trabajan por diferencias de temperatura, el compresor mide otra diferencia de temperatura, entonces el sistema entero trabaja en condiciones para las que no está diseñado", agrega Díaz.
Igual, hay que cerrar rápido
Por algunas semanas, el español Miquel Corbí calculó día tras día cuanta energía extra gasta un refrigerador solo por abrir más veces las puertas. En sus resultados si bien identifica un alza cercana al 20% de consumo de energía eléctrica solo por abrir la puerta más veces de la cuenta, el factor más importante es la ubicación del equipo."La temperatura del lugar interviene mucho. Si al abrir la puerta 'entra' aire más caliente, luego le cuesta más sacar ese calor", explica.
Por eso, a la hora de instalar el refrigerador, es clave ubicarlo lejos de fuentes de calor, como pueden ser la lavadora o el horno en la cocina.