En reuniones familiares y asados con amigos, el comentario siempre ha sido
unánime: "Es el mejor pisco sour". Los piropos recurrentes son para el popular trago
que hace Eduardo de la Iglesia. Así que al animador de "Hola Chile", de La Red, se le
ocurrió vender su receta con reparto a domicilio.
"Como la mayoría de los chilenos tengo una familia de tres hijos, más mi perro Capitán, la hipoteca de la casa, deudas con bancos, casas comerciales, cuentas de agua, luz y gas que pagar, y en el canal nos bajaron el sueldo a un 40 por ciento por esta crisis. Tengo que parar a olla, así que tuve que ingeniármelas", comenta.
Primero se le ocurrió vender cosas para comer, como galletones, pero de pronto se le prendió la ampolleta: "Me dije hago buen pisco sour . Le conté a mi hermano, Leo de la Iglesia, que tiene su restaurante La Caperucita y el Lobo, parado en Valparaíso, y me dijo démosle nomás".
El fin de semana anterior empezó con su pyme, en la que se puede encargar escribiéndole a su Instagram, @eduardodelaiglesia.
La planilla Excell que revisó este domingo en su computador arrojó buenas cifras: en la primera partida vendió 52 botellas de litro, a $10.000 cada una. Ya para este fin de semana llegaron a 60 y para el próximo, que es el día de la madre, tiene 30 agendados desde ya.
-¿Cómo prendió tanto el negocio, Eduardo?
-Tenemos un chat de apoderados del colegio de los niños que se llama datos. Puse que estaba vendiendo pisco sour y primero me pidieron siete y se fue corriendo la voz. Esto es puro boca a boca. Algunos amigos conocidos también me compraron como Camila Stuardo y Juan Pablo Queraltó. También hago repartos a todas partes de Santiago.
-¿A qué hora reparte? Pensando que también tiene trabajo en el canal.
-El reparto es la parte más pesada. El viernes, por ejemplo, estuve desde las 8:00 de la mañana hasta las 22:00 horas. Además me demoro porque la gente es súper buena onda entonces me pide saludos, fotos o nos quedamos conversando. Y ahora como el "Hola Chile" lo cambiaron para las tardes voy a repartir en las mañanas.
-Ya y ahora lo importante: ¿cuál es la receta?
-Es una receta que mi mamá hacía y que mi papá siguió haciendo y yo repliqué. Bueno tiene un pisco especial de 38 grados, la goma que la hago yo mismo, un mix de limones de sutil y limón normal que le compré al Nico Maturana (futbolista de Colo Colo). Lo otro es secreto.
-¿Lo que le da esta pyme alcanza a suplir el 40 por ciento menos de sueldo?
-En este país no tenemos una capacidad de ahorro del 40 por ciento, así que las entradas que me da el pisco sour son para pagar cuentas nada más. No me iba a quedar de brazos cruzados, a mí no se me cae la corona por vender pisco sour.
-¿Piensa extender este negocio cuando pase la crisis?
-No al 100 por ciento, pero es algo que tiene potencial y podría seguir creciendo.
"Como la mayoría de los chilenos tengo una familia de tres hijos, más mi perro Capitán, la hipoteca de la casa, deudas con bancos, casas comerciales, cuentas de agua, luz y gas que pagar, y en el canal nos bajaron el sueldo a un 40 por ciento por esta crisis. Tengo que parar a olla, así que tuve que ingeniármelas", comenta.
Primero se le ocurrió vender cosas para comer, como galletones, pero de pronto se le prendió la ampolleta: "Me dije hago buen pisco sour . Le conté a mi hermano, Leo de la Iglesia, que tiene su restaurante La Caperucita y el Lobo, parado en Valparaíso, y me dijo démosle nomás".
El fin de semana anterior empezó con su pyme, en la que se puede encargar escribiéndole a su Instagram, @eduardodelaiglesia.
La planilla Excell que revisó este domingo en su computador arrojó buenas cifras: en la primera partida vendió 52 botellas de litro, a $10.000 cada una. Ya para este fin de semana llegaron a 60 y para el próximo, que es el día de la madre, tiene 30 agendados desde ya.
-¿Cómo prendió tanto el negocio, Eduardo?
-Tenemos un chat de apoderados del colegio de los niños que se llama datos. Puse que estaba vendiendo pisco sour y primero me pidieron siete y se fue corriendo la voz. Esto es puro boca a boca. Algunos amigos conocidos también me compraron como Camila Stuardo y Juan Pablo Queraltó. También hago repartos a todas partes de Santiago.
-¿A qué hora reparte? Pensando que también tiene trabajo en el canal.
-El reparto es la parte más pesada. El viernes, por ejemplo, estuve desde las 8:00 de la mañana hasta las 22:00 horas. Además me demoro porque la gente es súper buena onda entonces me pide saludos, fotos o nos quedamos conversando. Y ahora como el "Hola Chile" lo cambiaron para las tardes voy a repartir en las mañanas.
-Ya y ahora lo importante: ¿cuál es la receta?
-Es una receta que mi mamá hacía y que mi papá siguió haciendo y yo repliqué. Bueno tiene un pisco especial de 38 grados, la goma que la hago yo mismo, un mix de limones de sutil y limón normal que le compré al Nico Maturana (futbolista de Colo Colo). Lo otro es secreto.
-¿Lo que le da esta pyme alcanza a suplir el 40 por ciento menos de sueldo?
-En este país no tenemos una capacidad de ahorro del 40 por ciento, así que las entradas que me da el pisco sour son para pagar cuentas nada más. No me iba a quedar de brazos cruzados, a mí no se me cae la corona por vender pisco sour.
-¿Piensa extender este negocio cuando pase la crisis?
-No al 100 por ciento, pero es algo que tiene potencial y podría seguir creciendo.