"Una siempre tiene la esperanza para encontrar el amor verdadero, pero la uso para
conocer gente, para ampliar mi círculo. Abro Tinder unas tres veces por semana
porque es la aplicación que conozco y manejo. Con mis matchs hablamos si estás
en tu casa, con teletrabajo o no, si me quedé sin pega, si me puse a pintar figuras de
yeso. Pura conversación. Después de un par de días hace falta juntarse. Hay algunos
que son más osados y te dicen juntémonos igual, pero a mi no me motivan. Creo que
si encontrara alguien que me gustara mucho, igual me la juego y voy", relata la actriz
y comediante Gabriela del Río (41).
Como no se puede salir, los solteros y solteras recurren más que nunca a las aplicaciones de citas como Tinder, Happn, Bumble y otras para conocer gente nueva y conversar. Tinder reportó que el domingo 29 de marzo hubo más de 3 mil millones de swipes o deslizamientos, más que en cualquier otro día en la historia de la aplicación. Además dijo tener 20% de aumento promedio en conversaciones que se hacen 25% más extensas.
La sicóloga y terapeuta de parejas, Jessika Krohne explica que "los más jóvenes tienen más normalizadas las relaciones virtuales, pero a los mayores están en proceso de incorporarlo. Está la necesidad de tener contacto y por eso hay un aumento de uso de estas aplicaciones. Para tener un acercamiento con otra persona, que también está viviendo lo mismo, intercambiar experiencias, emociones y empezar contacto con alguien".
Pía Sepúlveda (31) usa la aplicación de parejas de Facebook todos los días y Tinder una vez al mes. "Prefiero la de Facebook porque es más para socializar, con alguien que te quiere conocer y conversar a diario. Todos son muy abiertos en decir de entrada qué quieren. Hay alguien con quien hablo hace tres semanas, tenemos bastante en común y hemos llegado al buenos días y buenas noches. Quiero que termine todo esto para conocerlo en persona", cuenta.
Mariana Labbé, siquiatra de la Clínica Alemana, aclara que "alguien que está en una relación virtual puede sentir que tiene una relación íntima y placentera lo que alivia su estrés. Depende mucho de la persona, algunas no se permiten abrirse a esa fantasía con un otro pero algunos sí. Hay que tener cuidado con autoengañarse o que los engañen. Se debe evitar compartir información personal con la que puedan ser dañados".
"Las nuevas generaciones pueden formar un vínculo real de manera virtual, la relación presencial puede que a futuro no va a ser una necesidad básica como antes. No es lo mismo que el contacto físico, pero lo sustituye. Hay gente que no tiene tanta necesidad de eso y puede suplirlo con otras cosas. Puede enamorarse con la ilusión de que a futuro sí se puede conocer y empezar una relación. Se puede hacer una buena parte de la relación con estas aplicaciones", advierte Krohne.
Labbé hace la distinción entre el amor romántico, el físico y la relación íntima: "Se tiene una relación íntima con quien compartes pensamientos, ideas, emociones donde sientes que el otro te entiende y te regula las emociones porque te sabe leer. Eso baja tu nivel de estrés y genera una relación de apego. Se puede tener relaciones íntimas también con amigos y familiares. En la pareja le sumas el enamoramiento, va a liberar oxitocina y serotonina -conocidas como las hormonas de la felicidad- y si lo llevas a un aspecto más físico, dopamina, que es la hormona del placer, aunque sea virtual".
Como no se puede salir, los solteros y solteras recurren más que nunca a las aplicaciones de citas como Tinder, Happn, Bumble y otras para conocer gente nueva y conversar. Tinder reportó que el domingo 29 de marzo hubo más de 3 mil millones de swipes o deslizamientos, más que en cualquier otro día en la historia de la aplicación. Además dijo tener 20% de aumento promedio en conversaciones que se hacen 25% más extensas.
La sicóloga y terapeuta de parejas, Jessika Krohne explica que "los más jóvenes tienen más normalizadas las relaciones virtuales, pero a los mayores están en proceso de incorporarlo. Está la necesidad de tener contacto y por eso hay un aumento de uso de estas aplicaciones. Para tener un acercamiento con otra persona, que también está viviendo lo mismo, intercambiar experiencias, emociones y empezar contacto con alguien".
Videollamada después
Aquiles Mora (44) usa Tinder "para conocer gente y si se da la oportunidad de una relación, maravilloso. No tengo muchas expectativas porque hay gente loca en todas partes. Vivo solo, por lo que es bueno tener con quien hablar, ver gente nueva. Es como salir a conocer gente a la calle. Estas semanas he hecho varios match y puedes pasar a videollamada después, para algo más íntimo".Pía Sepúlveda (31) usa la aplicación de parejas de Facebook todos los días y Tinder una vez al mes. "Prefiero la de Facebook porque es más para socializar, con alguien que te quiere conocer y conversar a diario. Todos son muy abiertos en decir de entrada qué quieren. Hay alguien con quien hablo hace tres semanas, tenemos bastante en común y hemos llegado al buenos días y buenas noches. Quiero que termine todo esto para conocerlo en persona", cuenta.
Mariana Labbé, siquiatra de la Clínica Alemana, aclara que "alguien que está en una relación virtual puede sentir que tiene una relación íntima y placentera lo que alivia su estrés. Depende mucho de la persona, algunas no se permiten abrirse a esa fantasía con un otro pero algunos sí. Hay que tener cuidado con autoengañarse o que los engañen. Se debe evitar compartir información personal con la que puedan ser dañados".
"Las nuevas generaciones pueden formar un vínculo real de manera virtual, la relación presencial puede que a futuro no va a ser una necesidad básica como antes. No es lo mismo que el contacto físico, pero lo sustituye. Hay gente que no tiene tanta necesidad de eso y puede suplirlo con otras cosas. Puede enamorarse con la ilusión de que a futuro sí se puede conocer y empezar una relación. Se puede hacer una buena parte de la relación con estas aplicaciones", advierte Krohne.
Labbé hace la distinción entre el amor romántico, el físico y la relación íntima: "Se tiene una relación íntima con quien compartes pensamientos, ideas, emociones donde sientes que el otro te entiende y te regula las emociones porque te sabe leer. Eso baja tu nivel de estrés y genera una relación de apego. Se puede tener relaciones íntimas también con amigos y familiares. En la pareja le sumas el enamoramiento, va a liberar oxitocina y serotonina -conocidas como las hormonas de la felicidad- y si lo llevas a un aspecto más físico, dopamina, que es la hormona del placer, aunque sea virtual".