"Ahora de veteranos nos vimos y lo primero que hablamos fue de la próstata, de los
tobillos, de las rodillas y de los nietos. En el grupo hay tres operados de la próstata y
varios tienen las rodillas para la miseria. Luego vienen las historias de mi nieto hace
esto y se me subió a caballo y me jodió la espalda. El 80 por ciento contamos temas
de la universidad y 20 por ciento de actualidad", explica Caszely, el alma de esta
junta de amigos que hoy son todos hombres hechos y derechos con una carrera en
el mundo de la preparación física.
En esta cena, en marzo de 2020, se tomaron la segunda foto de la nota, ya todos con 50 años y un kilo de canas encima. Pero siempre alegres. Mientras que la foto principal del artículo viaja medio siglo y retrata ese preciso período de mechones en el llamado Físico, también un día de marzo en que se fueron a carretear en tren a la playa de Cartagena. Si se fija, hay un detallito no menor sobre el pasado del goleador Caszely: sus calugas, muy bien puestas, formadas en un cuerpo muy tonificado. Tenía 19 años.
-¿De dónde salió ese Six pack?
-Sí pues, ahí está mi Six pack. Medía 1,69 metros y pesaba 70 kilos. Lo que pasa es que siempre me vi como gordo porque tenía las piernas muy musculosas, hasta hoy, y tú sabes que el músculo pesa más que la grasa. Esa fue una de las mejores épocas mías, entre 70 y 71 kilos. Cuando me hacían bajar de peso, al jugar fútbol no me podía las piernas, me caía.
-¿Sus pectorales y cuerpo tonificado eran porque ya jugaba en Colo Colo?
-En esa época no había tele, no había Nintendo, entonces era jugar a la pelota todo el día, en el barrio. Y en la U nosotros hacíamos pesas, carreras, gimnasia, voleibol, básquetbol, teníamos todos los implementos para tonificar el cuerpo. Y en el barrio entrenábamos a la orilla de la plaza donde había arena. Hacíamos salto alto, salto largo, pesas con tarros. Y en las cadetes de Colo Colo entrenábamos dos veces a la semana, miércoles y viernes a la tarde para jugar el domingo en la mañana.
Esa tarde, Caszely y sus amigos carreteros almorzaron en una picada. "Encontramos un restorán de colaciones de un escudo, que era un pedazo de pescado con ensalada. Nos reímos hasta las cuatro de la tarde, bajamos a la playa -en esta época se usaban las bermudas- hasta lasseis y nos subimos a tomar el tren", recuerda.
En la foto playera estaban, de pie, Manuel Burboa, profesor de educación física del Saint George y descubridor de Luka Tudor; Caszely, profesión "ídolo"; Camilo Carril, subdirector del Trewhela's; Alfredo Azócar y Claudio Salazar, a quienes jamás han podido ubicar. Abajo, Miguel Meza, también profe; Robinson Sanhueza, radicado en Estados Unidos, toca en una banda; Francisco Fairlie, ex arquero de Palestino y Huachipato, y Jovino Miranda, insigne gimnasta.
De estos nueve, aparecieron seis en la pizzería (foto dos) y se sumaron cinco nuevos integrantes del curso que, según Caszely, no entraron en la foto de Cartagena de 1970 porque se estaban haciendo los lindos con sus compañeras. Aparecen de pie Carlos Negrete, ex futbolista de Colo Colo; Moncho Aristégui, profesor; Jovino Miranda; Luis Rodoni, destacado PF de la U. En el medio, Francisco Trujillo, campeón nacional de cueca y profe; Francisco Fairle, Caszely y Carril. Abajo: Miguel Meza, Manuel Burboa y Miguel Barceló, técnico de básquetbol.
"Siempre fui el presidente de curso y organizábamos cosas donde pudiéramos salir", recuerda Camilo Carril, subdirector del Trewhela's. "Carlos tenía una estructura de entrenamiento y la señora Olga y don René no lo dejaban fumar ni salir a fiestas, teníamos que pedirles permiso", agrega. "Cuando nos juntamos, hablamos de las enfermedades nuestras y empezamos una competencia para ver cuántos nietos tiene cada uno", apunta.
"Al vernos nuestra rutina es más o menos así: lo primero siempre es saber cómo sigue María de Los Ángeles (esposa de Caszely, recuperada de un cáncer). Carlos siempre nos daba un informe del tratamiento. Luego como están nuestras familias, hijos, nietos y, finalmente, y lo más largo, recordar muchas vivencias divertidas que tuvimos en nuestros tiempos de estudios en la universidad", recuerda Manuel Burboa, PF de incluso Hans Gildemeister.
Burboa es el fotógrafo del grupo. Atesora imágenes inéditas. Levantaba una revista en la U. "Se llamaba muy pícaramente El Chiquitín, porque era de apenas cuatro hojas que hacíamos con fotocopias", dice, donde contaban farándula interna. "Manuel siempre fue el encargado de sacarnos las fotos hasta el día de hoy", agrega el arquero Francisco Fairlie. "Me acuerdo de ese paseo y de mis compañeros que hasta el día de hoy nos juntamos. De todas las anécdotas que tuvimos mientras estudiábamos en la U, principalmente recuerdo el recibimiento de los mechones", apunta.
En esta cena, en marzo de 2020, se tomaron la segunda foto de la nota, ya todos con 50 años y un kilo de canas encima. Pero siempre alegres. Mientras que la foto principal del artículo viaja medio siglo y retrata ese preciso período de mechones en el llamado Físico, también un día de marzo en que se fueron a carretear en tren a la playa de Cartagena. Si se fija, hay un detallito no menor sobre el pasado del goleador Caszely: sus calugas, muy bien puestas, formadas en un cuerpo muy tonificado. Tenía 19 años.
-¿De dónde salió ese Six pack?
-Sí pues, ahí está mi Six pack. Medía 1,69 metros y pesaba 70 kilos. Lo que pasa es que siempre me vi como gordo porque tenía las piernas muy musculosas, hasta hoy, y tú sabes que el músculo pesa más que la grasa. Esa fue una de las mejores épocas mías, entre 70 y 71 kilos. Cuando me hacían bajar de peso, al jugar fútbol no me podía las piernas, me caía.
-¿Sus pectorales y cuerpo tonificado eran porque ya jugaba en Colo Colo?
-En esa época no había tele, no había Nintendo, entonces era jugar a la pelota todo el día, en el barrio. Y en la U nosotros hacíamos pesas, carreras, gimnasia, voleibol, básquetbol, teníamos todos los implementos para tonificar el cuerpo. Y en el barrio entrenábamos a la orilla de la plaza donde había arena. Hacíamos salto alto, salto largo, pesas con tarros. Y en las cadetes de Colo Colo entrenábamos dos veces a la semana, miércoles y viernes a la tarde para jugar el domingo en la mañana.
Esa tarde, Caszely y sus amigos carreteros almorzaron en una picada. "Encontramos un restorán de colaciones de un escudo, que era un pedazo de pescado con ensalada. Nos reímos hasta las cuatro de la tarde, bajamos a la playa -en esta época se usaban las bermudas- hasta lasseis y nos subimos a tomar el tren", recuerda.
En la foto playera estaban, de pie, Manuel Burboa, profesor de educación física del Saint George y descubridor de Luka Tudor; Caszely, profesión "ídolo"; Camilo Carril, subdirector del Trewhela's; Alfredo Azócar y Claudio Salazar, a quienes jamás han podido ubicar. Abajo, Miguel Meza, también profe; Robinson Sanhueza, radicado en Estados Unidos, toca en una banda; Francisco Fairlie, ex arquero de Palestino y Huachipato, y Jovino Miranda, insigne gimnasta.
De estos nueve, aparecieron seis en la pizzería (foto dos) y se sumaron cinco nuevos integrantes del curso que, según Caszely, no entraron en la foto de Cartagena de 1970 porque se estaban haciendo los lindos con sus compañeras. Aparecen de pie Carlos Negrete, ex futbolista de Colo Colo; Moncho Aristégui, profesor; Jovino Miranda; Luis Rodoni, destacado PF de la U. En el medio, Francisco Trujillo, campeón nacional de cueca y profe; Francisco Fairle, Caszely y Carril. Abajo: Miguel Meza, Manuel Burboa y Miguel Barceló, técnico de básquetbol.
"Siempre fui el presidente de curso y organizábamos cosas donde pudiéramos salir", recuerda Camilo Carril, subdirector del Trewhela's. "Carlos tenía una estructura de entrenamiento y la señora Olga y don René no lo dejaban fumar ni salir a fiestas, teníamos que pedirles permiso", agrega. "Cuando nos juntamos, hablamos de las enfermedades nuestras y empezamos una competencia para ver cuántos nietos tiene cada uno", apunta.
"Al vernos nuestra rutina es más o menos así: lo primero siempre es saber cómo sigue María de Los Ángeles (esposa de Caszely, recuperada de un cáncer). Carlos siempre nos daba un informe del tratamiento. Luego como están nuestras familias, hijos, nietos y, finalmente, y lo más largo, recordar muchas vivencias divertidas que tuvimos en nuestros tiempos de estudios en la universidad", recuerda Manuel Burboa, PF de incluso Hans Gildemeister.
Burboa es el fotógrafo del grupo. Atesora imágenes inéditas. Levantaba una revista en la U. "Se llamaba muy pícaramente El Chiquitín, porque era de apenas cuatro hojas que hacíamos con fotocopias", dice, donde contaban farándula interna. "Manuel siempre fue el encargado de sacarnos las fotos hasta el día de hoy", agrega el arquero Francisco Fairlie. "Me acuerdo de ese paseo y de mis compañeros que hasta el día de hoy nos juntamos. De todas las anécdotas que tuvimos mientras estudiábamos en la U, principalmente recuerdo el recibimiento de los mechones", apunta.