El 20 de abril, Consuelo Saavedra cumplió 50 años. "Uno siempre se imagina que
cumplir 50 es inolvidable. Pero no me imaginé que lo sería de esta manera, aunque
en realidad ha sido mi mejor festejo: encerrada con quienes más quiero", comenta
ella desde Londres, donde vive con su marido, el ex ministro Andrés Velasco, y sus
tres hijos: Rosa (1 5), Ema (13) y Gaspar (9).
La celebración de los 50 incluyó una comida y de postre un cheesecake, el favorito de Consuelo, preparado por su hija mayor. De regalo "me dieron tarjetas muy bonitas y un ramo enorme de rosas", cuenta la ex conductora de TVN.
La familia está instalada en un barrio de la zona sur de Londres desde enero del año pasado por el trabajo de Velasco, quien es decano de la escuela de gobierno London School of Economics. Como la mayor parte del mundo, los cinco están en cuarentena desde mediados de marzo, aunque "a la inglesa", aclara ella. "Nunca me imaginé que el coronavirus iba a llegar a estos niveles en Inglaterra, un país tan desarrollado y con tantos recursos, que pudo haber tomado medidas a tiempo", agrega.
-Ha sido bien crítica con el gobierno británico en esta etapa.
-Hemos aprendido que demorarse dos días en tomar una decisión hace una diferencia gigante con una enfermedad como esta. En todo el mundo hay mucha incertidumbre y desconocimiento frente al coronavirus, pero el gobierno pecó de un exceso de confianza que ha costado muy caro. Acá hay un excelente sistema de salud, que fue reforzado con hospitales de campaña, que no han colapsado, pero el Reino Unido es el segundo país con más muertos en el mundo (30.076 fallecidos hasta este miércoles, lo supera Estados Unidos con más de 71.000).
En la cuarentena "a la inglesa" está permitido "ir a comprar al supermercado y a la farmacia, ir al doctor y salir a hacer deportes o a pasear el perro. El comercio se mantiene cerrado, hay algunos restaurantes y café abiertos, donde puedes comprar cosas para llevar. No hay toque de queda, se apela mucho al autocuidado. La mirada conservadora y al mismo tiempo libertaria es que el estado no debe meterse mucho en la vida de las personas y por eso al gobierno también le costó imponer más restricciones. El NHS, el servicio de salud, acá es un emblema, una institución muy respetada, al nivel de la selección de fútbol, de la reina. Entonces el eslogan de gobierno para combatir la epidemia es Quédate en la casa, protege al NHS y salva vidas. A eso ha apelado el gobierno".
-¿Cómo lo han vivido ustedes?
-Por suerte podemos salir a hacer deportes. Londres está lleno de parques y áreas verdes. Los aprovechamos y eso ayuda. Pero mi casa es como una casa estudio, jajajá. La universidad de Andrés entró en cuarentena antes que lo decretara el gobierno y él hace entrevistas, conferencias y reuniones de manera online. Los niños están con clases remotas desde mediados de marzo. Para mí no es tanta la diferencia, porque trabajaba en la casa de antes: tengo mi pequeño estudio, hago todos los días el programa "Hablemos en off" para Radio Duna. Ahora me siento invadida, jajajá. Tenemos que compartir internet, que a veces se cae porque somos cinco conectados a la vez. Tampoco tenemos unos súper equipos. Es difícil para todo el mundo este período. Hace siete semanas sólo nos vemos entre los cinco, jajajá.
-Es un desafío porque nunca estamos todo el día tan juntos.
-Exactamente. El encierro saca lo peor y mejor de cada uno, jajajá. El miedo y la incertidumbre del ambiente también influyen y no puedes hacerte el leso frente a eso. Nosotros hemos hecho un esfuerzo por hacer cosas juntos. Tomamos desayuno y comemos juntos en la mesa, aunque estemos todos peleados. Si quieres después te vas a tu pieza y te encierras. La idea es que esto no se transforme en un encierro de cada uno pegado a una pantalla. Vemos hartas películas juntos y también hemos hecho fiestas de disfraces para hacer el encierro un poco más llevadero. A mí me ha funcionado harto recorrer Londres en bicicleta.
-¿Siempre le ha gustado andar en bicicleta?
-Me gusta, no soy seca, pero ahora he aprovechado de andar mucho. Es una terapia. Estamos en primavera, se oscurece más rápido, ha sido muy rico. Es de las cosas que voy a recordar con alegría. Tengo un mapa grande de Londres que me regaló una amiga y escojo el lugar y la ruta para irme. A veces voy con mi hijo menor, otras con Andrés. Ando unas dos horas. Como hay súper poco tráfico es más fácil moverse. Es increíble pasar por Buckingham Palace o por Trafalgar Square y ver poquísima gente. En el día a día, Consuelo cuenta que se levantan temprano: "Tomamos desayuno a un cuarto para las ocho, después cada uno hace sus cosas". Para cocinar se turnan con su marido. "Me gusta cocinar, pero no sé si cocinar dos veces al día por obligación, jajajá. Lo más cansador y latero es hacer el aseo, ordenar y planchar. Como estoy en la casa, me fijo mucho más en los detalles".
-¿Está más obsesiva en ese sentido?
-Resisto menos el desorden y la suciedad. No aguanto ver la huella de una mano en el vidrio, me levanto altiro a limpiar, jajajá.
La celebración de los 50 incluyó una comida y de postre un cheesecake, el favorito de Consuelo, preparado por su hija mayor. De regalo "me dieron tarjetas muy bonitas y un ramo enorme de rosas", cuenta la ex conductora de TVN.
La familia está instalada en un barrio de la zona sur de Londres desde enero del año pasado por el trabajo de Velasco, quien es decano de la escuela de gobierno London School of Economics. Como la mayor parte del mundo, los cinco están en cuarentena desde mediados de marzo, aunque "a la inglesa", aclara ella. "Nunca me imaginé que el coronavirus iba a llegar a estos niveles en Inglaterra, un país tan desarrollado y con tantos recursos, que pudo haber tomado medidas a tiempo", agrega.
-Ha sido bien crítica con el gobierno británico en esta etapa.
-Hemos aprendido que demorarse dos días en tomar una decisión hace una diferencia gigante con una enfermedad como esta. En todo el mundo hay mucha incertidumbre y desconocimiento frente al coronavirus, pero el gobierno pecó de un exceso de confianza que ha costado muy caro. Acá hay un excelente sistema de salud, que fue reforzado con hospitales de campaña, que no han colapsado, pero el Reino Unido es el segundo país con más muertos en el mundo (30.076 fallecidos hasta este miércoles, lo supera Estados Unidos con más de 71.000).
En la cuarentena "a la inglesa" está permitido "ir a comprar al supermercado y a la farmacia, ir al doctor y salir a hacer deportes o a pasear el perro. El comercio se mantiene cerrado, hay algunos restaurantes y café abiertos, donde puedes comprar cosas para llevar. No hay toque de queda, se apela mucho al autocuidado. La mirada conservadora y al mismo tiempo libertaria es que el estado no debe meterse mucho en la vida de las personas y por eso al gobierno también le costó imponer más restricciones. El NHS, el servicio de salud, acá es un emblema, una institución muy respetada, al nivel de la selección de fútbol, de la reina. Entonces el eslogan de gobierno para combatir la epidemia es Quédate en la casa, protege al NHS y salva vidas. A eso ha apelado el gobierno".
-¿Cómo lo han vivido ustedes?
-Por suerte podemos salir a hacer deportes. Londres está lleno de parques y áreas verdes. Los aprovechamos y eso ayuda. Pero mi casa es como una casa estudio, jajajá. La universidad de Andrés entró en cuarentena antes que lo decretara el gobierno y él hace entrevistas, conferencias y reuniones de manera online. Los niños están con clases remotas desde mediados de marzo. Para mí no es tanta la diferencia, porque trabajaba en la casa de antes: tengo mi pequeño estudio, hago todos los días el programa "Hablemos en off" para Radio Duna. Ahora me siento invadida, jajajá. Tenemos que compartir internet, que a veces se cae porque somos cinco conectados a la vez. Tampoco tenemos unos súper equipos. Es difícil para todo el mundo este período. Hace siete semanas sólo nos vemos entre los cinco, jajajá.
-Es un desafío porque nunca estamos todo el día tan juntos.
-Exactamente. El encierro saca lo peor y mejor de cada uno, jajajá. El miedo y la incertidumbre del ambiente también influyen y no puedes hacerte el leso frente a eso. Nosotros hemos hecho un esfuerzo por hacer cosas juntos. Tomamos desayuno y comemos juntos en la mesa, aunque estemos todos peleados. Si quieres después te vas a tu pieza y te encierras. La idea es que esto no se transforme en un encierro de cada uno pegado a una pantalla. Vemos hartas películas juntos y también hemos hecho fiestas de disfraces para hacer el encierro un poco más llevadero. A mí me ha funcionado harto recorrer Londres en bicicleta.
-¿Siempre le ha gustado andar en bicicleta?
-Me gusta, no soy seca, pero ahora he aprovechado de andar mucho. Es una terapia. Estamos en primavera, se oscurece más rápido, ha sido muy rico. Es de las cosas que voy a recordar con alegría. Tengo un mapa grande de Londres que me regaló una amiga y escojo el lugar y la ruta para irme. A veces voy con mi hijo menor, otras con Andrés. Ando unas dos horas. Como hay súper poco tráfico es más fácil moverse. Es increíble pasar por Buckingham Palace o por Trafalgar Square y ver poquísima gente. En el día a día, Consuelo cuenta que se levantan temprano: "Tomamos desayuno a un cuarto para las ocho, después cada uno hace sus cosas". Para cocinar se turnan con su marido. "Me gusta cocinar, pero no sé si cocinar dos veces al día por obligación, jajajá. Lo más cansador y latero es hacer el aseo, ordenar y planchar. Como estoy en la casa, me fijo mucho más en los detalles".
-¿Está más obsesiva en ese sentido?
-Resisto menos el desorden y la suciedad. No aguanto ver la huella de una mano en el vidrio, me levanto altiro a limpiar, jajajá.