El jueves 30, Coté López acompañó a su marido, el futbolista Luis Jiménez, a
entregar una donación al Colegio Palestino de La Cisterna. Fue la primera salida de
la pareja después de pasar 45 días de estricta cuarentena. "No habíamos ido ni al
supermercado. Las compras las hacemos por internet", señala la modelo mientras
se tiñe ella misma el pelo en su casa. "Tengo una raíz de seis centímetros", explica
entre risas.
La visita al Colegio Palestino fue para acompañar al Club Palestino, donde juega Jiménez, a entregar 350 cajas con alimentos no perecibles. "Nos invitaron a ser parte de la donación, para mí Palestino es mi familia. Adoro a los dirigentes y trabajadores. Es un grupo muy lindo y me pareció importante mostrar lo que hacen. Así otras empresas o equipos podrían hacer lo mismo", reflexiona Coté, quien se dedicó a hacer videos de la actividad y compartirlos a través de sus historias de Instagram. "También se les regaló una pelota a los niños (del colegio). Cuando le contamos a Jesús (su hijo menor), que justo estaba de cumpleaños, dijo yo tengo algunas pelotas, papito, para mandarles . iEs más rico!", agrega con evidente chochera.
De regreso en la casa, la familia celebró los 4 años de Jesús. Ella cuenta que le encargó una torta con motivos futboleros hace tres semanas y que "10 pasamos solos, llamamos a la familia. Los más viejos no sabían usar Zoom ni House Party, así que teníamos todos los celulares en la mesa", cuenta sobre el momento en que le cantaron el cumpleaños feliz todos juntos por videollamada.
-¿Jesús entendió por qué no estaba la familia?
-Jesús no cacha mucho, él es feliz. Su mundo es el fútbol. Se la pasa todo el día viendo a Oliver Atom, jugando fútbol en el patio o jugando fútbol en el iPad, jajajá. Las niñas (las trillizas Rebeca, Rafaela e Isidora) aman estar en la casa, así que cero reclamos. Sólo extrañan ver a la familia, pero se pasan hablando con todos por videollamada y están con sus clases online también.
-¿Y para usted, cómo ha sido no salir?
-Sería muy caradura si digo que me cuesta. La casa, gracias a Dios, es bien grande, tengo donde moverme, no me quejo y a mí me gusta estar en la casa también.
-¿La convivencia con la pareja no se resiente con tanto encierro?
-Es que nos vemos a ratos y es rico tenerlo (a Luis) en la casa. Tenemos nuestros lugares, nuestras piezas por así decirlo. Además, Luis está estudiando algo relacionado con ser entrenador, así que está haciendo trabajos, etcétera.
-¿Cómo es eso que tienen sus piezas?
-Jajajá. Pieza es una cava que tiene Luis con sillones y tele. La mía está dentro del clóset, donde también tengo un sillón tocador y tele. Cada una está en un extremo de la casa.
-Buen sistema verse a ratos con la pareja.
-Sin querer ha sido así. Yo estoy escribiendo un libro y diseñando (las prendas) de verano de Be Active (su marca de ropa). Entonces también estoy metida en el computador. Nos juntamos a entrenar, a jugar un rato con los niños, a almorzar y, obvio en las noches, ya solos, a ver películas y a dormir.
-¿Sobre qué es el libro que escribe?
-Es una novela, pero con mi manera de escribir: con ironía, bromas, pensamientos. Todavía no puedo contar de qué se va a tratar. Espero publicarlo apenas esté listo, estoy trabajando sola. No quiero que me cambien nada, solo haré que alguien me revise por si me faltan puntos y comas. Escribo cuando puedo. Hay días que avanzo 20 páginas y otros media.
-A todas nos pasa. Hay días en que cuesta más inspirarse.
-La verdad es que la historia está toda en mi cabeza, pero es difícil con los niños, son cinco. Diego, el hijo mayor de Luis, también vive con nosotros.
La visita al Colegio Palestino fue para acompañar al Club Palestino, donde juega Jiménez, a entregar 350 cajas con alimentos no perecibles. "Nos invitaron a ser parte de la donación, para mí Palestino es mi familia. Adoro a los dirigentes y trabajadores. Es un grupo muy lindo y me pareció importante mostrar lo que hacen. Así otras empresas o equipos podrían hacer lo mismo", reflexiona Coté, quien se dedicó a hacer videos de la actividad y compartirlos a través de sus historias de Instagram. "También se les regaló una pelota a los niños (del colegio). Cuando le contamos a Jesús (su hijo menor), que justo estaba de cumpleaños, dijo yo tengo algunas pelotas, papito, para mandarles . iEs más rico!", agrega con evidente chochera.
De regreso en la casa, la familia celebró los 4 años de Jesús. Ella cuenta que le encargó una torta con motivos futboleros hace tres semanas y que "10 pasamos solos, llamamos a la familia. Los más viejos no sabían usar Zoom ni House Party, así que teníamos todos los celulares en la mesa", cuenta sobre el momento en que le cantaron el cumpleaños feliz todos juntos por videollamada.
-¿Jesús entendió por qué no estaba la familia?
-Jesús no cacha mucho, él es feliz. Su mundo es el fútbol. Se la pasa todo el día viendo a Oliver Atom, jugando fútbol en el patio o jugando fútbol en el iPad, jajajá. Las niñas (las trillizas Rebeca, Rafaela e Isidora) aman estar en la casa, así que cero reclamos. Sólo extrañan ver a la familia, pero se pasan hablando con todos por videollamada y están con sus clases online también.
-¿Y para usted, cómo ha sido no salir?
-Sería muy caradura si digo que me cuesta. La casa, gracias a Dios, es bien grande, tengo donde moverme, no me quejo y a mí me gusta estar en la casa también.
-¿La convivencia con la pareja no se resiente con tanto encierro?
-Es que nos vemos a ratos y es rico tenerlo (a Luis) en la casa. Tenemos nuestros lugares, nuestras piezas por así decirlo. Además, Luis está estudiando algo relacionado con ser entrenador, así que está haciendo trabajos, etcétera.
-¿Cómo es eso que tienen sus piezas?
-Jajajá. Pieza es una cava que tiene Luis con sillones y tele. La mía está dentro del clóset, donde también tengo un sillón tocador y tele. Cada una está en un extremo de la casa.
-Buen sistema verse a ratos con la pareja.
-Sin querer ha sido así. Yo estoy escribiendo un libro y diseñando (las prendas) de verano de Be Active (su marca de ropa). Entonces también estoy metida en el computador. Nos juntamos a entrenar, a jugar un rato con los niños, a almorzar y, obvio en las noches, ya solos, a ver películas y a dormir.
-¿Sobre qué es el libro que escribe?
-Es una novela, pero con mi manera de escribir: con ironía, bromas, pensamientos. Todavía no puedo contar de qué se va a tratar. Espero publicarlo apenas esté listo, estoy trabajando sola. No quiero que me cambien nada, solo haré que alguien me revise por si me faltan puntos y comas. Escribo cuando puedo. Hay días que avanzo 20 páginas y otros media.
-A todas nos pasa. Hay días en que cuesta más inspirarse.
-La verdad es que la historia está toda en mi cabeza, pero es difícil con los niños, son cinco. Diego, el hijo mayor de Luis, también vive con nosotros.