"Se supone que su uso no está recomendado para niños pequeños, pero estoy intentando enseñarles a usarla por si en un futuro lo necesitan y que el tema de la mascarilla no les sea ajeno", explica la ex panelista de "SQP".
"A las más chica no le gusta mucho, pero si todos en la casa nos ponemos la mascarilla, ella también quiere usar la suya", cuenta.
Las técnicas que ha utilizado De Caso coinciden con las que la Academia Estadounidense de Pediatría sugirió a comienzos de mayo. Entre ellas destacan: mirarse al espejo con la mascarilla, instalarla en el rostro de su peluche favorito, decorar las mascarillas y practicar su uso en familia.
De Caso explica que ha probado varios de estos consejos, sin embargo, hay uno que le fue de mayor utilidad: "Le puse la mascarilla a una muñeca y nos miramos en el espejo, pero lo que mejor resultados me ha dado es usarla todos juntos un par de minutos al día. Para ella, que tiene dos años, es como un juego. Todos los días nos ponemos las mascarillas para que ella también la tenga un ratito".
A Martín, el mayor, su madre decidió explicarle lo que estaba ocurriendo con la pandemia y así convencerlo de utilizar el implemento.
"Nosotros le hemos ido contando con precaución lo que está pasando en Chile y el mundo. Principalmente le explicamos por qué estamos en la casa, sin ir al colegio y sin ver a la familia que es lo que más extrañamos. Además de todo lo que significa a futuro, el autocuidado y la importancia de modificar costumbres para cuidarse", explica la comunicadora.
Ambos niños cuentan con mascarillas con diseño y hechas a su medida, las que son confeccionadas por la tía de la ex presentadora de televisión, disponibles en la cuenta de Instagram @debayledesign.
Toque personal
Según Fernando Valenzuela, pediatra de la Clínica Biobío, la cuarentena es un buen momento para que los niños se familiaricen con el uso de la mascarilla. "Es mejor mientras aún están en sus casas, antes de ser necesario su uso fuera del hogar", recomienda.Advierte que "la CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), así como la Sociedad Chilena de Pediatría, no recomiendan el uso de mascarillas antes de los dos años, por el mayor riesgo de asfixia para estos niños. Idealmente deberían usarse desde los tres años", señala.
Sobre las fórmulas sugeridas para incentivar su uso en niños, el pediatra está de acuerdo con su implementación.
"Son prácticas de mucha utilidad para reforzar la confianza y seguridad en el uso de mascarilla. El decorarlas con pequeños dibujos o stickers les puede dar un toque personal que hará más atractivo su uso. Otra práctica útil es hacer mascarillas caseras junto a ellos, darles la oportunidad de que elijan la ropa de la cual estará confeccionada su mascarilla, dejar que jueguen. Por ejemplo, que cumplan el rol de doctor o personal de salud mientras usan su mascarilla y luego hacerles consultas en relación a por qué su juguete está usando mascarilla. Dependiendo de su respuesta, uno como padre puede aclarar confusiones y ofrecer apoyo", propone.
Valenzuela sostiene que, aparte del uso de la mascarilla, existen otros aspectos que se deben fortalecer en la enseñanza a los niños.
"No se debe olvidar reforzar el lavado constante de manos con agua y jabón. Reforzar que no manipulen la mascarilla ni se toquen la cara, la correcta postura y, especialmente, el retiro de esta (sin tocar partes sensibles) para evitar contaminarse", dice.
Aconseja también a los padres sobre otro punto: "Hay que escuchar a nuestros niños, sus temores y aprehensiones, estar siempre ahí para aclararles las dudas con palabras claras, darles la confianza y explicarles que se trata de una medida para proteger tanto su salud como la de los demás y, no menos importante, dar el ejemplo como padres en relación al correcto uso de las mascarillas, así como del lavado de manos y el distanciamiento social".
"Un niño de nueve años ya es capaz de entender"
Paola Giordani, sicóloga de la Clínica Meds, analiza la labor de Krishna de Caso.
"Lo que hace es súper bueno. Se recomienda que, si se puede, los niños tengan mascarillas más lúdicas, con colores. De esa forma se hace más entretenido, que sea un juego que permite enseñarles su uso. El uso de objetos inanimados, como muñecos, peluches y juguetes, también es una forma para mostrarles la utilización. Para los niños los objetos inanimados tienen vida", destaca.
Además, fundamenta sobre el método que utiliza con Martín: "Un niño de nueve años ya es capaz de entender con solo explicarle. Tiene otra capacidad para poder razonar. Es capaz de entender un poquito más las interacciones, puede ponerse en el lugar del otro y comprender lo que pasa a nivel mundial".