¿Dónde deja usted el carro de compra del supermercado después que lo ocupa? Es
la reflexión que hizo el tuitero estadounidense identificado como @Antichristjared
que, según él, "es la prueba definitiva para saber si la persona hace las cosas bien sin
ser forzada a ello". Su reflexión acumula más de 684.000 likes, más de 183.000
retuits y un hilo de reacciones tanto de aprobación como de crítica a su hipótesis.
"El no dejar el carro en el espacio que corresponde es perjudicar a otro cliente que no lo encuentra donde corresponde para usarlo. Y esto no viene en ningún manual, viene de una escuela que se llama familia, donde desde pequeños se enseña a dejar las cosas en el lugar de donde se sacan. Hay que colocarse en los zapatos del otro, sea otro consumidor o el personal del establecimiento que en vez de estar juntando los carros se puede dedicar a otra funciones".
"No es ilegal abandonarlo. Por ello, el carro de la compra es el ejemplo perfecto de una persona que hace las cosas bien", precisa @Antichristjared y agrega que hay personas que solo hacen lo correcto "cuando lo dicta la ley o lo fuerzan a ello".
El sicólogo Alejandro Fernández de la Universidad de Valparaíso aporta que "no hay protocolos claros respecto de esto. Lo fundamental es que las instrucciones sean claras. Por ejemplo: cuando usted saque el carro y termine de usarlo, déjelo ahí y personal especializado lo retirará". En los tuits, algunos se defendieron y argumentaron que por los niños no se devuelven a dejarlos en su sitio.
Teoría del carro tirado
"Este tema del carro refleja al chileno, en general. Es muy propio la falta de respeto, de no pensar en el otro, la carencia de empatía y de solidaridad", dice el especialista en protocolo Pablo Eyzaguirre respecto la teoría del tuitero."El no dejar el carro en el espacio que corresponde es perjudicar a otro cliente que no lo encuentra donde corresponde para usarlo. Y esto no viene en ningún manual, viene de una escuela que se llama familia, donde desde pequeños se enseña a dejar las cosas en el lugar de donde se sacan. Hay que colocarse en los zapatos del otro, sea otro consumidor o el personal del establecimiento que en vez de estar juntando los carros se puede dedicar a otra funciones".
"No es ilegal abandonarlo. Por ello, el carro de la compra es el ejemplo perfecto de una persona que hace las cosas bien", precisa @Antichristjared y agrega que hay personas que solo hacen lo correcto "cuando lo dicta la ley o lo fuerzan a ello".
Vida más grata
Rodrigo Larraín, sociólogo y académico de la Universidad Central, analiza el debate en Twitter. "Los carros del supermercado se toman en la entrada y se dejan a la salida. Mucha gente los abandona lejos de los lugares de estacionamiento de carros porque se siente con derecho a hacerlo. Yo pago , es el argumento", resalta. "La gente entiende la realidad con aquello que le permite hacerle la vida más fácil y grata y aunque sean dos pasos el que tiene que caminar, no lo hace y el carro queda en cualquier parte y sale disparado a hacer otra cosa. Se ahorra", argumenta Larraín. La contraparte, detalla, "se toma su tiempo y lo deja donde corresponde porque siente que esa conducta lo ayuda a convivir de mejor forma con las demás personas". Y resalta el hecho de que todo el mundo en los supermercados ve a jóvenes, en su mayoría, arrastrando carros como una gran culebra para dejarlos en los lugares correctos.Trabajo como carrero
"Yo tuve turno como 'carrero' en un supermercado", cuenta Andrea Carmona. "Hay que recolectar los que dejan tirados en los pasillos, en las cajas y en los estacionamientos donde queda la mayoría. Si bien no hay obligación de dejarlos en los dispensadores, no hay respeto. Por ejemplo, los jóvenes, más o menos de 30 años, son cara de palo y los desocupan en el estacionamiento sin importarles mayormente que obstaculicen los lugares. Las personas de entre 40 y 50 años, en su mayoría, caminan y los dejan en los lugares correspondientes. Otra situación se da en las personas de la tercera edad que no se devuelven y dejan, al igual que los jóvenes, los carros en el estacionamiento".Golpe a las emociones
A juicio de Larraín, "para modificar esta mala costumbre, se debe apelar a las emociones y con un discurso claro. Los chilenos somos de una cultura que no respeta normas. Se ha puesto refunfuñón. En este caso de los carros en el supermercado hay que poner letreros emotivos". Da un ejemplo: "Por favor, deje el carro aquí, no hay personal para la recolección porque están ocupados en otras tareas". Dice que de esta forma "la gente es tocada por la instrucción, no queda indiferente". Insiste en que los bandos de los bien comportados y los que no, "tienen distintas culturas para entender cómo se vive mejor. Por eso, hay que crear culturas colectivas".El sicólogo Alejandro Fernández de la Universidad de Valparaíso aporta que "no hay protocolos claros respecto de esto. Lo fundamental es que las instrucciones sean claras. Por ejemplo: cuando usted saque el carro y termine de usarlo, déjelo ahí y personal especializado lo retirará". En los tuits, algunos se defendieron y argumentaron que por los niños no se devuelven a dejarlos en su sitio.
2 comentarios
Yo soy carrero y he visto que El chileno no tiene cultura porque dejan el carro tirado en el estacionamiento y les da flojera dejarlo en su sitio donde corresponde
Pienso que no debería ser obligatorio retornarlos. Simplemente no es mi tarea. Que pongan más trabajadores y no se embolsen millonadas los directivos. Si se hace obligatorio es como siempre por eso, para ahorrar costes de trabajadores y embolsarse ganancias el capital. Simplemente en algunos lugares se ha hecho obligatorio, de lo contrario puede ser multable, pero repito no tendrîa que ser mi obligación hacerlo. Yo voy a hacer mi compra no a devolver nada e incluso exigir que me lo trajeran cuando llego, en vez de cogerlo. Repito pero así se ahorran trabajadores y se forran de dinero más ellos