"Ha sido una felicidad enorme y es increíble cómo nos está cambiando la vida con nuestra hija en brazos. Anastassia es chiquita, tiene 18 días y para nosotros todo está siendo un aprendizaje, siempre mirándola y preocupados de su alimentación y cuidados. Ha sido un proceso maravilloso, un regalo increíble del universo. Es súper rica, regalona y se porta muy bien", cuenta Solís.
"Nació de 40 semanas y 2 días el jueves 30 de abril. Pesó 3 kilos con 360 gramos y midió 50 centímetros. Mi papá vive en Miami con su esposa y la conoce por videoconferencia; los papas de Karla viven cerca, pero también la han visto por videos. Solo mi mamá con su marido ha tenido la suerte de verla dos veces, aunque con mascarilla, guantes y sin poder tomarla en brazos. Se las pasé a mostrar solo 15 minutos cuando nos dieron el alta", añade el periodista.
Karla dejó el CDF el 2017 y Andrés lo hizo en enero del 2019. Ese mismo verano comenzaron a pololear e incluso vivieron en Miami, donde reside el padre de Solís, quien allá trabajó para la cadena Beln Sports. "Regresamos a Chile, nos casamos y estábamos tramitando la visa, pero vino el estallido social y ahora la pandemia. En ese proceso nos enteramos de que íbamos a ser papás y todo quedó en pausa. No estamos en televisión y nos dedicamos a nuestro centro de terapias (@Centrotrascender en Instagram). Karla es sicóloga y yo estudié un posgrado en bioneuroemociones que está relacionado con la inteligencia emocional", dice Solís.
El ex rostro del Canal del Fútbol asegura que se prepararon muy bien para coordinar el trabajo y la convivencia entre los tres. Los controles preparto se realizaron bajo extremas precauciones a causa del Covid-19 y se mantuvieron bien aislados; solo se movían lo preciso entre las idas al doctor, compras en el supermercado y los paseos de su perrita Mía.
"Entré con la Karla un jueves y me quedé encerrado con ellas en la habitación hasta el sábado. Los tres permanecimos así y sin salir de la pieza. Nos decíamos que en ese momento no podrían conocerla nuestras familias, aunque todo esto de la cuarentena la hemos aprovechado para estar muy cerca los tres, disfrutando, juntitos, generando apego y bien guardados", relata.
"Nuestra consulta estaba en Providencia, pero decidimos cerrarla momentáneamente y trabajar online desde nuestra casa. Decidimos cuidarnos cuando Karla tenía 8 meses y nos guardamos para que estuviera más tranquila en la recta final del embarazo. Con la niña llevamos un ritmo suave, atendemos a dos personas al día, nos turnamos las tareas de la casa y estamos felices con nuestro trabajo y Anastassia. Todo esto es un amor infinito", define Andrés Solís.