Hasta 10 años de cárcel arriesga un imputado, que permanece en prisión preventiva,
por el delito de incendio del Palacio Schneider, ubicado en Avenida Vicuña Mackenna
44, en Providencia, ocurrido el 8 de noviembre del año pasado. El recinto funcionaba
como sede de la Universidad Pedro de Valdivia (UPV) y era de propiedad del Comité
Olímpico de Chile (Coch).
El fiscal de la zona oriente, Álvaro Pérez, presentó una acusación por el delito de incendio en contra del imputado, solicitando una pena de diez años de presidio. Pérez explicó que el acusado, "en circunstancias que las llamas quemaban cortinas del inmueble, se aproxima y arroja un líquido combustible acelerante que se contenía en un recipiente que llevaba consigo, contribuyendo a aumentar y expandir el fuego que ya se había iniciado al interior del edificio".
El persecutor también presentó sendas acusaciones en contra de otros dos imputados por el lanzamiento de bombas molotov al inmueble.
Todo lo ocurrido ese día fue capturado por las cámaras de seguridad de la universidad y también de Carabineros, lo que derivó en la detención del acusado ese mismo viernes 8 de noviembre.
El presidente del Coch, Miguel Ángel Mujica, indicó que "nos hicimos parte de la querella que interpuso la UPV, que en ese entonces arrendaba la casona. Esperamos que la justicia determine quiénes fueron los culpables, pero lamentablemente hay una pérdida patrimonial para la ciudad de Santiago que es irrecuperable".
Junto con los daños del inmueble, también se vieron afectadas las especies que el Coch aún mantenía en el edificio, como copas que habían ganado los seleccionados chilenos y material histórico que se perdió en medio de las llamas.
La antigua casona fue construida como residencia de María Hernández Suánez de Schneider y se caracterizaba por su fachada, que tenía una alta torre que terminaba en una aguja. Databa de 1915 y tiene un avalúo de 21 mil UF, es decir, más de 630 millones de pesos.
En 1969 fue adquirida por el Coch y en sus últimos años operaba la Facultad de Salud de la UPV, que arrendaba el inmueble.
"Era lo último que quedaba de esa época en la zona. Recordemos que es un Patrimonio Nacional que pertenecía a todo el país. Me da mucha pena ver que no podamos estar con la casona abriéndola al público", lamentó el rector de la casa de estudios, ya que este fin de semana se celebra el día del patrimonio. "El último año nos visitaron más de tres mil personas de todas las edades; los alumnos se disfrazaron de la época de 1915, arrendamos una carreta con burros, había organilleros y fue muy bonito, algo que ya no veremos más".
El fiscal de la zona oriente, Álvaro Pérez, presentó una acusación por el delito de incendio en contra del imputado, solicitando una pena de diez años de presidio. Pérez explicó que el acusado, "en circunstancias que las llamas quemaban cortinas del inmueble, se aproxima y arroja un líquido combustible acelerante que se contenía en un recipiente que llevaba consigo, contribuyendo a aumentar y expandir el fuego que ya se había iniciado al interior del edificio".
El persecutor también presentó sendas acusaciones en contra de otros dos imputados por el lanzamiento de bombas molotov al inmueble.
Todo lo ocurrido ese día fue capturado por las cámaras de seguridad de la universidad y también de Carabineros, lo que derivó en la detención del acusado ese mismo viernes 8 de noviembre.
El presidente del Coch, Miguel Ángel Mujica, indicó que "nos hicimos parte de la querella que interpuso la UPV, que en ese entonces arrendaba la casona. Esperamos que la justicia determine quiénes fueron los culpables, pero lamentablemente hay una pérdida patrimonial para la ciudad de Santiago que es irrecuperable".
Se perdió todo
"La casona tenía tres pisos y todo cayó sobre mi oficina. Están sobre mi escritorio en este momento. Menos mal habíamos dado la salida a las cuatro y media, entonces no había nadie en la universidad y no hubo personas lesionadas", cuenta el rector de la UPV, Rafael Rossel.Junto con los daños del inmueble, también se vieron afectadas las especies que el Coch aún mantenía en el edificio, como copas que habían ganado los seleccionados chilenos y material histórico que se perdió en medio de las llamas.
La antigua casona fue construida como residencia de María Hernández Suánez de Schneider y se caracterizaba por su fachada, que tenía una alta torre que terminaba en una aguja. Databa de 1915 y tiene un avalúo de 21 mil UF, es decir, más de 630 millones de pesos.
En 1969 fue adquirida por el Coch y en sus últimos años operaba la Facultad de Salud de la UPV, que arrendaba el inmueble.
"Era lo último que quedaba de esa época en la zona. Recordemos que es un Patrimonio Nacional que pertenecía a todo el país. Me da mucha pena ver que no podamos estar con la casona abriéndola al público", lamentó el rector de la casa de estudios, ya que este fin de semana se celebra el día del patrimonio. "El último año nos visitaron más de tres mil personas de todas las edades; los alumnos se disfrazaron de la época de 1915, arrendamos una carreta con burros, había organilleros y fue muy bonito, algo que ya no veremos más".