De lo poco y nada que se conoce de la evolución del coronavirus, sí se podría decir
que la distribución por edad y sexo es más o menos la misma en todos los países.
"En China, un estudio en más de 45 mil personas nos muestra esta misma distribución: pocos casos en grupos de edades menores y va aumentando a medida que aumenta la edad. Llega a los adultos, donde alcanza el máximo, y luego se reduce con las personas de mayor edad", cuenta el epidemiólogo Christian García.
Es lo mismo que se ve en el gráfico que ilustra esta nota y que es parte del informe epidemiológico semanal revelado el viernes por el Ministerio de Salud, el que contiene algunos datos esenciales del avance del virus en Chile y revela que, hasta el 30 de abril, el mayor número de contagios está en los rangos etarios de entre 25-29 y 30-34 años de edad.
"Es completamente esperable", dice el doctorado en Salud de la Universidad de
Pittsburgh y académico de la Universidad de Santiago, quien puntualiza que se trata
del grupo con mayor proporción en la población chilena, gente en edad muy activa,
con niños en edad escolar y con más posibilidad de contactos con personas del
mismo rango.
"El 80% de los casos de contagios por coronavirus son leves. En ese sentido, la gente más joven tiene muchos más casos leves en proporción. Por lo tanto, a medida que aumenta la edad, también aumenta la posibilidad de casos graves, y el de muerte", afirma. Y parece lógico.
Según García, la estructura de la edad de la población también es un factor a tomar en cuenta. "Por ejemplo, en Italia hay un 23% de adultos mayores, que es un número muy alto. Y es una de las razones que demostrarían el impacto en casos graves y la cantidad de muertes. Al haber una masa más grande de personas mayores, un mayor número de personas quedará expuesta a ese riesgo. En Chile es menor (según el censo abreviado de 2017, el porcentaje de adultos mayores en Chile es de 16%)", explica.
Pero el divino tesoro de la juventud y la adultez también acarrea un pequeño problema respecto al virus que es, más bien, de percepción. Según cuenta el epidemiólogo Daniel Jiménez, académico de la Universidad de Talca, "se ha dicho un montón que los pacientes vulnerables a esta enfermedad son los crónicos o adultos mayores. Entonces, para los que somos más jóvenes nos queda esta sensación de que, como no estoy dentro de ese grupo vulnerable, no me va a pasar nada. Se tiene esa falsa idea de que no les va a afectar. Pero sabemos que con este virus la posibilidad de contagio es la misma a cualquier edad. La diferencia está en el resultado. O sea, también es un problema comunicacional. Cómo hacerles llegar el mensaje a ese grupo"
¿Eso tendrá alguna incidencia en la forma de tratar la enfermedad?
Por ahora, cuenta Christian García, como se sabe tan poco del virus y no existe tratamiento, no: "La única herramienta que nos puede permitir salir adelante es la prevención: medidas de aislamiento, confinamiento, detección rápida de casos. Aislar a los casos detectados e incluso a los sospechosos, ayuda a cortar lo que se llama cadena de transmisión".
-¿Se puede decretar cuarentena para los treintones, doctor García?
-Sí existe y es una política que se ha decretado en muchos países, incluso acá. Se han establecido cuarentenas para adultos mayores, por ejemplo. Pero es muy difícil implementar para edades de adultos y en niños. O sea, van todos dentro del mismo paquete. Por lo tanto, creo que en algún momento se tendrá que implementar una cuarentena mucho más masiva de lo que se está haciendo ahora.
-¿El virus afecta más a hombres que a mujeres, como se ve en el gráfico?
-Hay una leve tendencia, pero como no tenemos todos los datos podría ser azar. En China, al menos, se podía explicar porque el 70% de los hombres chinos tienen tabaquismo, mientras que en las mujeres ese porcentaje no supera el 2%. Eso solo podría explicar la relación entre hombres y casos graves y mujeres y casos graves.
"En China, un estudio en más de 45 mil personas nos muestra esta misma distribución: pocos casos en grupos de edades menores y va aumentando a medida que aumenta la edad. Llega a los adultos, donde alcanza el máximo, y luego se reduce con las personas de mayor edad", cuenta el epidemiólogo Christian García.
Es lo mismo que se ve en el gráfico que ilustra esta nota y que es parte del informe epidemiológico semanal revelado el viernes por el Ministerio de Salud, el que contiene algunos datos esenciales del avance del virus en Chile y revela que, hasta el 30 de abril, el mayor número de contagios está en los rangos etarios de entre 25-29 y 30-34 años de edad.
"El 80% de los casos de contagios por coronavirus son leves. En ese sentido, la gente más joven tiene muchos más casos leves en proporción. Por lo tanto, a medida que aumenta la edad, también aumenta la posibilidad de casos graves, y el de muerte", afirma. Y parece lógico.
Según García, la estructura de la edad de la población también es un factor a tomar en cuenta. "Por ejemplo, en Italia hay un 23% de adultos mayores, que es un número muy alto. Y es una de las razones que demostrarían el impacto en casos graves y la cantidad de muertes. Al haber una masa más grande de personas mayores, un mayor número de personas quedará expuesta a ese riesgo. En Chile es menor (según el censo abreviado de 2017, el porcentaje de adultos mayores en Chile es de 16%)", explica.
Pero el divino tesoro de la juventud y la adultez también acarrea un pequeño problema respecto al virus que es, más bien, de percepción. Según cuenta el epidemiólogo Daniel Jiménez, académico de la Universidad de Talca, "se ha dicho un montón que los pacientes vulnerables a esta enfermedad son los crónicos o adultos mayores. Entonces, para los que somos más jóvenes nos queda esta sensación de que, como no estoy dentro de ese grupo vulnerable, no me va a pasar nada. Se tiene esa falsa idea de que no les va a afectar. Pero sabemos que con este virus la posibilidad de contagio es la misma a cualquier edad. La diferencia está en el resultado. O sea, también es un problema comunicacional. Cómo hacerles llegar el mensaje a ese grupo"
¿Eso tendrá alguna incidencia en la forma de tratar la enfermedad?
Por ahora, cuenta Christian García, como se sabe tan poco del virus y no existe tratamiento, no: "La única herramienta que nos puede permitir salir adelante es la prevención: medidas de aislamiento, confinamiento, detección rápida de casos. Aislar a los casos detectados e incluso a los sospechosos, ayuda a cortar lo que se llama cadena de transmisión".
-¿Se puede decretar cuarentena para los treintones, doctor García?
-Sí existe y es una política que se ha decretado en muchos países, incluso acá. Se han establecido cuarentenas para adultos mayores, por ejemplo. Pero es muy difícil implementar para edades de adultos y en niños. O sea, van todos dentro del mismo paquete. Por lo tanto, creo que en algún momento se tendrá que implementar una cuarentena mucho más masiva de lo que se está haciendo ahora.
-¿El virus afecta más a hombres que a mujeres, como se ve en el gráfico?
-Hay una leve tendencia, pero como no tenemos todos los datos podría ser azar. En China, al menos, se podía explicar porque el 70% de los hombres chinos tienen tabaquismo, mientras que en las mujeres ese porcentaje no supera el 2%. Eso solo podría explicar la relación entre hombres y casos graves y mujeres y casos graves.