"Espero que esto sea definitivo, me ha costado, es terrible". Las palabras
corresponden a Jorge Zabaleta (50), actor de teleseries y fundador de Radio Zeta,
quien hace referencia a su logro personal más reciente: esta semana cumplió 8
meses sin fumar, costumbre que comenzó a los 15 y que lo llevó a consumir más de
una cajetilla diaria. "A mí el cuerpo me la cobra, todos los días me pide dosis de
nicotina", sigue.
-¿Aún no canta victoria?
-Cuando uno cree que tiene dominado el tema, te vienen las crisis. Y uno nunca tiene dominado el asunto. Uno es un adicto. Yo soy adicto. Y como soy adicto no puedo hacerlo más... Yo he llegado a soñar con fumar. Por eso es una batalla diaria. No sé hasta cuándo el cuerpo me va a seguir pidiendo el cigarro, pero los beneficios son demasiados.
Según el intérprete, padre de tres hijos, los beneficios de los que habla son notorios y han mejorado su calidad de vida. ¿Cuáles son? Él mismo los refiere.
Más capacidad física. "Básicamente lo que más se nota es en la energía, tengo más capacidad aeróbica porque respiro mejor", inicia Zabaleta. "Yo antes no podía salir a correr, me ahogaba, era imposible", reseña.
Jorge Jorquera, médico broncopulmonar de Clínica Las Condes, contextualiza: "A los ocho meses de haber dejado de fumar casi todo es positivo. Mejora mucho la capacidad física, los pacientes sufren de menos cansancio porque respiran mejor y lo más importante es que disminuye mucho el riesgo de morir producto de fumar en forma aguda".
Mejor dormir, sin tos. Zabaleta establece que previo a este período "tosía mucho en las noches, y ahora no toso nada". "Se acabó la tos. Eso me ha ayudado a dormir mucho mejor. Está infinitamente mejor la calidad del sueño", sostiene.
"Hay gente que fuma y tose. Al dejar el cigarro, ya al octavo mes sin fumar, se nota que hay menos tos y mejor dormir, porque se respira mejor y los pulmones están más limpios. En general todo está mucho mejor. Quizás lo único malo es que los pacientes refieren aumento de peso", agrega Jorquera, el médico, antes que el aludido hable de la balanza.
10 kilos más. "Yo subí 10 kilos de pura ansiedad, ansiedad que aún no desaparece", retoma Jorge Zabaleta, hombre que asegura que el cigarrillo "me quitaba el hambre". "Había empezado a bajar antes de la cuarentena, había bajado 3, estaba en 89 kilos. Pero ahora ninguna posibilidad, no me muevo nada, me quedo en mi casa nomás", confiesa.
El doctor Jorquera habla otra vez: "Dejar de fumar provoca a priori aumento de peso. Esto es por dos razones. La nicotina es un estimulante, por lo tanto estimula el gasto energético basal, que es la cantidad de energía que uno gasta sin hacer nada. El otro factor es que los pacientes comen más por ansiedad".
Volvió a oler. "Perdí el olfato hace muchos años, yo creo que lo perdí precisamente por el cigarro", manifiesta Zabaleta, quien hace dos semanas revivió una sensación. "Sentí olor a perfume y claro, efectivamente se había quebrado una botella de perfume".
¿Jorquera? "En esta fase inicial los pacientes también retoman el olfato. El humo del cigarro produce una degeneración progresiva en los nervios que se encuentran en la zona posterior de las fosas nasales, que son encargados de enviar la información de olor al cerebro".
Zabaleta: "Estoy mejor, me siento más sano, es bueno no tener tanto ese miedo de que te pueda dar un ataque cardíaco en la tarde".
-Felicitaciones por los 8 meses.
-Gracias. La adicción a la nicotina es demasiado fuerte. Lo más probable es que fallemos las dos primeras veces, ponte tú. Esta es la tercera vez que yo lo trato de dejar en serio, y espero que sea la última. Se puede. Si yo lo estoy pudiendo dejar, te juro que se puede.
-¿Aún no canta victoria?
-Cuando uno cree que tiene dominado el tema, te vienen las crisis. Y uno nunca tiene dominado el asunto. Uno es un adicto. Yo soy adicto. Y como soy adicto no puedo hacerlo más... Yo he llegado a soñar con fumar. Por eso es una batalla diaria. No sé hasta cuándo el cuerpo me va a seguir pidiendo el cigarro, pero los beneficios son demasiados.
Según el intérprete, padre de tres hijos, los beneficios de los que habla son notorios y han mejorado su calidad de vida. ¿Cuáles son? Él mismo los refiere.
Más capacidad física. "Básicamente lo que más se nota es en la energía, tengo más capacidad aeróbica porque respiro mejor", inicia Zabaleta. "Yo antes no podía salir a correr, me ahogaba, era imposible", reseña.
Jorge Jorquera, médico broncopulmonar de Clínica Las Condes, contextualiza: "A los ocho meses de haber dejado de fumar casi todo es positivo. Mejora mucho la capacidad física, los pacientes sufren de menos cansancio porque respiran mejor y lo más importante es que disminuye mucho el riesgo de morir producto de fumar en forma aguda".
Mejor dormir, sin tos. Zabaleta establece que previo a este período "tosía mucho en las noches, y ahora no toso nada". "Se acabó la tos. Eso me ha ayudado a dormir mucho mejor. Está infinitamente mejor la calidad del sueño", sostiene.
"Hay gente que fuma y tose. Al dejar el cigarro, ya al octavo mes sin fumar, se nota que hay menos tos y mejor dormir, porque se respira mejor y los pulmones están más limpios. En general todo está mucho mejor. Quizás lo único malo es que los pacientes refieren aumento de peso", agrega Jorquera, el médico, antes que el aludido hable de la balanza.
10 kilos más. "Yo subí 10 kilos de pura ansiedad, ansiedad que aún no desaparece", retoma Jorge Zabaleta, hombre que asegura que el cigarrillo "me quitaba el hambre". "Había empezado a bajar antes de la cuarentena, había bajado 3, estaba en 89 kilos. Pero ahora ninguna posibilidad, no me muevo nada, me quedo en mi casa nomás", confiesa.
El doctor Jorquera habla otra vez: "Dejar de fumar provoca a priori aumento de peso. Esto es por dos razones. La nicotina es un estimulante, por lo tanto estimula el gasto energético basal, que es la cantidad de energía que uno gasta sin hacer nada. El otro factor es que los pacientes comen más por ansiedad".
Volvió a oler. "Perdí el olfato hace muchos años, yo creo que lo perdí precisamente por el cigarro", manifiesta Zabaleta, quien hace dos semanas revivió una sensación. "Sentí olor a perfume y claro, efectivamente se había quebrado una botella de perfume".
¿Jorquera? "En esta fase inicial los pacientes también retoman el olfato. El humo del cigarro produce una degeneración progresiva en los nervios que se encuentran en la zona posterior de las fosas nasales, que son encargados de enviar la información de olor al cerebro".
Zabaleta: "Estoy mejor, me siento más sano, es bueno no tener tanto ese miedo de que te pueda dar un ataque cardíaco en la tarde".
-Felicitaciones por los 8 meses.
-Gracias. La adicción a la nicotina es demasiado fuerte. Lo más probable es que fallemos las dos primeras veces, ponte tú. Esta es la tercera vez que yo lo trato de dejar en serio, y espero que sea la última. Se puede. Si yo lo estoy pudiendo dejar, te juro que se puede.