Si miró con detención este lunes "Buenos días a todos" pudo notar algo distinto en
María Luisa Godoy. El fondo desde donde hablaba la animadora del matinal de T VN
ya no era una estantería delante de una pared blanca (su casa en Vitacura, desde
donde lo hizo por siete semanas) sino que ahora se veían a su alrededor otros
muebles y una pared de baldosas. Ella lucía en su blusa un micrófono lavalier (de
solapa) debido a que la conductora, que tiene seis meses de embarazo, retornó este
lunes al canal, en Providencia, bajo medidas especiales.
Mientras el estudio del matinal se encuentra en el nivel -2 del ala derecha del edificio, a la animadora se le ubicó al lado izquierdo de la construcción en el piso 2. "Me instalaron un mini set de TV, tipo cápsula, donde sólo hay un productor, con un traje que lo cubre entero y mascarilla. Nadie más porque hay una cámara fija o uso un celular. Está al lado de mi camarín donde fue una persona a maquillarme, también con guantes, mascarilla y protector", detalla la animadora.
-¿Por qué vuelve al canal, María Luisa?
-Es por una decisión que tomamos con el equipo para que la conversación sea más fluida. Profesionalmente agradezco estar ahí de nuevo, porque estamos todos los días hablando de la peor pandemia de los últimos cien años y estar ahí me permite una interacción fluida en las conversaciones, hablar claro y sin complicaciones. Desde mi casa no tenía muchas opciones para contrapreguntar a alguien y debía esperar que me dieran los pases para hablar y no interrumpir. Así que nos pareció relevante que yo volviera. Hoy me sentí súper fluida y con mayor interacción, pude interrumpir y pedir (al aire) que no se cambiara el tema en una conversación.
Pamela Díaz, productora ejecutiva del matinal, suma que "estamos tocando temas tan relevantes entonces nadie se debe quedar atrás en la conversación, por eso decidimos volver a tenerla en el canal. Hoy con ella de vuelta hubo más fluidez, pudo contrapreguntar y aportar más con puntos de vista".
-La tienen a María Luisa con extremos cuidados, Pamela.
-Las medidas extremas de cuidado son una necesidad y las iremos evaluando con los días, si se aumentan o relajan un poco. Pero los cuidados no son sólo con ella. Los movileros, que son los que más se exponen, después de dos semanas de trabajo se van otras dos a hacer cuarentena. El estudio del matinal es un espacio mucho más grande y el contacto es menos estrecho, entonces podemos asegurar una distancia de dos metros entre personas. Allí nadie está con overol, pero sí los camarógrafos con mascarillas y guantes, y hay dispensadores de alcoholgel.
-¿Pudo ver a más gente de su equipo, María Luisa?
-Obviamente dan ganas de ir a saludar porque echo de menos a la gente del equipo pero la verdad es que no vi a casi nadie ni me asomé al primer piso. De lejos vi a la productora ejecutiva, al director, al Nacho (Gutiérrez) y al Leo (Jeria, productor). Terminé y altiro de vuelta a mi casa con todos los resguardos: alcohol gel, guantes, mascarilla y escudo facial. La idea es hacer una burbuja en los trayectos del canal a la casa.
-¿Qué va a echar de menos del teletrabajo?
-Laburar con la familia al lado tiene otras dificultades pero me acostumbré rápido a trabajar con mis tres hijas al lado, que fue muy rico. Creo que nunca había tenido ese espacio de estar tanto con ellas, y disfruté ese tiempo. Se pusieron a llorar cuando les dije que volvía al canal pero me dijeron que me iban a apoyar. Les aseguré que volvía a almorzar con ellas y así fue.
Mientras el estudio del matinal se encuentra en el nivel -2 del ala derecha del edificio, a la animadora se le ubicó al lado izquierdo de la construcción en el piso 2. "Me instalaron un mini set de TV, tipo cápsula, donde sólo hay un productor, con un traje que lo cubre entero y mascarilla. Nadie más porque hay una cámara fija o uso un celular. Está al lado de mi camarín donde fue una persona a maquillarme, también con guantes, mascarilla y protector", detalla la animadora.
-¿Por qué vuelve al canal, María Luisa?
-Es por una decisión que tomamos con el equipo para que la conversación sea más fluida. Profesionalmente agradezco estar ahí de nuevo, porque estamos todos los días hablando de la peor pandemia de los últimos cien años y estar ahí me permite una interacción fluida en las conversaciones, hablar claro y sin complicaciones. Desde mi casa no tenía muchas opciones para contrapreguntar a alguien y debía esperar que me dieran los pases para hablar y no interrumpir. Así que nos pareció relevante que yo volviera. Hoy me sentí súper fluida y con mayor interacción, pude interrumpir y pedir (al aire) que no se cambiara el tema en una conversación.
Pamela Díaz, productora ejecutiva del matinal, suma que "estamos tocando temas tan relevantes entonces nadie se debe quedar atrás en la conversación, por eso decidimos volver a tenerla en el canal. Hoy con ella de vuelta hubo más fluidez, pudo contrapreguntar y aportar más con puntos de vista".
-La tienen a María Luisa con extremos cuidados, Pamela.
-Las medidas extremas de cuidado son una necesidad y las iremos evaluando con los días, si se aumentan o relajan un poco. Pero los cuidados no son sólo con ella. Los movileros, que son los que más se exponen, después de dos semanas de trabajo se van otras dos a hacer cuarentena. El estudio del matinal es un espacio mucho más grande y el contacto es menos estrecho, entonces podemos asegurar una distancia de dos metros entre personas. Allí nadie está con overol, pero sí los camarógrafos con mascarillas y guantes, y hay dispensadores de alcoholgel.
-¿Pudo ver a más gente de su equipo, María Luisa?
-Obviamente dan ganas de ir a saludar porque echo de menos a la gente del equipo pero la verdad es que no vi a casi nadie ni me asomé al primer piso. De lejos vi a la productora ejecutiva, al director, al Nacho (Gutiérrez) y al Leo (Jeria, productor). Terminé y altiro de vuelta a mi casa con todos los resguardos: alcohol gel, guantes, mascarilla y escudo facial. La idea es hacer una burbuja en los trayectos del canal a la casa.
-¿Qué va a echar de menos del teletrabajo?
-Laburar con la familia al lado tiene otras dificultades pero me acostumbré rápido a trabajar con mis tres hijas al lado, que fue muy rico. Creo que nunca había tenido ese espacio de estar tanto con ellas, y disfruté ese tiempo. Se pusieron a llorar cuando les dije que volvía al canal pero me dijeron que me iban a apoyar. Les aseguré que volvía a almorzar con ellas y así fue.