Los esfuerzos por aumentar la capacidad hospitalaria del país no paran, menos
cuando la ocupación de camas críticas alcanza el 85% a nivel país y al 94% en
Santiago.
A las 182 camas que ayer inyectaron las clínicas al sistema público, se sumaron otras cien, las del nuevo hospital de campaña levantado al lado del Sótero del Río, en la comuna de Puente Alto, que inauguró el Presidente Sebastián Piñera.
Está dividido en 10 módulos con 10 camas cada una, conectadas por un pasillo central. Cuenta con aislación térmica y una separación mediante paneles entre las áreas clínicas y de apoyo.
"Estamos muy conscientes de que el sistema de salud está muy exigido, muy demandado, muy estresado", aseguró el Mandatario mientras recorría las instalaciones de 1.500 metros cuadrados, equipadas con enfermería, farmacia, recepción, comedor, sala de estar, sala de reuniones y cinco baños. Importado desde Canadá, cada una de estas construcciones cuesta 13,7 millones de dólares llave en mano.
Para atender a sus cien pacientes, el hospital contará con tres turnos de seis médicos, nueve enfermeras, cuatro kinesiólogos y un número variable de técnicos en salud. Esta es la misma dotación que tendrán los centros hospitalarios que se instalarán en Coquimbo, Concepción, Araucanía Sur y Metropolitana Sur (Hospital Barros Luco).
Según explica Gonzalo Menchaca, director del Sótero del Río, "estas camas de baja complejidad están pensadas para trasladar a pacientes desde el hospital base. Me refiero a pacientes que ya no requieren tantos cuidados, pero que tampoco están listos para irse a sus casas". Con ello se liberarán parte de las 800 camas del hospital de alta complejidad más grande de la capital.
Sobre un eventual colapso, Menchaca asegura que aún no copa su capacidad. "Lo que sí le puedo decir, es que cada vez que hemos estado al límite, sale un paciente de la UTI o llega un respirador, de modo que hemos ido corriendo la frontera".
En caso de no haber camas disponibles, los traslados son siempre una opción. "Tengo que decir que este tema funciona bastante bien. Me alegra decir que tanto las clínicas como los hospitales privados están trabajando a la par. Eso significa trasladar, recibir y cuidar a los pacientes sin hacer preguntas".
A las 182 camas que ayer inyectaron las clínicas al sistema público, se sumaron otras cien, las del nuevo hospital de campaña levantado al lado del Sótero del Río, en la comuna de Puente Alto, que inauguró el Presidente Sebastián Piñera.
Está dividido en 10 módulos con 10 camas cada una, conectadas por un pasillo central. Cuenta con aislación térmica y una separación mediante paneles entre las áreas clínicas y de apoyo.
"Estamos muy conscientes de que el sistema de salud está muy exigido, muy demandado, muy estresado", aseguró el Mandatario mientras recorría las instalaciones de 1.500 metros cuadrados, equipadas con enfermería, farmacia, recepción, comedor, sala de estar, sala de reuniones y cinco baños. Importado desde Canadá, cada una de estas construcciones cuesta 13,7 millones de dólares llave en mano.
Para atender a sus cien pacientes, el hospital contará con tres turnos de seis médicos, nueve enfermeras, cuatro kinesiólogos y un número variable de técnicos en salud. Esta es la misma dotación que tendrán los centros hospitalarios que se instalarán en Coquimbo, Concepción, Araucanía Sur y Metropolitana Sur (Hospital Barros Luco).
Según explica Gonzalo Menchaca, director del Sótero del Río, "estas camas de baja complejidad están pensadas para trasladar a pacientes desde el hospital base. Me refiero a pacientes que ya no requieren tantos cuidados, pero que tampoco están listos para irse a sus casas". Con ello se liberarán parte de las 800 camas del hospital de alta complejidad más grande de la capital.
Sobre un eventual colapso, Menchaca asegura que aún no copa su capacidad. "Lo que sí le puedo decir, es que cada vez que hemos estado al límite, sale un paciente de la UTI o llega un respirador, de modo que hemos ido corriendo la frontera".
En caso de no haber camas disponibles, los traslados son siempre una opción. "Tengo que decir que este tema funciona bastante bien. Me alegra decir que tanto las clínicas como los hospitales privados están trabajando a la par. Eso significa trasladar, recibir y cuidar a los pacientes sin hacer preguntas".