Ignacio Castellucci, doctor en ergonomía y académico de la Universidad de
Valparaíso, explica que contar con una silla ergonómica y un escritorio ajustable
entrega dos condiciones muy importantes para trabajar desde la casa: altura
adecuada y sentado dinámico.
"La altura de la mesa está relacionada con la altura del codo y la actividad que se realiza, pero para trabajo de oficina se recomienda que la altura del escritorio sea igual o superior en tres a cinco centímetros a la altura del codo. Ahora bien, ¿qué pasa cuando la altura de la mesa es demasiado baja? Las personas no podrán apoyar correctamente sus antebrazos, lo que aumentará el esfuerzo a nivel de hombro y columna", detalla.
'Incluso se verán obligadas a doblar su tronco hacia adelante, con su peso corporal apoyado en los brazos, lo que dará como resultado una postura cifótica. Por el contrario, si la altura es demasiado alta, hará que las personas sobrecarguen los hombros", puntualiza Castellucci.
El ergónomo explica que el sentado dinámico consiste en que el escritorio y la silla permitan trabajar sentado, semisentado y de pie.
"Lo más importante que se debe poder ajustar en un escritorio es la altura. Una estación de trabajo dinámica impacta significativamente y reduce las molestias o dolores músculoesqueléticos", asegura.
Gabriel Araya, kinesiólogo y experto en biomecánica, dice que contar con un escritorio regulable es cuestión de salud.
"El ser humano tiene capacidad para adaptarse a las distintas exigencias, pero existe un límite para no generar daño en nuestra salud. Considerando esto, el diseño del puesto de trabajo es clave. Tener un escritorio regulable no implica sólo comodidad, sino también mejorar nuestra salud", explica.
Según Araya, lo ideal es buscar un escritorio lo más customizable posible.
"Ojalá que se pueda ajustar en todo lo que requerimos, además de la altura, por ejemplo, que se pueda mover y que además, se pueda modificar su profundidad para que los brazos y las muñecas no queden en posiciones incómodas", puntualiza.
Pablo Morales es fotógrafo y construyó su propio escritorio regulable.
"Necesitaba un escritorio que se ajustara a mis necesidades porque a veces debo trabajar parado y otras, sentado. Para eso requería que se pudiera modificar la altura", cuenta.
"Le mostré el resultado a mis amigos y me motivaron. Ahora los vendo a través de internet. El escritorio que yo tengo se puede ajustar su altura entre 75 a 90 centímetros en rangos de cinco en cinco. Lo ideal es que también se pueda regular el ángulo de la superficie según las necesidades de cada persona. Por ejemplo, para quienes se dedican al diseño o son dibujantes", relata.
Gonzalo Pacheco, kinesiólogo, especialista salud ocupacional y académico de la Universidad San Sebastián, explica que el tamaño del escritorio también es relevante.
"Depende de lo que queramos hacer en él y el espacio que podamos otorgarle. Las viviendas no están diseñadas para trabajar desde la casa, pero hoy en día hay variadas opciones de escritorios considerando el tamaño de las habitaciones, porque es distinto el tamaño de escritorio que se necesita para trabajar desde un computador que para hacer un plano o un dibujo", puntualiza.
Pacheco dice que en su casa tiene un escritorio regulable y una silla ergonómica.
"El escritorio permite regular la altura, entonces, hay momentos del día que trabajo parado y otras veces, sentado. Además, se puede mover, así que puedo trabajar en el patio o dentro de la casa. La silla es regulable en todos los sentidos en pos de mi salud y me permite hacer todas las regulaciones acorde a las horas que estaré trabajando y la concentración que necesito", explica.
Castellucci pone como ejemplo los escritorios electrónicos que regulan su altura sin necesidad de hacer esfuerzo.
"Según datos que generamos en el Centro de Estudio del Trabajo y Factores Humanos de la Universidad de Valparaíso, lo que se recomienda es un escritorio regulable desde 62 cm a 128 cm. Este tipo de escritorio asegura 97% de adecuación para la población chilena para trabajar sentado, semisentado y de pie. Además, se debe considerar una profundidad del escritorio mínima de 80 centímetros, profundidad bajo la mesa mínimo 80 centímetros y un ancho que variará dependiendo de la actividad, pero en oficina debiera ser de al menos 120 centímetros", detalla.
Araya dice que si no se toman las medidas necesarias a la hora de trabajar, puede haber distintas complicaciones físicas. Se puede desalinear o sobrecargar alguna estructura músculoesquelética, por ende, esa molestia llevará a dolor. Y si eso se extiende en el tiempo, puede causar una enfermedad.
"La altura de la mesa está relacionada con la altura del codo y la actividad que se realiza, pero para trabajo de oficina se recomienda que la altura del escritorio sea igual o superior en tres a cinco centímetros a la altura del codo. Ahora bien, ¿qué pasa cuando la altura de la mesa es demasiado baja? Las personas no podrán apoyar correctamente sus antebrazos, lo que aumentará el esfuerzo a nivel de hombro y columna", detalla.
'Incluso se verán obligadas a doblar su tronco hacia adelante, con su peso corporal apoyado en los brazos, lo que dará como resultado una postura cifótica. Por el contrario, si la altura es demasiado alta, hará que las personas sobrecarguen los hombros", puntualiza Castellucci.
El ergónomo explica que el sentado dinámico consiste en que el escritorio y la silla permitan trabajar sentado, semisentado y de pie.
"Lo más importante que se debe poder ajustar en un escritorio es la altura. Una estación de trabajo dinámica impacta significativamente y reduce las molestias o dolores músculoesqueléticos", asegura.
Gabriel Araya, kinesiólogo y experto en biomecánica, dice que contar con un escritorio regulable es cuestión de salud.
"El ser humano tiene capacidad para adaptarse a las distintas exigencias, pero existe un límite para no generar daño en nuestra salud. Considerando esto, el diseño del puesto de trabajo es clave. Tener un escritorio regulable no implica sólo comodidad, sino también mejorar nuestra salud", explica.
Según Araya, lo ideal es buscar un escritorio lo más customizable posible.
"Ojalá que se pueda ajustar en todo lo que requerimos, además de la altura, por ejemplo, que se pueda mover y que además, se pueda modificar su profundidad para que los brazos y las muñecas no queden en posiciones incómodas", puntualiza.
Pablo Morales es fotógrafo y construyó su propio escritorio regulable.
"Necesitaba un escritorio que se ajustara a mis necesidades porque a veces debo trabajar parado y otras, sentado. Para eso requería que se pudiera modificar la altura", cuenta.
"Le mostré el resultado a mis amigos y me motivaron. Ahora los vendo a través de internet. El escritorio que yo tengo se puede ajustar su altura entre 75 a 90 centímetros en rangos de cinco en cinco. Lo ideal es que también se pueda regular el ángulo de la superficie según las necesidades de cada persona. Por ejemplo, para quienes se dedican al diseño o son dibujantes", relata.
Gonzalo Pacheco, kinesiólogo, especialista salud ocupacional y académico de la Universidad San Sebastián, explica que el tamaño del escritorio también es relevante.
"Depende de lo que queramos hacer en él y el espacio que podamos otorgarle. Las viviendas no están diseñadas para trabajar desde la casa, pero hoy en día hay variadas opciones de escritorios considerando el tamaño de las habitaciones, porque es distinto el tamaño de escritorio que se necesita para trabajar desde un computador que para hacer un plano o un dibujo", puntualiza.
Pacheco dice que en su casa tiene un escritorio regulable y una silla ergonómica.
"El escritorio permite regular la altura, entonces, hay momentos del día que trabajo parado y otras veces, sentado. Además, se puede mover, así que puedo trabajar en el patio o dentro de la casa. La silla es regulable en todos los sentidos en pos de mi salud y me permite hacer todas las regulaciones acorde a las horas que estaré trabajando y la concentración que necesito", explica.
Castellucci pone como ejemplo los escritorios electrónicos que regulan su altura sin necesidad de hacer esfuerzo.
"Según datos que generamos en el Centro de Estudio del Trabajo y Factores Humanos de la Universidad de Valparaíso, lo que se recomienda es un escritorio regulable desde 62 cm a 128 cm. Este tipo de escritorio asegura 97% de adecuación para la población chilena para trabajar sentado, semisentado y de pie. Además, se debe considerar una profundidad del escritorio mínima de 80 centímetros, profundidad bajo la mesa mínimo 80 centímetros y un ancho que variará dependiendo de la actividad, pero en oficina debiera ser de al menos 120 centímetros", detalla.
Araya dice que si no se toman las medidas necesarias a la hora de trabajar, puede haber distintas complicaciones físicas. Se puede desalinear o sobrecargar alguna estructura músculoesquelética, por ende, esa molestia llevará a dolor. Y si eso se extiende en el tiempo, puede causar una enfermedad.