Tras el omiso caso que hicieron los miembros del comité de administración de su
edificio, a propósito de la falta de personal para realizar el aseo diario por causa de la
cuarentena, Susan Monárdez, decidió tomar el toro por las astas. O el trapero por el
mango.
Ella administra el grupo de WhatsApp de la torre de su comunidad, ubicada en Santiago Centro, y expuso a los vecinos la necesidad de organizarse para limpiar. Los auxiliares de aseo de los edificios no están considerados dentro de los trabajadores esenciales que tienen permiso para asistir a sus trabajos (como sí lo están los conserjes) y en situación de pandemia, era imprescindible mantener higienizados los espacios comunes. Así se formaron turnos que se han hecho cargo de esta tarea, que tampoco corresponde a los conserjes, pues la función de ellos es controlar el acceso.
"Ya llevamos cerca de un mes con esta dinámica. Como el personal de aseo no podía venir a trabajar, decidimos realizar una lista de todos lo departamentos para ver qué vecinos querían colaborar con la limpieza del edificio", cuenta Monárdez.
Al principio el entusiasmo era desbordante, pero los cerca de 30 colaboradores ya están un poco cansados.
"Los vecinos colaboran porque tienen que hacerlo. Por eso siempre se manda un listado de los inscritos, así como un recordatorio diario sobre lo que hacemos otros vecinos", asegura.
Para él, la actitud de los arrendatarios es distinta a la de los propietarios.
"Los primeros -en general- son apáticos y no les interesa las normas. Como que viven en un hotel y no adhieren al concepto ésta es mi casa y debo cuidarla como corresponde , que es un poco el pensamiento de la mayoría de los dueños", asegura.
En eso concuerda Carmen Bustamante, parte del comité de administración de una comunidad de dos torres con 625 departamentos cada una, en Ñuñoa.
"La gente no entiende que estamos en una situación de emergencia y hay que ser empáticos. No es culpa de los auxiliares que no puedan venir todos los días", dice.
Por eso es importante que los vecinos aporten al menos llevando sus propios residuos domiciliarios a los receptáculos de basura, para su posterior retiro por parte de los camiones.
"Lo que se está haciendo es que la gente baje su reciclaje, sobre todo el vidrio, que es harto. La idea es que cuando pase el camión de reciclaje la gente del aseo tenga el trabajo adelantado. Además, con la gente todo el día en la casa es mucha más basura la que hay que manejar", asegura Bustamante.
"Se puede limpiar día por medio en la medida que la zona (un pasillo, por ejemplo) no transite mucha gente, que es la idea en esta época", asegura.
Por su parte Roberto Paris, gerente comercial de la empresa de sanitizaciones Counter Chile, hay varios sectores en los edificios que están cerrados, como gimnasios y salas de eventos, que se pueden saltar perfectamente el aseo.
"Hay que priorizar el aseo en zonas de tráfico y contacto habitual o forzoso, como accesos, ascensores, salas de basura, y pasillos de uso frecuente, además de los puntos críticos de contacto, como manillas, pasamanos, botoneras de ascensores y puertas", asegura.
"Cuando tienes personal de aseo que sabe hacer aseo, no es la señora Juanita la que hace el aseo. Es una persona capacitada. Y si no sabes hacer la mezcla del líquido, hay riesgo de intoxicación. O si lo aplicas mal, queda el pasillo hediondo. Hay que saber hacer la pega bien y los auxiliares manejan ese expertise", asegura Luis Vallejos, presidente de Agacech.
El dirigente dice que a los conserjes no les corresponde ese trabajo.
"Ellos tienen capacitación supervisada por Carabineros, están bajo el reglamento de seguridad. No puede hacer aseo. La regla del curso es: Usted no puede salir de su puesto . Cuando lo hacen, es como un favor", asegura .
Ella administra el grupo de WhatsApp de la torre de su comunidad, ubicada en Santiago Centro, y expuso a los vecinos la necesidad de organizarse para limpiar. Los auxiliares de aseo de los edificios no están considerados dentro de los trabajadores esenciales que tienen permiso para asistir a sus trabajos (como sí lo están los conserjes) y en situación de pandemia, era imprescindible mantener higienizados los espacios comunes. Así se formaron turnos que se han hecho cargo de esta tarea, que tampoco corresponde a los conserjes, pues la función de ellos es controlar el acceso.
"Ya llevamos cerca de un mes con esta dinámica. Como el personal de aseo no podía venir a trabajar, decidimos realizar una lista de todos lo departamentos para ver qué vecinos querían colaborar con la limpieza del edificio", cuenta Monárdez.
Al principio el entusiasmo era desbordante, pero los cerca de 30 colaboradores ya están un poco cansados.
"Los vecinos colaboran porque tienen que hacerlo. Por eso siempre se manda un listado de los inscritos, así como un recordatorio diario sobre lo que hacemos otros vecinos", asegura.
No es la forma
"Hay mucho individualismo y el concepto de vida comunitaria les nace a pocos", comenta Luis Vallejos, presidente de la Asociación Gremial de Administradores de Edificios y Condominios de Chile, Agacech.Para él, la actitud de los arrendatarios es distinta a la de los propietarios.
"Los primeros -en general- son apáticos y no les interesa las normas. Como que viven en un hotel y no adhieren al concepto ésta es mi casa y debo cuidarla como corresponde , que es un poco el pensamiento de la mayoría de los dueños", asegura.
En eso concuerda Carmen Bustamante, parte del comité de administración de una comunidad de dos torres con 625 departamentos cada una, en Ñuñoa.
"La gente no entiende que estamos en una situación de emergencia y hay que ser empáticos. No es culpa de los auxiliares que no puedan venir todos los días", dice.
Por eso es importante que los vecinos aporten al menos llevando sus propios residuos domiciliarios a los receptáculos de basura, para su posterior retiro por parte de los camiones.
"Lo que se está haciendo es que la gente baje su reciclaje, sobre todo el vidrio, que es harto. La idea es que cuando pase el camión de reciclaje la gente del aseo tenga el trabajo adelantado. Además, con la gente todo el día en la casa es mucha más basura la que hay que manejar", asegura Bustamante.
Priorizando
Según el doctor en microbiología Milko Jorquera, docente de la Universidad de La Frontera, es muy difícil tener un ambiente 100% estéril."Se puede limpiar día por medio en la medida que la zona (un pasillo, por ejemplo) no transite mucha gente, que es la idea en esta época", asegura.
Por su parte Roberto Paris, gerente comercial de la empresa de sanitizaciones Counter Chile, hay varios sectores en los edificios que están cerrados, como gimnasios y salas de eventos, que se pueden saltar perfectamente el aseo.
"Hay que priorizar el aseo en zonas de tráfico y contacto habitual o forzoso, como accesos, ascensores, salas de basura, y pasillos de uso frecuente, además de los puntos críticos de contacto, como manillas, pasamanos, botoneras de ascensores y puertas", asegura.
Un favor
Los administradores agrupados en Agacech enviaron una carta al ministro de Salud, Jaime Mañalich, pidiendo definir a los auxiliares de aseo como personal esencial, de manera de permitirles asistir a sus lugares de trabajo."Cuando tienes personal de aseo que sabe hacer aseo, no es la señora Juanita la que hace el aseo. Es una persona capacitada. Y si no sabes hacer la mezcla del líquido, hay riesgo de intoxicación. O si lo aplicas mal, queda el pasillo hediondo. Hay que saber hacer la pega bien y los auxiliares manejan ese expertise", asegura Luis Vallejos, presidente de Agacech.
El dirigente dice que a los conserjes no les corresponde ese trabajo.
"Ellos tienen capacitación supervisada por Carabineros, están bajo el reglamento de seguridad. No puede hacer aseo. La regla del curso es: Usted no puede salir de su puesto . Cuando lo hacen, es como un favor", asegura .