"Pasé el verano haciendo hartos eventos, animando en empresas, casinos,
discoteques. Alcancé a trabajar las primeras semanas de marzo, y desde ahí nada",
cuenta la modelo Aynara Eder, participante de realities como "Generaciones
cruzadas" (Canal 13) y "Amor a prueba" (Mega). Como muchos, ha debido buscar
formas extras de generar ingresos, por eso desde abril que tiene @dolce.eder, una
pastelería por Instagram donde agenda pedidos de dulces que ella misma fabrica.
"Me ha ido súper bien con mi página en Patreon (plataforma donde vende imágenes privadas), y en marzo cuando dijeron que esto del encierro sería para largo empecé con lo de la pastelería para generar lucas extras porque ahora estoy estirando los ahorros y no gastando mucho. Primero pensé en comprar productos de repostería por mayor y yo despacharlos, pero después quise hacerlo todo yo", cuenta Eder.
-¿Sabía de cocina?
-Algo de conocimientos tenía, pero de pura metiche haciendo cosas porque siempre me han fascinado las cosas dulces, y sigo a muchas chicas del fitness que siempre están mostrando recetas. Y ahora, con todo este tiempo que tengo empecé a leer y ver mucho más en internet sobre cocina. Empecé cocinándome para mí, y después pensé que podía vender.
-¿Qué partió cocinando?
-Partí con cosas más simples, como queques, muffins, galletones y brownies. Ahí partí haciendo productos con y sin azúcar, para estos últimos uso tagatosa en polvo o stevia líquida, y me gusta ocupar leche sin lactosa en las preparaciones. Después con la práctica fui haciendo otras cosas como dulce tipo Prestigio, que es coco rallado bañado en chocolate, donas y bombones. Me ha resultado fácil, siento que con el tiempo me he ido perfeccionando así como he ido comprando más utensilios como una bombonera.
-¿Le va bien?
-Hay semanas que son súper lentas, pero me quedo tranquila porque tengo amigos con restaurantes y me dicen lo mismo. Hay fechas que salvan, para el Día de la Madre (mayo) me amanecí haciendo cajas de dulces y ahora para el Día del Padre fue lo mismo.
-Eso fue el fin de semana pasado, ¿cuánto vendió?
-Para el Día del Padre vendí 19 cajas surtidas, vendí las últimas dos hoy (lunes). Cada una tenía 13 dulces más una botella chica de cerveza. Cada caja costaba 20.000 pesos. Ahora que volvimos a días normales, pueden pasar días que no llega ningún pedido y de repente me llegan dos. Tengo ahora a la venta cajas surtidas a 15.000 y 20.000 pesos, también alfajores rellenos de galletas Oreo que no se encuentran en muchos lados.
Las 19 cajas vendidas el fin de semana recién pasado le reportaron 380 mil pesos. "Es plata que sirve para pagar cuentas, todo suma", acota la modelo.
La entrega de los productos es vía delivery que hacen dos conocidos de Eder que cuentan con salvoconducto para esta tarea, precisa ella, y el servicio cuesta 3.000 pesos.
-¿Qué hace con lo que no vende?
-Es que hago todo fresco, por eso pido 24 horas de anticipación para los pedidos. Hago todo en el horno del departamento, despejo el mesón y me pongo a trabajar ahí. Cuando voy al supermercado una vez por semana compro insumos, y otros materiales los compro en una picada de repostería que tengo en Providencia donde voy una o dos veces al mes. Ahí compro artículos para hacer baño en chocolate negro y blanco, por ejemplo. Sé que la pega de los eventos no va a ser para siempre entonces me encantaría de acá a dos años tener un local físico de pastelería.
"Me ha ido súper bien con mi página en Patreon (plataforma donde vende imágenes privadas), y en marzo cuando dijeron que esto del encierro sería para largo empecé con lo de la pastelería para generar lucas extras porque ahora estoy estirando los ahorros y no gastando mucho. Primero pensé en comprar productos de repostería por mayor y yo despacharlos, pero después quise hacerlo todo yo", cuenta Eder.
-¿Sabía de cocina?
-Algo de conocimientos tenía, pero de pura metiche haciendo cosas porque siempre me han fascinado las cosas dulces, y sigo a muchas chicas del fitness que siempre están mostrando recetas. Y ahora, con todo este tiempo que tengo empecé a leer y ver mucho más en internet sobre cocina. Empecé cocinándome para mí, y después pensé que podía vender.
-¿Qué partió cocinando?
-Partí con cosas más simples, como queques, muffins, galletones y brownies. Ahí partí haciendo productos con y sin azúcar, para estos últimos uso tagatosa en polvo o stevia líquida, y me gusta ocupar leche sin lactosa en las preparaciones. Después con la práctica fui haciendo otras cosas como dulce tipo Prestigio, que es coco rallado bañado en chocolate, donas y bombones. Me ha resultado fácil, siento que con el tiempo me he ido perfeccionando así como he ido comprando más utensilios como una bombonera.
-¿Le va bien?
-Hay semanas que son súper lentas, pero me quedo tranquila porque tengo amigos con restaurantes y me dicen lo mismo. Hay fechas que salvan, para el Día de la Madre (mayo) me amanecí haciendo cajas de dulces y ahora para el Día del Padre fue lo mismo.
-Eso fue el fin de semana pasado, ¿cuánto vendió?
-Para el Día del Padre vendí 19 cajas surtidas, vendí las últimas dos hoy (lunes). Cada una tenía 13 dulces más una botella chica de cerveza. Cada caja costaba 20.000 pesos. Ahora que volvimos a días normales, pueden pasar días que no llega ningún pedido y de repente me llegan dos. Tengo ahora a la venta cajas surtidas a 15.000 y 20.000 pesos, también alfajores rellenos de galletas Oreo que no se encuentran en muchos lados.
Las 19 cajas vendidas el fin de semana recién pasado le reportaron 380 mil pesos. "Es plata que sirve para pagar cuentas, todo suma", acota la modelo.
La entrega de los productos es vía delivery que hacen dos conocidos de Eder que cuentan con salvoconducto para esta tarea, precisa ella, y el servicio cuesta 3.000 pesos.
-¿Qué hace con lo que no vende?
-Es que hago todo fresco, por eso pido 24 horas de anticipación para los pedidos. Hago todo en el horno del departamento, despejo el mesón y me pongo a trabajar ahí. Cuando voy al supermercado una vez por semana compro insumos, y otros materiales los compro en una picada de repostería que tengo en Providencia donde voy una o dos veces al mes. Ahí compro artículos para hacer baño en chocolate negro y blanco, por ejemplo. Sé que la pega de los eventos no va a ser para siempre entonces me encantaría de acá a dos años tener un local físico de pastelería.