Un trastorno de coagulación puede provocar trombosis o coágulos en los vasos sanguíneos, lo que puede desembocar en la muerte, porque impiden que la sangre oxigenada llegue adonde debe llegar. Los doctores afortunadamente pueden saber cuál es la posibilidad de que esto ocurra con un paciente. La clave está en un componente de la sangre llamado Dímero D.
"Es un producto de la degradación de la fibrina, que es una proteína que se genera en la coagulación. Cuando uno se está afeitando y se corta, se forma un coágulo y se activa fibrina. La fibrina tiene que degradarse en algún momento, tiene que desaparecer, y uno de los productos de degradación es el Dímero D", dice el doctor Sebastián Bravo, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos Adultos del Hospital Clínico de la Red UC Christus.
El doctor José Antonio Páramo, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, publicó a fines de marzo un artículo en el sitio en Internet de ese organismo, que describe la relación entre infecciones y coagulación. "En los últimos años, se ha acuñado el concepto de inmunotrombosis para describir la interacción entre el sistema inmune y el sistema de coagulación como respuesta a la infección por microorganismos, para evitar su propagación", explica el texto. "La actual pandemia provocada por el Covid-19 representa un buen ejemplo de infección vírica asociada a una repuesta inflamatoria sistémica y activación de la coagulación en los pacientes sintomáticos", agrega.
Un nivel normal de Dímero D es más o menos 500 nanogramos por mililitro.
"En pacientes que lo tengan bajito podemos decir que su activación es poca y por lo tanto es menos grave. Pacientes que lo tengan muy elevado, por ejemplo, sobre 3.000, sabemos que van a tener un riesgo mayor de estar presentando en ese mismo momento algún un fenómeno trombótico a nivel cerebral, a nivel cardiaco, a nivel pulmonar. Se cree que dentro de los daños que provoca este virus está la formación microtrombos en distintas partes del organismo y con distintos grados de gravedad", asegura la doctora Chiappe.
El doctor Bravo explica que en el caso del Covid-19 los valores de Dímero D aumentan en forma significativa. "Hay pacientes con Dímero D de 30.000", cuenta.
Las células del endotelio, que recubre los vasos sanguíneos, se activan y aumenta la coagulación. "En muchos procesos inflamatorios, de otras infecciones, bacterianas, por hongos, también aumenta el Dímero D, pero en un segmento de pacientes con Covid hemos visto que aumenta en forma significativa", asegura Bravo.
En el estudio "Curso clínico y factores de riego de mortalidad de pacientes adultos con Covid-19 en Wuhan, China", publicado el 9 de marzo de este año en la publicación científica Lancet, investigadores chinos establecieron una relación entre Dímero D y Sars-Cov2, luego de analizar casos en Hospital Pulmonar de Wuhan y en el Hospital Jinyintan, también de esa ciudad. "Altos niveles de Dímero D tienen una asociación reportada con la mortalidad a los 28 días en pacientes con infección o sepsis identificados en los departamentos de emergencia", dice este trabajo.
"Los trombos se forman en vasos sanguíneos más bien grandes, como los de las piernas o los de los brazos. Se van liberando, van circulando por el torrente sanguíneo. En general, toda la sangre pasa por los pulmones. Como en ese lugar hay vasos de muy pequeño calibre, que se llaman capilares, los trombos quedan atrapados", explica el doctor Bravo.
Los altos niveles de Dímero D se combaten con anticoagulantes, como la heparina.
La medición de este marcador sirve para tomar decisiones clínicas. "Si un paciente llega con un poco de tos, está sin fiebre, su radiografía muestra alguna cosita leve, pero su Dímero D está en 10.000, probablemente debiese quedar hospitalizado, para observarlo", advierte.
La doctora Chiappe explica que los niveles de este marcador son cambiantes. "Cuando yo hospitalizo al enfermo, le mido su Dímero D. Si está bajo, le dejamos anticoagulantes profilácticos Si sube mucho o si aparece algún fenómeno de trombos, le damos un tratamiento full", explica.