A los 20 años, mientras estudiaba Teatro en la U. de Chile, Eyal Meyer buscaba como
mejorar sus desplazamientos, su respiración y energía. Así encontró el kalari, un arte
marcial antiguo venido de India que ha practicado desde entonces por 14 años con
regularidad absoluta. Se trata de una actividad que combina movimientos, posturas y
respiración para mejorar elasticidad corporal, así como relajación. "A veces me
preguntan si voy al gimnasio, hago pesas o crossfit, pero no me dedico a nada de
eso, sólo entreno kalari dos horas al día, a veces natación o jugaba a la pelota", dice
el actor de la teleserie "Gemelas", de Chilevisión, que está ya en sus capítulos
decisivos.
Meyer se ha perfeccionado a tal punto que este año tenía planificado abrir en marzo su propio centro de la disciplina en Providencia . Trajo desde India materiales para la práctica, como escudos y armas de madera, pero empezó la crisis por el coronavirus. "Debí adaptarme y comenzar a dar clases online. A través de Zoom veo y corrijo los movimientos de los alumnos para que no se lesionen. Se han conectado con nosotros personas de distintos lugares de Chile y de otros países como Colombia", sostiene el actor, cuyo curso de dos semanas, con 22 clases, tiene un valor de 16 mil pesos (ver detalles en la cuenta de Instagram @maunakalari).
-¿Cómo se especializó en esta práctica?
-Luego de que empecé a practicar, estuve cinco años con ganas de ir a India, hasta que viajé por una pasantía de formación actoral en 2011. Estuve 3 meses y medio en la ciudad de Calicut, en el estado de Kerala. Allí fui a un lugar de entrenamiento y pasé hasta cuatro horas diarias practicando, leyendo y aprendiendo el idioma tradicional del kalari, malayalam. La gente de allí me decía cuando vuelvas a Chile vas a enseñar, pero yo les decía que no.
-Pero eso terminó haciendo.
-Volví a enseñar, claro. Formamos un grupo que entrenaba en el parque San Borja. En 2014 volví por dos meses y medio a la India y logré avanzar en el uso de armas de metal y escudos de madera, elementos que se emplean en el kalari. Quería retornar pronto, pero por el trabajo y las teleseries se me hizo difícil hasta febrero de este año.
-Justo antes de la pandemia.
-Sí, pude traer elementos como los escudos y volver sin problemas, pero en el trayecto de vuelta, en Dubai vi a todo el mundo con mascarillas. Tuve la suerte de viajar a tiempo y llegar sin problemas de vuelta.
-¿Son caros los escudos? ¿Se necesita un permiso?
-No son caros, deben costar unos 50 mil pesos cada uno. Son hechos en India por artesanos que trabajan con madera de tamarindo y ratán. Sobre las armas no tuve problemas porque contaba con todas las autorizaciones, cartas de instituciones de allá y permisos que había tramitado en Chile. Todo en regla.
Para Meyer el kalari no sólo logra una mejor condición física sino un "equilibrio en el ser" de quien lo practica mediante "un sistema milenario de entrenamiento con un alto nivel de exigencia para el combate, cuyo objetivo es que te sientas libre".
Meyer se ha perfeccionado a tal punto que este año tenía planificado abrir en marzo su propio centro de la disciplina en Providencia . Trajo desde India materiales para la práctica, como escudos y armas de madera, pero empezó la crisis por el coronavirus. "Debí adaptarme y comenzar a dar clases online. A través de Zoom veo y corrijo los movimientos de los alumnos para que no se lesionen. Se han conectado con nosotros personas de distintos lugares de Chile y de otros países como Colombia", sostiene el actor, cuyo curso de dos semanas, con 22 clases, tiene un valor de 16 mil pesos (ver detalles en la cuenta de Instagram @maunakalari).
-¿Cómo se especializó en esta práctica?
-Luego de que empecé a practicar, estuve cinco años con ganas de ir a India, hasta que viajé por una pasantía de formación actoral en 2011. Estuve 3 meses y medio en la ciudad de Calicut, en el estado de Kerala. Allí fui a un lugar de entrenamiento y pasé hasta cuatro horas diarias practicando, leyendo y aprendiendo el idioma tradicional del kalari, malayalam. La gente de allí me decía cuando vuelvas a Chile vas a enseñar, pero yo les decía que no.
-Pero eso terminó haciendo.
-Volví a enseñar, claro. Formamos un grupo que entrenaba en el parque San Borja. En 2014 volví por dos meses y medio a la India y logré avanzar en el uso de armas de metal y escudos de madera, elementos que se emplean en el kalari. Quería retornar pronto, pero por el trabajo y las teleseries se me hizo difícil hasta febrero de este año.
-Justo antes de la pandemia.
-Sí, pude traer elementos como los escudos y volver sin problemas, pero en el trayecto de vuelta, en Dubai vi a todo el mundo con mascarillas. Tuve la suerte de viajar a tiempo y llegar sin problemas de vuelta.
-¿Son caros los escudos? ¿Se necesita un permiso?
-No son caros, deben costar unos 50 mil pesos cada uno. Son hechos en India por artesanos que trabajan con madera de tamarindo y ratán. Sobre las armas no tuve problemas porque contaba con todas las autorizaciones, cartas de instituciones de allá y permisos que había tramitado en Chile. Todo en regla.
Para Meyer el kalari no sólo logra una mejor condición física sino un "equilibrio en el ser" de quien lo practica mediante "un sistema milenario de entrenamiento con un alto nivel de exigencia para el combate, cuyo objetivo es que te sientas libre".