Desde que se implementó la ley 20.903, que creó el Desarrollo Profesional Docente,
los alumnos de las carreras de Pedagogía realizan prácticas desde los primeros
semestres en la universidad. Paulatinamente van aumentando las horas de trabajo
en el aula, lo que se conoce como prácticas progresivas. A eso se suma al final la
práctica profesional.
Con la pandemia y las obligadas clases online, se dificulta que concreten este requisito académico para proseguir su carrera. Un problema no menor, tomando en cuenta la cantidad total de matriculados en carreras de Pedagogía: el año pasado eran 73.740, según el Servicio de Información de Educación Superior (Sies).
Para evitar un taco de futuros profesores que no puedan avanzar en su malla de estudios, el Mineduc puso en marcha la red "Tutores para Chile", que consiste en que los universitarios se sumen al trabajo online de los colegios. "Busca que los estudiantes de Pedagogía puedan apoyar a los colegios haciendo tutorías para grupos pequeños de alumnos y que eso les sirva para convalidar sus prácticas", explica Raimundo Larraín, jefe de la División de Educación General del Mineduc.
"Están invitados todos los alumnos de Pedagogía del país, de todas las universidades, da lo mismo el año en que esté y la pedagogía que estudie. Si eres estudiante debes dirigirte a tu facultad y la universidad te va a designar un centro de práctica", agrega.
La iniciativa -que no es remunerada, ya que forma parte de sus ramos obligatorios- se realiza por ahora online, pero puede continuar en forma presencial cuando se retomen las clases en los establecimientos. Se proyecta que dure entre 3 a 4 meses.
¿Cómo se evalúa la práctica? "En base a lo que determina cada universidad, según sus criterios. Los requisitos mínimos son que todas deben tener un supervisor y evidencia de lo que hizo el practicante", dice Larraín.
Partió ayudando, pero hoy ya desarrolla clases completas e implementa material didáctico en distintas plataformas. "La flexibilidad que nos dan es importante, porque podemos terminar nuestras practicas y ayudar a los profesores", subraya la joven.
"Ha sido una experiencia muy distinta a lo que estábamos acostumbrados, pero al final es gratificante porque se nota en los niños que están contentos. Ha sido difícil para ellos, pero se han ido acostumbrando mediante las estrategias de aprendizaje que hemos implementado", señala.
"Un 63% de los profesores afirma estar trabajando más desde que comenzó el cierre temporal de su establecimiento, según los resultados de nuestra encuesta aplicada a más de 7.000 docentes de todo el país. Por ello, valoramos la iniciativa Tutores para Chile, ya que busca impulsar el esfuerzo de miles de profesores, alivianando su carga laboral, con el fin de impactar en los aprendizajes de los estudiantes", concluye.
A su juicio, este obligado trabajo online puede ser útil para los futuros docentes. "Esta transformación tecnológica llegó para quedarse y, por lo tanto, la escuela y los profesores van a tener que estar más motivados para incursionar en nuevas metodologías. Es una oportunidad también para nuestros profesores en formación de insertarse laboralmente en mejores condiciones", indica.
Con la pandemia y las obligadas clases online, se dificulta que concreten este requisito académico para proseguir su carrera. Un problema no menor, tomando en cuenta la cantidad total de matriculados en carreras de Pedagogía: el año pasado eran 73.740, según el Servicio de Información de Educación Superior (Sies).
Para evitar un taco de futuros profesores que no puedan avanzar en su malla de estudios, el Mineduc puso en marcha la red "Tutores para Chile", que consiste en que los universitarios se sumen al trabajo online de los colegios. "Busca que los estudiantes de Pedagogía puedan apoyar a los colegios haciendo tutorías para grupos pequeños de alumnos y que eso les sirva para convalidar sus prácticas", explica Raimundo Larraín, jefe de la División de Educación General del Mineduc.
"Están invitados todos los alumnos de Pedagogía del país, de todas las universidades, da lo mismo el año en que esté y la pedagogía que estudie. Si eres estudiante debes dirigirte a tu facultad y la universidad te va a designar un centro de práctica", agrega.
La iniciativa -que no es remunerada, ya que forma parte de sus ramos obligatorios- se realiza por ahora online, pero puede continuar en forma presencial cuando se retomen las clases en los establecimientos. Se proyecta que dure entre 3 a 4 meses.
¿Cómo se evalúa la práctica? "En base a lo que determina cada universidad, según sus criterios. Los requisitos mínimos son que todas deben tener un supervisor y evidencia de lo que hizo el practicante", dice Larraín.
Experiencia en 4° básico
Florencia Ureta cursa último año de Pedagogía Básica en la Universidad San Sebastián y comenzó el 1 de junio su práctica online en el colegio José Toribio Medina, de Ñuñoa. "Estoy con un cuarto básico. La profesora divide el curso en 8 niños por 5 sesiones; a todos los grupos se le hacen las mismas clases, pero al dividirlos permite que el aprendizaje sea más directo y no se forme desorden", comenta.Partió ayudando, pero hoy ya desarrolla clases completas e implementa material didáctico en distintas plataformas. "La flexibilidad que nos dan es importante, porque podemos terminar nuestras practicas y ayudar a los profesores", subraya la joven.
"Ha sido una experiencia muy distinta a lo que estábamos acostumbrados, pero al final es gratificante porque se nota en los niños que están contentos. Ha sido difícil para ellos, pero se han ido acostumbrando mediante las estrategias de aprendizaje que hemos implementado", señala.
Una mano a los profes
Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, destaca el aporte de los practicantes al trabajo que están haciendo los docentes. "Estamos en un periodo inédito a nivel mundial y la educación ha debido adaptarse. En este nuevo escenario, los maestros y maestras han sido piezas claves para asegurar la continuidad del aprendizaje, adecuando sus metodologías a las realidades sociales y emocionales de sus estudiantes", destaca."Un 63% de los profesores afirma estar trabajando más desde que comenzó el cierre temporal de su establecimiento, según los resultados de nuestra encuesta aplicada a más de 7.000 docentes de todo el país. Por ello, valoramos la iniciativa Tutores para Chile, ya que busca impulsar el esfuerzo de miles de profesores, alivianando su carga laboral, con el fin de impactar en los aprendizajes de los estudiantes", concluye.
Puede ser una oportunidad
"Esta es una noticia positiva para las facultades de educación, porque va a permitir que los profesores en formación logren aportar a los niños que están en los colegios, pero también van a poder terminar sus carreras", opina Ana Luz Durán, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad San Sebastián y presidenta de las Facultades de Educación de las Universidades Privadas Acreditadas.A su juicio, este obligado trabajo online puede ser útil para los futuros docentes. "Esta transformación tecnológica llegó para quedarse y, por lo tanto, la escuela y los profesores van a tener que estar más motivados para incursionar en nuevas metodologías. Es una oportunidad también para nuestros profesores en formación de insertarse laboralmente en mejores condiciones", indica.