Poco más de un mes lleva Evelyn Villegas viviendo junto a su pololo en Recoleta.
Por desgracia, tras las recientes lluvias le apareció una filtración en el techo de su
departamento, ubicado en el último piso del edificio lo que la obligó a adornar su
pieza con ollas y fuentes plásticas.
"Con la primera lluvia salió una gotera en la habitación. Mandé un correo a la persona encargada de la administración y quedaron de arreglarlo, pero no tuve más noticias", cuenta la chica de 28 años. Días después volvió a llover y aparecieron dos goteras más.
Eso sorprendió al dueño del departamento, Danilo Santana, que sufrió lo mismo cuando vivió allí y juraba que ya era un tema solucionado. "El año pasado no tuvimos goteras. Pero ahora me entero de que es porque la lluvia no fue tanta", cuenta sobre su frustración, bastante común cuando estos asuntos no se arreglan bien.
"Dicen que van a mandar un maestro, que llega y hace algo, pero nunca es definitivo. Que hay que revisar, después esperar que llueva. Luego llueve y hay que esperar que se seque el techo, después otras cosas. Siempre es lo mismo y como que no han hecho nada", reclama.
Esto significa que, aunque exista inclinación ésta no es suficiente para contrarrestar el efecto del agua en la techumbre, específicamente, por una particular propiedad de la misma: la capilaridad.
"La capilaridad del agua significa que ésta puede seguir una superficie independiente de la fuerza de gravedad, incluso permite que el agua vaya contra la gravedad un poco. Eso genera problemas cuando las placas quedan mal instaladas, con un traslape mal hecho o sin sello suficiente, y ahí el agua pasa igual", agrega Soffia.
"Cuando las techumbres están mal mantenidas a veces los adhesivos se rompen, por ahí también se mete el agua y ahí va filtrándose a los departamentos. Y lo otro que hacen es usar tapagoteras y listo. Pero después lo aplican arriba de otra gotera anterior y queda todo mal hecho", cuenta Rodrigo Jiménez, especialista en mantenimiento y quien lleva siete años reparando techumbres en edificios.
Concuerda Soffia, de la Unab, "Los arreglos que veo en el edificio de acá al lado, por ejemplo, parecen ser parches. Se hacen de asfalto o derivados, que son como pastas para cubric Ese material tiene un tiempo de duración y una forma de instalar", asegura.
Acá influye la humedad de la superficie y su exposición al Sol. Eso sin considerar que tapando una gotera no solucionas el problema. "Puedes tapar el hoyo, pero si no calculas bien el tema de para dónde corre el agua, entonces, arreglas el problema un rato, pero no lo solucionas. Los arreglos tienen que ser definitivos", agrega.
"Con la primera lluvia salió una gotera en la habitación. Mandé un correo a la persona encargada de la administración y quedaron de arreglarlo, pero no tuve más noticias", cuenta la chica de 28 años. Días después volvió a llover y aparecieron dos goteras más.
Eso sorprendió al dueño del departamento, Danilo Santana, que sufrió lo mismo cuando vivió allí y juraba que ya era un tema solucionado. "El año pasado no tuvimos goteras. Pero ahora me entero de que es porque la lluvia no fue tanta", cuenta sobre su frustración, bastante común cuando estos asuntos no se arreglan bien.
"Dicen que van a mandar un maestro, que llega y hace algo, pero nunca es definitivo. Que hay que revisar, después esperar que llueva. Luego llueve y hay que esperar que se seque el techo, después otras cosas. Siempre es lo mismo y como que no han hecho nada", reclama.
Problemas varios
"Independiente del material, la filtración siempre ocurre por un problema en la instalación del techo, puesto que ningún material que se usa en techumbres permite que traspase el agua", explica Alejandro Soffia, docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, específicamente en la unión de las planchas, que usualmente son de zinc-aluminio, y la inclinación del techo, la que es determinada por el fabricante del material.Esto significa que, aunque exista inclinación ésta no es suficiente para contrarrestar el efecto del agua en la techumbre, específicamente, por una particular propiedad de la misma: la capilaridad.
"La capilaridad del agua significa que ésta puede seguir una superficie independiente de la fuerza de gravedad, incluso permite que el agua vaya contra la gravedad un poco. Eso genera problemas cuando las placas quedan mal instaladas, con un traslape mal hecho o sin sello suficiente, y ahí el agua pasa igual", agrega Soffia.
Sin limpiar
A esa condición del agua se le suma el pobre mantenimiento de la techumbre o simplemente una reparación mal realizada."Cuando las techumbres están mal mantenidas a veces los adhesivos se rompen, por ahí también se mete el agua y ahí va filtrándose a los departamentos. Y lo otro que hacen es usar tapagoteras y listo. Pero después lo aplican arriba de otra gotera anterior y queda todo mal hecho", cuenta Rodrigo Jiménez, especialista en mantenimiento y quien lleva siete años reparando techumbres en edificios.
Concuerda Soffia, de la Unab, "Los arreglos que veo en el edificio de acá al lado, por ejemplo, parecen ser parches. Se hacen de asfalto o derivados, que son como pastas para cubric Ese material tiene un tiempo de duración y una forma de instalar", asegura.
Acá influye la humedad de la superficie y su exposición al Sol. Eso sin considerar que tapando una gotera no solucionas el problema. "Puedes tapar el hoyo, pero si no calculas bien el tema de para dónde corre el agua, entonces, arreglas el problema un rato, pero no lo solucionas. Los arreglos tienen que ser definitivos", agrega.