"Las lluvias y nevazones que hemos tenido en los últimos días son un respiro y ayudan a mejorar la situación, pero naturalmente no terminan con la sequía que estamos enfrentando y que se arrastra ya por más de once años", recalcó la autoridad.
Según el reporte, en la Región Metropolitana, en 2019 a esta misma fecha habían caído 35 milímetros; este año, en cambio, ya llevamos 76 milímetros. Pero el promedio histórico es de 165 milímetros.
"Estamos bastante por encima del año pasado, pero tenemos que esperar lo que sucederá en los próximos meses de julio y agosto para tener el total de lluvia del año y poder compararlo con un año normal", dijo Moreno.
Además de la lluvia, la acumulación de nieve también es un parámetro fundamental en relación a las reservas de de agua, sobre todo para la disponibilidad hídrica de primavera y verano. Según el último reporte del MOP (ver infografía), en la mayoría de las seis regiones con mayor escasez hídrica se registró un notable aumento de nieve caída con respecto a 2019.
Christian Herrera, doctor en hidrogeología de la Universidad Politécnica de Cataluña de Barcelona y director del Centro de Investigación y Desarrollo de Ecosistemas Hídricos (CIDEH), de la Universidad Bernardo O'Higgins, dice que "es importante analizar la cantidad de nieve caída en invierno para estimar cuánta agua almacenada como nieve- llegará a las cuencas de los ríos. Esto permite hacer balances hídricos anuales de cada una de las cuencas y, por lo tanto, saber de cuánta agua se dispone para hacer una gestión adecuada del recurso".
Sobre el reporte del MOP dice que "en general las cifras de la nieve caída- que están traducidas a milímetros de agua- son mejores que el año pasado, pero están muy lejos de los valores históricos. Siguen siendo valores pequeños y se mantiene un déficit grande".
Herrera advierte que las cifras de nieve acumulada al igual que la recuperación hídrica de algunos ríos que se ha visto estas semana, producto de las intensas lluvias, no deben tomarse como un alivio. "Está bien, una parte de esa agua se va a infiltrar y va a alimentar a las napas subterráneas, pero la gran mayoría va a llegar al mar y se perderá, lamentablemente por la falta de embalses que hay en Chile, especialmente en la zona central".
-¿Cómo se relaciona la nieve con eso?
- Tenemos agua que está ahora almacenada en la montaña en forma de nieve, gracias a la lluvias y nevazones. En la primavera o cuando empiecen a subir las temperaturas esa nieve se va a derretir y llegará a las cuencas de los ríos. La pregunta es cómo hacer para que esa agua cuando se produzca el deshielo y se vaya al río no llegue a perderse en el mar.
-¿Tiene alguna idea?
-La recarga artificial es un método utilizado en algunos países del mundo como Israel o Italia. Consiste en que en el verano cuando el río lleve más agua (como consecuencia del deshielo de la montaña) esta sea canalizada hacia distintos puntos de infiltración, ya sean piscinas, antiguos pozos o zanjas. Una vez allí esta agua se inyecta a la napa directamente y ahí queda almacenada disponible para los agricultores.
-Almacenar el agua. Interesante.
-Claro, porque estos valores inducen a pensar que en el verano tendremos mucha agua en los ríos, pero una parte de ese recurso quedará en los embalses o en las napas y otra gran cantidad se va de los ríos al mar y allí se pierde, lo que sería una tragedia en tiempos de sequía. Hoy sería un pecado perder incluso una gota de agua.