Por estos días se están publicando muchos avisos de universidades que buscan a
profesionales con el grado académico de doctor. Todos tienen un texto en común:
"subvención a la instalación en la academia".
¿De qué se trata esto? "Es un concurso dirigido a universidades con acreditación institucional de al menos tres años, para la incorporación de personas que cuenten con el grado académico de doctor y que inician su carrera independiente como investigadores. Pueden ser chilenos o extranjeros con residencia definitiva en Chile", explica Aisén Etcheverry, directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), a cargo del programa.
En la práctica, las universidades reciben los antecedentes de los candidatos y los presentan. Si se adjudican el concurso, la ANID les entrega dinero para que contraten al investigador. El monto total que recibe el plantel es $182.000.000, para pagar el sueldo del académico por tres años (hasta $2.500.000 bruto al mes), habilitar su espacio de trabajo y gastos operacionales.
"Es un instrumento donde tanto las universidades como los investigadores se pueden beneficiar", dice Etcheverry. "La institución convoca a doctores a llevar adelante un proyecto estratégico; si se adjudica el financiamiento, tiene un plazo de ejecución para materializarlo. Además, entrega a los investigadores la oportunidad de instalarse laboral y académicamente, mientras que las universidades se fortalecen o crean nuevas áreas", destaca.
La presentación de los planteles al concurso vence -por ahora- el 30 de junio. Pero antes cada institución debe elegir internamente a los doctores que postulará. "Considerando la situación actual, estamos evaluando la extensión del plazo de cierre de este concurso. Esa información la confirmaremos a la brevedad a través del sitio anid.cl y el twitter @Anidlnforma", comenta Etcheverry .
"Es muy bueno, porque el problema que tienen las universidades es armar equipos: tienes un investigador que necesita más gente que trabaje con él", explica Denise Saint-Jean, directora de Investigación de la UDD.
Es un camino largo pasar de recién doctorado a profesor de una universidad, cuenta, por lo que este es un buen comienzo. "El concurso sirve sobre todo para universidades privadas como nosotros, que no tenemos recursos públicos directos. Es muy importante para aumentar el grupo de investigadores jóvenes", recalca.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, busca dos cargos (hüps://bit.ly/37DwatD). "Para las universidades es un tremendo beneficio, puesto que cada vez está más difícil contar con fondos propios para contratar gente nueva", lamenta Francisco Pérez, director del INTA.
Otra ventaja es poder visualizar el desarrollo del contratado: "Tienes tres años para ver si realmente cubría las necesidades de tu institución".
Una vez adjudicado el concurso, el doctor pasa por una comisión que decide si va a ser profesor asistente o asociado. "Regularmente son profesores asistentes porque son muy jóvenes, están recién armando currículum", dice Pérez.
La Universidad de Santiago, en tanto, requiere doctores en astronomía, inmunología, química y biomedicina.
"El concurso nos permite financiar el salario y costos de instalación de académicos de alto nivel para trabajar en áreas que le interesa potenciar a la universidad", señala Julio Romero, vicerrector de investigación, desarrollo e innovación Usach. "Ha sido un formato muy positivo para contratar académicos que hoy están instalados y consolidados en la universidad en áreas claves", destaca.
"En primer lugar, la persona que se doctora tiene una mejora en sus capacidades profesionales. Hay distintos tipos de doctorados, pero al generar esta continuidad de estudios se mejoran las competencias y habilidades para adquirir nuevas herramientas en el mundo laboral. Eso se refleja en los propios salarios", explica.
"También genera un beneficio al país, desde cómo se van desarrollando los doctorados que permiten la investigación, tanto desde la pertinencia para la comprensión de los procesos sociales, del tipo científico o para la creación", concluye.
Las mejores propuestas tendrán la posibilidad de recibir inversión y asesoría de expertos. Más información e inscripciones desde el 18 de junio en hubapta.com.
¿De qué se trata esto? "Es un concurso dirigido a universidades con acreditación institucional de al menos tres años, para la incorporación de personas que cuenten con el grado académico de doctor y que inician su carrera independiente como investigadores. Pueden ser chilenos o extranjeros con residencia definitiva en Chile", explica Aisén Etcheverry, directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), a cargo del programa.
En la práctica, las universidades reciben los antecedentes de los candidatos y los presentan. Si se adjudican el concurso, la ANID les entrega dinero para que contraten al investigador. El monto total que recibe el plantel es $182.000.000, para pagar el sueldo del académico por tres años (hasta $2.500.000 bruto al mes), habilitar su espacio de trabajo y gastos operacionales.
"Es un instrumento donde tanto las universidades como los investigadores se pueden beneficiar", dice Etcheverry. "La institución convoca a doctores a llevar adelante un proyecto estratégico; si se adjudica el financiamiento, tiene un plazo de ejecución para materializarlo. Además, entrega a los investigadores la oportunidad de instalarse laboral y académicamente, mientras que las universidades se fortalecen o crean nuevas áreas", destaca.
La presentación de los planteles al concurso vence -por ahora- el 30 de junio. Pero antes cada institución debe elegir internamente a los doctores que postulará. "Considerando la situación actual, estamos evaluando la extensión del plazo de cierre de este concurso. Esa información la confirmaremos a la brevedad a través del sitio anid.cl y el twitter @Anidlnforma", comenta Etcheverry .
Ejemplos de llamados
La Universidad del Desarrollo (UDD), por ejemplo, busca doctores para trabajar en áreas como neurociencia o data science."Es muy bueno, porque el problema que tienen las universidades es armar equipos: tienes un investigador que necesita más gente que trabaje con él", explica Denise Saint-Jean, directora de Investigación de la UDD.
Es un camino largo pasar de recién doctorado a profesor de una universidad, cuenta, por lo que este es un buen comienzo. "El concurso sirve sobre todo para universidades privadas como nosotros, que no tenemos recursos públicos directos. Es muy importante para aumentar el grupo de investigadores jóvenes", recalca.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, busca dos cargos (hüps://bit.ly/37DwatD). "Para las universidades es un tremendo beneficio, puesto que cada vez está más difícil contar con fondos propios para contratar gente nueva", lamenta Francisco Pérez, director del INTA.
Otra ventaja es poder visualizar el desarrollo del contratado: "Tienes tres años para ver si realmente cubría las necesidades de tu institución".
Una vez adjudicado el concurso, el doctor pasa por una comisión que decide si va a ser profesor asistente o asociado. "Regularmente son profesores asistentes porque son muy jóvenes, están recién armando currículum", dice Pérez.
La Universidad de Santiago, en tanto, requiere doctores en astronomía, inmunología, química y biomedicina.
"El concurso nos permite financiar el salario y costos de instalación de académicos de alto nivel para trabajar en áreas que le interesa potenciar a la universidad", señala Julio Romero, vicerrector de investigación, desarrollo e innovación Usach. "Ha sido un formato muy positivo para contratar académicos que hoy están instalados y consolidados en la universidad en áreas claves", destaca.
Todos ganan
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, opina que hay un doble beneficio al incentivar el desarrollo de doctorados."En primer lugar, la persona que se doctora tiene una mejora en sus capacidades profesionales. Hay distintos tipos de doctorados, pero al generar esta continuidad de estudios se mejoran las competencias y habilidades para adquirir nuevas herramientas en el mundo laboral. Eso se refleja en los propios salarios", explica.
"También genera un beneficio al país, desde cómo se van desarrollando los doctorados que permiten la investigación, tanto desde la pertinencia para la comprensión de los procesos sociales, del tipo científico o para la creación", concluye.
Apoyan nuevas ideas
Acá hay otra oportunidad para científicos, investigadores y estudiantes: hasta el 30 de julio están abiertas las inscripciones para la convocatoria a Apta Builder, programa que busca materializar ideas y proyectos que tengan vinculación con instituciones de educación superior. "Buscamos proyectos innovadores de base científica y tecnológica que puedan transformarse en una empresa e internacionalizar sus productos", explica Varika Farren, directora ejecutiva de Apta, entidad que reúne a universidades y centros de investigación.Las mejores propuestas tendrán la posibilidad de recibir inversión y asesoría de expertos. Más información e inscripciones desde el 18 de junio en hubapta.com.