El proyecto familiar de Sebastián Toro, ex jugador de Colo Colo, implicó que dejara el
KF Laci de Albania y regresara a Chile por diversos motivos, a sus 30 años: en un par
de meses será padre de una niña junto a su esposa Kathy Díaz, ex rostro de
televisión, su hijo Lucas, de 6 años, ingresó a primero básico y él mismo empezó a
trabajar en Seto Constructora, la mini empresa que montó y realiza construcciones,
remodelaciones y arreglos interiores de casas. Toro también fichó en Deportes Colina, elenco que jugará en la segunda división profesional, donde será compañero de Gonzalo Fierro y dirigido por Rodrigo Kalule Meléndez. "Tengo tres hijos, Alonso de 13 años que no vive conmigo, Lucas (6), Sebastián (4). Ahora viene la mujercita, a quien le estamos definiendo el nombre. Estamos felices en casa, cuidándonos, saliendo lo preciso, y como mi señora ya tiene siete meses de embarazo debe estar tranquila", sostiene Toro.
El defensor explica las situaciones que lo hicieron volver al fútbol chileno: "En Albania hubo cosas que no se cumplieron y mi hijo entró al colegio allá, el idioma era complicado y se ofuscaba cuando no entendía. Alcanzó a ir a kinder y no se entendía con sus compañeros. Yo me manejaba con el inglés, italiano y un poco de albanés. Incluso tuve una oferta muy buena en lo económico de la India, pero preferimos lo familiar sobre lo monetario. Estoy tranquilo, con mi gente, y ahora vendrá el desafío de Deportes Colina. Tengo muchas ganas de volver a jugar, conozco a Kalule y sé lo serio que es para trabajar".
Sebastián Toro sostiene que lo suyo sigue siendo el fútbol y recuerda con mucha alegría sus títulos en Colo Colo y su paso por la Selección. Siente que llegó el momento de complementar su profesión con otros negocios. Ha incursionado en la compra y venta de autos y sobre todo en el rubro de la construcción a través de Seto Constructora (Setoconstructora_l en Instagram y Seto constructora en Facebook). El rubro le gusta mucho.
"Vivo en Colina y digamos que me autoconstruí mi propiedad en una parcela de cinco mil metros cuadrados con ayuda de los maestros. Todo los días estoy haciendo algo porque a mi esposa se le ocurre alguna cosa y nos ponemos manos a la obra. Estoy remodelado la cocina con concepto abierto, que va unida al living, comedor y sin paredes entre medio. Aún me falta la cancha de fútbol y el quincho que iré haciendo con el tiempo. Se me dio la posibilidad de comprar acá y partí con esta casa que ya tiene cuatro dormitorios, tres baños, living, comedor, cocina, piscina y seguramente después haremos otra habitación para la niña", agrega.
Toro llegó al mundo de la construcción a través de un concuñado que tiene máquinas, hace excavaciones y pavimentaciones. Visualizó un buen nicho de negocio, aunque su inversión está en las propiedades. "Podemos hacer casas, remodelaciones, quinchos y todo lo que sea una edificación de este tipo. Nos ha tocado de todo. Tengo mis maestros que siempre están trabajando conmigo. En el equipo de obras gruesas hay cinco personas y en el de metalhome son otras cuatro. Hay gente a la que le gusta la madera, cemento o lo que pidan. No cobramos como las grandes constructoras porque somos un equipo pequeño, pero muy trabajador", dice.
"No me gusta decir que soy el jefe porque me llevo muy bien con los chicos. Ahora con cuarentena estamos parados, aunque tenemos un proyecto listo en Colina para iniciarlo. Me entretiene bastante todo eso. Iremos mes a mes viendo lo que pueda salir, lo complemento muy bien con el fútbol porque a Kathy le gusta el tema y sabe mucho. Cuando no estoy yo, ella puede supervisar perfectamente todo y lo hace muy bien", destaca.