Si se conectan las historias, algo tiene que ver la llegada masiva de zapatos chinos
a Chile, que le pegó fuerte a la industria nacional, con que los billetes de polímero
que salen de circulación ($1.000, $2.000 y $5.000) se conviertan en madera plástica
para fabricar muebles reposeras, pisos como los que se muestran las fotos de esta
nota, entre otros productos.
Quien hace este sustentable trabajo es Timberecco, compañía que nació al alero de la empresa Hormas Hormital, que durante 64 años fabricó hormas de zapatos de plástico y madera, pero que tuvo que cerrar sus puertas el año pasado por la crisis del sector por el calzado importado. Como ese mal destino era evidente, Magaly Poseck, dueña de la entidad, empezó a investigar sobre la madera plástica en 2006, apoyada por la Corfo, y en 2008 logró hacer la fórmula para elaborarla en Chile.
"Esto se hace en otras partes del mundo, pero nosotros lo que investigamos fue qué hacer con la basura plástica que se da en nuestro país y logramos mezclar distintos tipos de plásticos para elaborar la madera y uno de ellos, ahora, es el polímero de los billetes que salen del Banco Central", dice Silvana Ellena, arquitecta de Timberecco e hija de Magaly Posech.
Desde el año pasado, el Banco Central en una tarea por la sostenibilidad, tras previas investigaciones, decidió que los billetes que salen de circulación y que son triturados en la sede edificio del instituto emisor, se reutilicen y no vayan a parar esas toneladas a vertederos autorizados. La viruta de los ejemplares de polímero, tras una licitación, se decidió entregarlos a Timberecco y los de algodón, es decir, el desecho de los de 10.000 pesos y 20.000 pesos, llegan a Coactiva, filial del Grupo Polpaico, donde convierten este tipo de residuos industriales en combustible alternativo. Desde mediados de 2019 se reciclaron 34,9 toneladas de billetes de polímero y más de 20 toneladas de algodón.
"Luego de una investigación y consulta abierta al mercado se eligieron a ambas empresas tras recibir diversas propuestas. En el caso de los billetes de polímero, nos propusieron un producto final que sirve para ser usado por las personas y que tiene efectos positivos en el medioambiente", dice Alejandro Zurbuchen, gerente general del Banco Central.
La cementera, añade Zurbuchen, tuvo a favor que el procesamiento del combustible alternativo sólido para el reemplazo energético en hornos de cemento se realiza con altos estándares medioambientales que están recomendados por el Programa de las Naciones Unidas (Pnuma) en el Convenio de Basilea.
Desde Coactiva, filial de Polpaico, Oly Chirino, subgerente de operaciones, detalla que los billetes triturados de papel algodón son sometidos a procesos de adecuación físico-químicos para su inutilización y posterior mezcla con otros residuos compatibles. "Estos, en su conjunto, forman un combustible alternativo sólido que permite sustituir una fracción de la energía del combustible tradicional, debido a que este residuo contiene sólo un 50% de poder calorífico en comparación con la energía del combustible fósil tradicional", asegura.
En su memoria de 201 9, el instituto emisor advierte que aún falta la venta y fundición de todas las monedas de 1 y 5 pesos que salieron de circulación en 2017, que derivó en el plan de redondear los vueltos en el comercio, y de la moneda de 100 pesos antigua. Ese proceso se realizará durante este año.
Quien hace este sustentable trabajo es Timberecco, compañía que nació al alero de la empresa Hormas Hormital, que durante 64 años fabricó hormas de zapatos de plástico y madera, pero que tuvo que cerrar sus puertas el año pasado por la crisis del sector por el calzado importado. Como ese mal destino era evidente, Magaly Poseck, dueña de la entidad, empezó a investigar sobre la madera plástica en 2006, apoyada por la Corfo, y en 2008 logró hacer la fórmula para elaborarla en Chile.
"Esto se hace en otras partes del mundo, pero nosotros lo que investigamos fue qué hacer con la basura plástica que se da en nuestro país y logramos mezclar distintos tipos de plásticos para elaborar la madera y uno de ellos, ahora, es el polímero de los billetes que salen del Banco Central", dice Silvana Ellena, arquitecta de Timberecco e hija de Magaly Posech.
Desde el año pasado, el Banco Central en una tarea por la sostenibilidad, tras previas investigaciones, decidió que los billetes que salen de circulación y que son triturados en la sede edificio del instituto emisor, se reutilicen y no vayan a parar esas toneladas a vertederos autorizados. La viruta de los ejemplares de polímero, tras una licitación, se decidió entregarlos a Timberecco y los de algodón, es decir, el desecho de los de 10.000 pesos y 20.000 pesos, llegan a Coactiva, filial del Grupo Polpaico, donde convierten este tipo de residuos industriales en combustible alternativo. Desde mediados de 2019 se reciclaron 34,9 toneladas de billetes de polímero y más de 20 toneladas de algodón.
"Luego de una investigación y consulta abierta al mercado se eligieron a ambas empresas tras recibir diversas propuestas. En el caso de los billetes de polímero, nos propusieron un producto final que sirve para ser usado por las personas y que tiene efectos positivos en el medioambiente", dice Alejandro Zurbuchen, gerente general del Banco Central.
La cementera, añade Zurbuchen, tuvo a favor que el procesamiento del combustible alternativo sólido para el reemplazo energético en hornos de cemento se realiza con altos estándares medioambientales que están recomendados por el Programa de las Naciones Unidas (Pnuma) en el Convenio de Basilea.
Atributos
Timberecco, tiene un catálogo de distintos medidas de madera plástica, y Silvana Ellena dice que su costo está al nivel de una madera noble, y que sus atributos son innumerables: "La madera plástica no se pudre, nos se astilla, no se oxida, no requiere mantención, sólo limpiarla con agua, y tiene una garantía de 100 años", asegura. Esta madera se corta como la madera tradicional, se usa una sierra circular eso sí, y en vez de clavos se utilizan tornillos para unir los trozos.Desde Coactiva, filial de Polpaico, Oly Chirino, subgerente de operaciones, detalla que los billetes triturados de papel algodón son sometidos a procesos de adecuación físico-químicos para su inutilización y posterior mezcla con otros residuos compatibles. "Estos, en su conjunto, forman un combustible alternativo sólido que permite sustituir una fracción de la energía del combustible tradicional, debido a que este residuo contiene sólo un 50% de poder calorífico en comparación con la energía del combustible fósil tradicional", asegura.
Las monedas de 1 y 5 pesos
Por su estructura, las monedas salen menos del mercado que los billetes. El año pasado, el Banco Central destruyó 445 millones de unidades de billetes, más bien los trituró en la sede de la entidad, y mandó a fundir sólo 268 mil monedas en mal estado.En su memoria de 201 9, el instituto emisor advierte que aún falta la venta y fundición de todas las monedas de 1 y 5 pesos que salieron de circulación en 2017, que derivó en el plan de redondear los vueltos en el comercio, y de la moneda de 100 pesos antigua. Ese proceso se realizará durante este año.