Ante la imposibilidad manifiesta de ejercer su profesión, el comediante Juan Carlos
Meléndez (60) se encontró hace un tiempo con la angustia. "Tengo hijos, tengo que
pagar gastos básicos, ¿Qué hago? ¿Cómo obtengo dinero ahora?", se preguntó
nervioso a sí mismo el multitriunfador del Festival de Viña. No era para menos. La
realidad del coronavirus acabó con cualquier posibilidad de shows en vivo, el trabajo
del actor.
La respuesta sobre qué hacer la encontró con amigos, quienes tras unas gestiones lo involucraron en un nuevo pituto: desde hace un mes y medio vende chatarra.
"La actividad consiste en reciclar todo material de acero, fierros, latas, aluminios y aceros inoxidables. En Chile se reciclan millones de toneladas al año y yo entrego material a Romerelli, compañía que junta y traslada metales", ilustra.
-¿Recolecta fierros?
-Efectivamente yo voy a las obras, maestranzas, galpones y recorro lugares de todo tipo donde se trabaja con maquinaria pesada. Siempre hay desechos metálicos para retirar.
-¿Y cómo le ha ido?
-Realmente ha sido un alivio para el bolsillo, efectivamente se paga por kilo y con lo que he ganado por lo menos obtengo ingresos para parar la olla y pagar las cuentas básicas como luz, agua y calefacción. También estoy juntando para pagar los dividendos, que es una responsabilidad angustiante de cumplir.
-¿Y el humor?
-He derivado también a un aspecto más terapéutico del humor. Con mi esposa estamos dando una charla por Zoom. Se llama "El humor y el bienestar en tiempos de pandemia".
La respuesta sobre qué hacer la encontró con amigos, quienes tras unas gestiones lo involucraron en un nuevo pituto: desde hace un mes y medio vende chatarra.
"La actividad consiste en reciclar todo material de acero, fierros, latas, aluminios y aceros inoxidables. En Chile se reciclan millones de toneladas al año y yo entrego material a Romerelli, compañía que junta y traslada metales", ilustra.
-¿Recolecta fierros?
-Efectivamente yo voy a las obras, maestranzas, galpones y recorro lugares de todo tipo donde se trabaja con maquinaria pesada. Siempre hay desechos metálicos para retirar.
-¿Y cómo le ha ido?
-Realmente ha sido un alivio para el bolsillo, efectivamente se paga por kilo y con lo que he ganado por lo menos obtengo ingresos para parar la olla y pagar las cuentas básicas como luz, agua y calefacción. También estoy juntando para pagar los dividendos, que es una responsabilidad angustiante de cumplir.
-¿Y el humor?
-He derivado también a un aspecto más terapéutico del humor. Con mi esposa estamos dando una charla por Zoom. Se llama "El humor y el bienestar en tiempos de pandemia".