Las víctimas son 16 personas de nacionalidad tailandesa (14 mujeres y dos hombres) que llegaron a Chile con visa de turista y el ofrecimiento de empleo como cocineros y en otras actividades de los restaurantes, con un sueldo de $350 mil y la promesa de devolución del valor de los pasajes.
"Luego de trabajar algunos meses y pagarles una suma bastante menor a la prometida, entre $250 mil y $350 mil al mes, sin razón alguna les dejaron de pagar, con la obligación de trabajar igual en jornadas extensas y solo el lunes de descanso", dijo el fiscal Felipe Sepúlveda.
Algunos vivían en el mismo restaurante donde trabajaban en la comuna de La Reina y no les permitían salir. "La restricción de movimiento y la barrera idiomática les impedían contar el problema a otras personas. Una de las víctimas indicó que muchas veces quiso denunciar la situación a la policía, sin embargo, no sabía a quién pedir ayuda", comentó el fiscal.
Para entrar a Chile, uno de los imputados, también de nacionalidad tailandesa, les entregaba una carta de invitación: "Estimados señores, mis amigos vienen a visitar Chile en sus vacaciones, ellos no hablan español. Por favor ayúdenlos y ante cualquier consulta les dejo mis datos", decía la carta, según el Ministerio Público.
"Las víctimas eran recibidas y acogidas por uno de los imputados para inmediatamente dejarlos trabajando y residiendo en condiciones mínimas de comodidad e higiene", contó Sepúlveda.
Cuando la Policía de Investigaciones fue al domicilio de uno de los imputados, chileno, en Lo Barnechea, encontraron 119 plantas de marihuana, por lo que también fue formalizado por cultivo.
Actualmente, los 16 tailandeses se encuentran en casas de acogida y con protección.